PUERTO DESEADO
ABANDONADA POR EL RIO; OCUPADA POR EL MAR
La ciudad de Puerto Deseado, en Santa Cruz, cumplió en el 2006 los 420 años de su fundación y de su original bautismo. Lo celebró recreando la entrada a su ría en 1596 de la flota que comandaba el inglés Thomas Cavendish, quién inspirado en el nombre de su barco insignia, el "Desire", bautizó a ese puerto natural del confín del mundo como Puerto Deseado.
Unos años antes, en 1520, el navegante, Hernando de Magallanes se había detenido allí para reparar su naves y, según documentos de la época, llamó a ese páramo de vientos helados "Bahía del Trabajo".
El marino atisbó la ría cercana pero no se adentró en sus aguas calmas, ansioso por seguir su camino hacia el mundo que estaba descubriendo.
Los geólogos afirman que el Deseado es el único río sudamericano abandonado por sus aguas dulces y ocupado por el mar y que las aguas marinas penetraron en el continente por el lecho seco de un río que se fue.
La Reserva Natural Intangible, que abarca los 40 kilómetros de la Ría Deseado, se extiende desde el cañadón Giménez hasta Paso Marsicano y, según los especialistas en fauna marina, este es el único lugar del mundo donde conviven cinco especies de cormoranes, tres anidando y todas alimentándose en este santuario de la naturaleza.
Cavendish quedó deslumbrado ante esa costa rocosa en la que afloran cañadones y extrañas figuras y por el rosario de islas que rodean el lugar.
El navegante no sabía que el sitio al que bautizó se asienta sobre afloramientos volcánicos del jurásico y que forma parte de uno de los segmentos más apasionantes de la historia geológica de la Patagonia.
Durante el período jurásico, hace 160 millones de años, cuando la región sureña era un vergel en el que habitaban los enormes dinosaurios, los volcanes escupieron lava y toda la tierra se estremeció.
En aquellos violentos movimientos, donde emerge la "piedra toba", hay que buscar la explicación de la original arquitectura de Puerto Deseado, único en la costa patagónica.
Los primeros hombres que llegaron allí, a comienzos del siglo XX, emplearon esas rocas del jurásico para construir casas, pero es en la antigua estación del ferrocarril donde se observa la exacta precisión de los ensambles pétreos.
En esa estación construida en 1911 por picapedreros yugoslavos ahora funciona un museo atendido por viejos empleados ferroviarios, quienes recuperaron el edificio y aportaron todas las piezas que se exhiben relacionadas con la vida de aquel entonces, en torno a los rieles.
Esa estación de trenes debía de ser la cabecera de un trayecto que finalizaba en Bariloche y que nunca se termino.
Hace 30 años el gobierno militar lo cerró por "falta de rentabilidad", según se explicó.
El otro museo es el Municipal Mario Brozoski, nombre del buzo que rescató objetos de la corbeta inglesa Swift, que naufragó en 1770 cerca del puerto.
Lo rescatado son testimonios de la vida de los navegantes del siglo XVIII, que venían a este remoto lugar del mundo trayendo porcelana china.
Este museo también exhibe una colección de herramientas, dibujos y tumbas de los tehuelches, luego asimilados a la cultura araucana, tribus nómades que recorrían la Patagonia cazando y recolectando alimentos.
Refugio de tormentas.
Después de Cavendish, muchos otros navegantes se refugiaron de las tormentas en la ría y ya desde el siglo XVI era frecuente que las naves que surcaban los mares australes fondearan en ella.
En 1834 la exploró el naturalista inglés Charles Darwin, mientras que en 1876 el Perito Moreno narró las sensaciones que había vivido en este mundo tan mágico como natural en su libro "Viaje a la Patagonia Austral".
La historia cuenta que como asentamiento humano permanente, Río Deseado comenzó a organizarse en 1884, cuando el capitán Antonio Oneto llegó con un grupo de colonos, y que la traza de la nueva ciudad se definió en 1905.
Lograr el desarrollo a través del puerto fue, desde siempre, el deseo de sus pobladores, un deseo que finalmente se concretó en 1928, año en el que comenzaron a llegar a la estación marina materiales para la actividad petrolera que cada vez era más importante en la región.
El puerto fue también un gran aliado de la ganadería, ya que desde allí partía el ganado en pie hacia el frigorífico CAP y también para las explotaciones de lana, carne y sal Las salinas, que fue una explotación económica similar a la ganadería, son ahora manchas blancas en la estepa que permanecen dormidas.
Más cerca en el tiempo, en 1983, el puerto se reactivó con el auge de la pesca y los beneficios que se le otorgaron al sector.
Donde reinan los pájaros.
La ría es un lugar verde y silencioso, atravesado por profundos cañadones, donde abundan las terrazas que bajan hacia la costa oceánica, entre arbustos achaparrados de molles y calafate.
En la Barranca de los Cormoranes hay una colonia en la que conviven dos especies, la de plumaje gris y la de cuello negro. Existen algunos lugares, en los altos y escarpados paredones, donde se mezclan.
Para los ornitólogos es "la gran colonia mixta".
El que emigra entre abril y mayo es el pingüino Magallanes, que llega en primavera.
El aristócrata oceánico recala en la Isla Quiroga y en la Cheffers, en la entrada a este paraíso de la avifauna marina.
Se dice que algunos nidifican en la pequeña Isla de los Pájaros, conocida como "islote estorbo", reino absoluto de la gaviota cocinera y el ostrero negro, y donde el biguá empolla sus huevos entre matas de zampa.
En la mitad de la ría está la península Viedma, la porción de tierra más grande del sistema, donde crece la mata negra y la uña de gato, el duraznillo y la mata guanaco y también el molle o incienso.
La ría es un mundo donde se respiran claros aires marinos; el canto de los pájaros es una música de fondo que sólo cesa al atardecer, cuando el bicherío se adormece.
Claro que a las horas, cuando las luces del alba tiñen el cielo de arreboles, la vida resurge.
CORINA CANALE
Una excelente reserva.
La reserva provincial Isla Pingüino, junto a Bahía Oso Marino y otros islotes, son un reservorio de fauna como skúas, ostreros, patos vapor y cormoranes. En la isla habita una colonia de los extraños pingüinos de penacho amarillo, que se caracterizan por caminar a los saltos y por nidificar en islas subantárticas. El faro de la isla no funciona.
Especies comunes.
En la Ría Deseado viven pingüinos de Magallanes, macaes, petreles, flamencos, cisnes, gaviotines, gaviotas, skúas, ostreros, chorlitos, palomas antárticas, garzas, toninas overas, delfines australes y lobos marinos.
La ciudad.
Puerto Deseado es la cabecera del partido Puerto Deseado, en el noreste de Santa Cruz. Su ejido municipal es de 8.000 hectáreas, de las cuales 239 son del ejido urbano. Tiene 13.000 habitantes.
Gruta de Lourdes.
Está a 20 kilómetros de la ciudad. Miles de placas de agradecimiento se ubican en unos cien metros.
Trekking.
El Circuito de Cuevas, al norte de la ciudad, permite recorrer cuevas horadadas por el mar en los acantilados.
Qué más hacer.
Excursión al Faro de Cabo Blanco, que aún sirve de rumbo para los navegantes, está a 100 kilómetros. Desde allí se divisan loberías.
Dónde informarse.
Más información se puede conseguir en la Dirección Municipal de Turismo, San Martín 1525 (9050), con teléfono (0297) 487-0020 y e-mail: [email protected]
Tarifas diarias.
El costo de una habitación doble oscila entre 70 y 150 pesos y la cabaña para 5 personas, 150 pesos. El valor de la excursión a la ría es de 80 pesos y a la Isla Pingüino 200.