Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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"No me arrepiento de nada"

¡Qué personaje!, el "Gringo" Nani. Una vida siempre pegada al fútbol, pero también vivida intensamente a su costado. Naturalmente, tiene mucho para contar y se nota que lo hace hasta donde le parece prudente, aunque siempre dispuesto a festejar cada frase con una carcajada. El oficio de delantero buscador de goles que siempre ostentó Juan Carlos Nani --una especialidad nunca abundante-- le brindó todo tipo de posibilidades. Las aprovechó hasta donde pudo. O, tal vez, hasta donde se lo permitió él mismo como prioridad, en medio de otras tentaciones y placeres.
"No me arrepiento de nada" . Deportes. La Nueva. Bahía Blanca


  ¡Qué personaje!, el "Gringo" Nani. Una vida siempre pegada al fútbol, pero también vivida intensamente a su costado. Naturalmente, tiene mucho para contar y se nota que lo hace hasta donde le parece prudente, aunque siempre dispuesto a festejar cada frase con una carcajada.


 El oficio de delantero buscador de goles que siempre ostentó Juan Carlos Nani --una especialidad nunca abundante-- le brindó todo tipo de posibilidades. Las aprovechó hasta donde pudo. O, tal vez, hasta donde se lo permitió él mismo como prioridad, en medio de otras tentaciones y placeres.


 "No me arrepiento de nada", fue su categórica y casi filosófica conclusión, después de una charla muy abarcativa de su peregrinaje por los caminos del fútbol y también de su manera de ser.


 "Hace veinte años que no fumo, no tomo. Y antes, que tendría que haber hecho vida sana, no lo hice. Mi mujer me aguantó todo. Yo era trasnochador. Tenía amigos. Salíamos y me olvidaba que tenía que volver. No me quejo de lo que me dejó el fútbol, aunque no se puede comparar con las posibilidades que hay ahora. Gané plata, pero no puede decirse que a montones. Había que manejarse y cuidarla mucho. Y yo, cuidarla no... La familia lo pasó bien, yo también. Si me decían vamos a tal lado, a tal lado íbamos. Me gustaba el juego, me tentaba el casino...", reflexiona sin quejas.

Metas y nostalgias




 Lo suyo fue un diverso transitar por colores de camisetas, latitudes geográficas y diferentes niveles de jerarquía futbolística, junto a un casi permanente deseo de regreso a sus orígenes. Ansias de nuevas metas mezcladas con nostalgias, según se verá en diversos pasajes de sus experiencias.


 Comercial, Boca, Argentinos, Lanús, Celta de Vigo, Gimnasia, Chacarita, Banfield, Defensores Unidos de Zárate, otra vez Lanús, la vuelta a Comercial, Tiro Federal, Argentino de Darregueira y finalmente este Huracán, que en el presente lo tiene como técnico, ya con un nieto (Federico Iglesias) en el equipo.


 "Todo el mundo está en la intriga. Si soy de Comercial o de Huracán. Soy de Comercial hasta por herencia familiar. Allí hice las inferiores y llegué a primera con todos los chicos del club, mi hermano Francisco, el "loco" Arens, Víctor Capurzo, Hugo Grecco, Enrique Deker, en un grupo muy influenciado por la presencia de Héctor Giménez... Me casé muy joven, mi mujer es del Bulevar y me fui bastante para aquel lado, donde vivo actualmente. Yo era el único loco que jugaba en Comercial y me entrenaba en Huracán. Me mataban a patadas".


 --Hiciste experiencia como técnico.


 --Dirigí bastante en la zona. En Huracán, de Guatraché tuve a Mauro Coletto, a mi hijo Marcelo, a la "Chicha" Nieto. Con Macachín, el año pasado ganamos el provincial, jugamos el Argentino "C". Después me vine por un problema de salud, tuve una operación y me estoy recuperando bien.


 "Ahora estoy en Huracán, con todos pibes, tratando de levantar al club después de los juicios que tuvo. Todos estamos haciendo un gran sacrificio y pienso que se va a levantar. Me gusta trabajar con chicos, es una manera de seguir cerca del fútbol".

Boca, el primer gran salto




 Comercial se había convertido en el segundo club liguista --después de Huracán-- halagado por el ingreso a un torneo Nacional. Nani integró ese equipo y encontró vidriera suficiente como para que lo viera Boca. Nada menos...


 "Salté de Comercial a Boca, en el '75. Pero mi paso fue muy corto. Estuve seis o siete meses. Una pretemporada en Mar del Plata y el debut contra Gimnasia. Con poca suerte, porque a los 35 minutos del primer tiempo sufrí un desgarro y estuve más de veinte días parado.En ese partido habían jugado Tarantini, Trobbiani, Tesare, todavía muy jóvenes. Me acuerdo que varios jugadores de Primera estaban en conflicto. El presidente era Alberto J. Armando y Rogelio Domínguez, el técnico".


 --Fue un cambio grande, en tu vida


 --Fue tremendo. Viajé con Atila Misora, que era el presidente de Comercial. Llegué y me encontré con todo eso, la concentración, la Bombonera, el periodismo. De entrada, me vinieron ganas de agarrar el tren y volverme.


 --Pero, te fuiste acostumbrando


 --Sí, de a poco. Primero viajé solo y vivía en La Candela, en el chalet reservado a jugadores de primera. Rattín, era el que manejaba la organización de todo eso. Era una cosa de locos, yo tenía 23 años y de pronto encontrarme con jugadores como Potente, García Cambón, Rogel, Pernía, me parecía mentira. Y hasta tuve la oportunidad de un clásico ante River, aunque en el banco. Hasta que a mediados de año salió lo del pase a Argentinos.

Un penal a "Chocolate"




 Sin embargo, antes de todo eso, con apenas 17 años, Juan Carlos Nani ya se había animado a hacer la valija en busca del fútbol grande, con una prueba en Racing y otra en Estudiantes --un año después-- esta vez junto con Héctor Baley, por entonces joven arquero de Comercial que luego llegaría a integrar la selección nacional, campeona del mundo en 1978.


 "Lo de Racing fue en el `67 y vino a través de un pariente de Basile, que fue el que me llevó. Paré un día en casa del "Coco" y después fui a un entrenamiento, pero finalmente todo quedó en la nada. Y en el `68 fuimos juntos con "Chocolate" a Estudiantes. Me acuerdo que el `Negro' no quería ir y yo lo embalaba para que agarrara viaje. En un entrenamiento me mataron a patadas y no veía la hora de pegar la vuelta.


 "Después, con Baley nos volvimos a encontrar en Buenos Aires. Pensar que en el `77, jugando yo en Lanús, llegué a patearle un penal, atajando él para Huracán, un equipo en el que jugaban Babington, Larrosa y Brindisi". Sí, fue gol".

En Argentinos con goles




 En la entidad de La Paternal, el "Gringo" cubrió otra etapa de su carrera. Allí también estuvo tentado de largar todo, según cuenta.


 "Cuando salió lo de Argentinos, no tenía muchas ganas. Estaba casado, ya tenía a Karina y Marcelo --sus dos primeros hijos-- y me sobraban ganas de volver. Fue en la época en que Diego (Maradona), en el entretiempo, daba la vuelta a la cancha con la pelotita. En ese equipo estaban Pellerano, Roma, Munutti, Quintabani, Fren, el "Negro" Bustos, que venía de Rosario Central. Arriba jugábamos Rafael Moreno, yo y el "topo" Irigoyen, que pateaba como un animal. El técnico era Ricardo Trillini. Ese año anduve bien. Debuté haciendo goles y terminé medio goleador. No me preguntes cuantos hice. Nunca llevé la cuenta."


 --Pero, eras de meterla seguido.


 --Lo mío fue de hacer normalmente 13 o 14 goles por temporada. Salvo en Lanús, que debo haber hecho más de cuarenta, entre la "B" y la Primera. Jugando en Banfield, fui goleador con 27 y no ascendimos. Yo jugué en más equipos de la "B" que en Primera.

A Primera con Lanús




 Con la "granate", Nani tuvo más estabilidad que en sus pasos anteriores. Llegó en 1976 para integrar el equipo que logró el ascenso y prolongó su presencia --ya en primera división-- en 1977.


 "Llegué a Lanús, estando el diputado D'Angelo de presidente. Perdimos el primer octogonal, por el que ascendió Platense. Nosotros recién lo conseguimos para el Metropolitano del `77. Renunció Panzutto como técnico y agarró José María Silvero. Antes de jugarlo hicimos la pretemporada en Cusco. Jugamos dos partidos con la selección peruana que se estaba preparando para el Mundial del `78. En ese Metropolitano, en seis partidos llevaba convertidos 12 goles. Y allí salió la oferta del Celta de Vigo.

El roce internacional




 Hasta ese momento, Juan Carlos Nani no había tenido representantes. Pero ahora, los que marcarían su destino futbolístico pasaron a ser el "Gato" Magdalena y el recordado uruguayo Alcides Silveira. La llegada a España, según lo admite, impactó fuertemente en su vida y en la de su familia. Otro mundo, otras relaciones. También un cambio grande en sus responsabilidades profesionales y personales, mientras comenzaba a asistirlo una tentadora holgura económica.


 "Fue parecido a lo que me pasó en Boca. Al principio me costó un poquito. Después me fui adaptando, tanto a lo deportivo como a las costumbres de todos los días. Por ejemplo --dice riendo-- había que sentarse en una mesa llena de cubiertos y tratar de descubrir con cuales y por donde encarar una langosta".


 --¿Te costó mucho hacerte de amigos?


 --El que me ayudó mucho fue Carlos Fenoy, que tras jugar en Newell`s era el arquero del Celta. Un fenómeno. Uno de los primeros en patear penales. El ya estaba muy habituado a ese medio y se quedó definitivamente allá.


 --Futbolísticamente, no te fue mal.


 --Jugué una temporada y media. Ascendimos a Primera. Después me querían llevar al Benfica, de Portugal. Anduvimos en que sí, que no. Finalmente, jugué dos o tres partidos más en el Celta y nos vinimos. Ya me había agarrado la loca. Mi mujer también hacía fuerza para volver. Mientras, iba creciendo la familia. Había llegado Bárbara Lorena, mi hija menor, que nació en España.

El otro nieto varón




 A propósito de Bárbara Lorena. Lo acompañó a esta entrevista y estuvo muy atenta a sus "confesiones". Además, se trata de la madre de Nahuel, de 9 años, que ya la "rompe" en Banfield, de Mar del Plata, donde está radicada la familia.


 "Ese la mueve y mete goles. Dale Lorena, mostrale el diario", dice Nani. Y sale a relucir un recorte de "La Capital", donde el chico es calificado de "un distinto que desequilibra cuando la pelota pasa por sus pies".


 "Espero que éste haga una buena diferencia", bromeó el orgulloso abuelo.


 
El añorado regreso



 La vuelta al país de Juan Carlos Nani recuperó la constante de aquel peregrinar por distintos clubes. Gimnasia, Banfield y Chacarita, jugando en cada caso torneos completos.


 "Cuando volví de España ya andaba por los 29. Aparentemente, estaba todo listo para ir a Racing. Y resulta que terminé jugando en Gimnasia. Después de Banfield y Chacarita, fui a parar a Defensores de Zárate. Ahí me encontré con que el técnico era Rafael Rímolo, aquel defensor que jugó acá en Rosario. En ese equipo, Sergio Goycochea era el tercer arquero.


 --Pero la cosa, no paró ahí.


 --No. Con 35 pirulos volví a Lanús, para jugar en un equipo que había ascendido de la "C" a la "B". Antes de eso, tenía todo arreglado para venir a Olimpo, pero no se hizo y entonces agarré lo de Lanús.


 --Hasta la vuelta al terruño.


 --Finalmente, me vine a Comercial. Después jugué en Argentino de Darregueira y fuimos campeones. En la zona siempre hubo buena platita. También estuve en Tiro Federal, donde hice muy buenos amigos y terminé en Huracán.


 --¿Había llegado la hora de largar?


 --Y, ya andaba por los 39...

Una noche inesperada




 La llegada de Néstor Barú --de prematuro como lamentado fallecimiento-- a Lanús, después de una transferencia de Pacífico nunca compensada económicamente para la entidad de Castelli y Charlone, alcanzó a coincidir con la presencia de Nani en filas "granate".


 "Jugamos juntos, el de 7 y yo de 9", recuerda, mientras trae a colación un anecdótico aspecto del famoso pase.


 "Tuvimos que venir a Bahía a jugar un amistoso que era parte del arreglo. Pero cuando llegamos al hotel, no nos alojaron porque el partidos no se hacía y nos quería mandar a jugar a Neuquén.


 Llegamos acá a las siete y media de la tarde. El micro nuestro se había ido y nos tenía que venir a buscar al otro día. En ese equipo estaba Angel Rojas.


 "Algunos ya se habían ido con los bolsos a la estación, pero tren no había hasta el otro día. Por allí, me dicen que el "loco" Carro tenía una peña en calle Donado y arrancamos para allá con "Rojitas". Nos recibió Carro y nos sentamos a tomar unos whiskies. Llegó el momento de actuar y ¿quien apareció en el escenario? Un gran amigo, Pedrito Rico. Ni quieras saber lo que fue esa noche, con el "loco" Carro, "Rojitas" y Pedrito".

Personal

Nombre: Juan Carlos Nani.
Fecha de nacimiento: 9-9-50.
Estado civil: casado con Sonia Olga Demattía.
Hijos: Carina Fabiana (37), Marcelo César (35) y Barbara Lorena (27).
Nietos: Federico Ezequiel (16), Estefanía Yael (14), Nahuel (9), Sofía (6) y Fiorella (2).

Osvaldo De Rosa/"La Nueva Provincia"