Bahía Blanca | Viernes, 15 de agosto

Bahía Blanca | Viernes, 15 de agosto

Bahía Blanca | Viernes, 15 de agosto

La cooperativa de chinchillas mantiene sus puntos de venta

Creada en esta ciudad en 1994, la Cooperativa Regional Sur y de Criadores de Chinchillas ha logrado insertarse comercialmente en distintos países del mundo, más allá de los avatares propios de cualquier actividad productiva. El presidente de la institución, Enrique Chappel, destacó que, en los últimos tiempos, se han registrado algunas variantes en relación al sistema de comercialización, ya que varios socios de la entidad optaron por vender las pieles directamente a los compradores internacionales, sin la intermediación de la cooperativa.
La cooperativa de chinchillas mantiene sus puntos de venta . Punta Alta. La Nueva. Bahía Blanca


 Creada en esta ciudad en 1994, la Cooperativa Regional Sur y de Criadores de Chinchillas ha logrado insertarse comercialmente en distintos países del mundo, más allá de los avatares propios de cualquier actividad productiva.


 El presidente de la institución, Enrique Chappel, destacó que, en los últimos tiempos, se han registrado algunas variantes en relación al sistema de comercialización, ya que varios socios de la entidad optaron por vender las pieles directamente a los compradores internacionales, sin la intermediación de la cooperativa.


 "Como muchas veces el productor necesita el dinero y no puede esperar a que nuestra entidad haga un negocio puntual, decide venderle directamente a los compradores foráneos que llegan a nuestro país", indicó.


 "Tiempo atrás, cuando no existían tantos mercados abiertos, los productores no tenían dónde vender y lo hacían a través de la cooperativa, que recibía las pieles a consignación", explicó.


 A pesar de lo expuesto, Chappel destacó que la institución sigue comercializando la producción de alrededor de 20 asociados, obteniendo precios muy competitivos.


 "De todos modos, no se da el volumen de años anteriores, donde llegamos a juntar de 4 a 5 mil pieles, lo que hoy sería una verdadera utopía", aclaró.


 En relación con los países que adquieren las pieles de esta zona, mencionó que Italia sigue siendo el principal comprador, aunque también se venden en España, Japón, los Estados Unidos y Canadá.


 "Los acopiadores del exterior siguen valorando mucho la calidad del producto de la región", subrayó.


 La cooperativa cuenta con aproximadamente 60 socios de distintos lugares de la zona y de la Provincia, como Dorrego, Coronel Suárez, Pedro Luro, Bahía Blanca, Azul y Tandil, entre otros.


 En más de una ocasión, los representantes de la entidad consideraron que el transparente sistema de comercialización realizado por la institución la ubicó en los primeros planos a nivel provincial, nacional e internacional.


 "Hay algunas entidades a las que les cuesta bastante desarrollar canales de venta y está comprobado que cualquier emprendimiento productivo tiene éxito en la medida que pueda ganar mercados y en el que el productor sólo se dedique a hacer lo que mejor sabe, que es producir", reflexionó Chappel.


 Vale destacar que, en mérito a su notable desempeño y prestigiosa trayectoria, la Cooperativa Regional Sur y de Criadores de Chinchillas recibió --en octubre de 2003-- el premio Integración Regional, instituido por el Centro de Información Empresarial del Mercosur y por la Fundación de las Américas.

Comportamiento del mercado




 La industria de la chinchilla presenta una curva de crecimiento muy particular. Sus ascensos son largos y continuos y sus descensos, escasos y cortos.


 El período 1997-2007 se presenta como la década de mayor prosperidad para el productor de chinchillas. Hay muchas razones para explicar este fenómeno; tal vez, la más comprensible es que, en una prenda confeccionada, se utiliza un promedio de 100 pieles, lo cual quiere decir que la producción mundial actual de 450.000 pieles sólo permite confeccionar 4.500 tapados por año para todo el planeta.


 En contraposición, cada vez hay gente de mayor poder adquisitivo, porque van apareciendo nuevos mercados inexistentes años atrás (por ejemplo, la nueva China y Rusia capitalistas). Solamente en China, han aparecido en el mercado consumidor 4.000.000 de nuevos millonarios.


 Asimismo, el desarrollo productivo de la chinchilla no puede acelerarse. Se trata de un animal que da entre tres y cuatro hijos por año a diferencia de los conejos, cuya fertilidad es diez veces superior.


 Toda la coyuntura que presenta esta actividad es muy particular: resulta que, a medida que la demanda sube, la oferta baja. Cuando los precios suben, crece la actividad toda, y así aparecen nuevos productores que ingresan a la industria. Los animales con los que se inician estos nuevos productores deberían haber ido a parar al mercado de pieles, pero al ser destinados a reproducción, se ha provocado una disminución en la oferta. Se trata de un círculo vicioso en el que el juego de la demanda y oferta se ha mantenido durante más de 30 años con pequeñas alzas de demanda cada año.


 La piel de chinchilla, llamada la perla de las pieles, es el producto más sofisticado que puede ofrecer una peletería prestigiosa. En todos los desfiles internacionales las últimas prendas que desfilan por las pasarelas son las suntuosas chinchillas realzando el nivel del desfile y de la casa que las presenta. Esta piel es la más suave, liviana, densa y brillosa de todas las pieles de nuestro mundo.


 Estas cualidades del producto fueron conocidas desde antaño pero, con el correr de los años y del continuo trabajo genético, se ha mejorado tanto la calidad de las pieles que sería ridículo compararlas hoy con las producidas diez años atrás.


 Las pieles actuales presentan un tamaño superior, un color azulado intenso y son extremadamente oscuras con panzas cada vez más blancas. Este contraste es lo que más llama la atención. Se produce un suave degradé entre el centro de la piel bien oscura y azulada hacia los bordes grises, terminando en la panza blanca nívea.


 Ninguna piel de otro animal tiene esta diferenciación. Ese contraste es la marca registrada de nuestro producto. Quién luce una prenda de chinchillas tendrá la plena satisfacción que la gente que este a su alrededor sabrá que se trata de un tapado de chinchillas (la piel más cara del mundo)


 Todas estas afirmaciones fueron las reglas del mercado hasta 1994. A partir de ese año, la situación ha variado enormemente. Hoy se ha producido una ampliación de la demanda mundial de estas pieles que no tiene precedentes.

Los tres grandes cambios del mercado peletero mundial

1. Cambio de materias primas y pieles de criadero en lugar de pieles salvajes: con las nuevas corrientes ecologistas, y su fuerte lucha contra la caza de animales salvajes o en peligro de extinción, se logró que los grandes centros peleteros mundiales realizaran un giro de 180°, con respecto de las materias primas con las que confeccionan sus prendas.






 Se ha dejado de trabajar con los típicos animales salvajes de antaño como los zorros, o visones o nutrias salvajes para dedicarse, exclusivamente, a animales de criadero.


 Esta nueva política económica adoptada con mucho criterio por los grandes centros peleteros, provocó una gran demanda internacional de todas las pieles de criadero o ecológicas.


 La chinchilla, que desde 1922 se reproduce solamente en criaderos, ha sido la que más aumento ha acumulado.

2. Incorporación de un nuevo segmento en el mercado consumidor: otras de las grandes razones que ha provocado aumento en la demanda y por ende suba de precios, ha sido la innovación en la confección de las prendas.




 Hasta 1994, sólo se hacían prendas de pura chinchilla (largos tapados, sacones 3/4, sacones cortos, estolas y sombreros). Esa confección apuntaba a un segmento muy claramente determinado, el segmento de más alto poder adquisitivo del mundo, únicos que podían gastar sumas de hasta 50 mil dólares por un tapado.


 Hoy se ha puesto de moda la combinación con prendas de cuero o seda. Están en auge los TRIMS (recortes) de chinchilla. Así, hoy es posible conseguir sacones de cuero con cuellos y puños de chinchillas, o estolas de seda con recortes en los bordes de chinchillas.


 Con esta innovación de combinar la piel con materiales más económicos, se consigue apuntar a otro segmento de la población mundial que, si bien tiene un menor poder adquisitivo, es mucho más grande.


 Hoy, una mujer de clase media alta puede tener su soñado tapado de chinchilla a un precio módico de cinco mil dólares, que consta de 80% cuero y 20% de chinchilla.


 La fiebre por las pieles ecológicas ha llegado a un punto tal que se están produciendo también pulóveres, similares a los de angora, pero mucho más suaves y livianos.


 Estas prendas se confeccionan directamente con pelo suelto de chinchillas, con lo que se abre otro elemento más de comercialización que antes no existía.

3. Incorporación al mercado peletero de nuevos países consumidores de gran poder adquisitivo y enorme población: Japón, China y la nueva Rusia capitalista se han introducido con mucha fuerza y capitales en el mercado peletero, desplazando, inclusive, a países tradicionalmente peleteros como Alemania, Italia, Francia o los Estados Unidos. Estos nuevos países, con una cultura totalmente diferente a la Occidental, son hoy los mayores consumidores de pieles de chinchillas y de la mayoría del resto de las pieles. Un mercado tan poderoso y grande prevé un futuro todavía mejor que este brillante presente.




 Este acontecer mundial del mercado peletero repercute directamente en nuestro país. La Argentina ha sido, siempre, un regular productor de pieles de chinchillas, en cuanto a calidad y cantidad.


 Sin embargo, en estos momentos se ha mejorado notablemente la calidad nacional en función del gran esfuerzo que hicieron durante los últimos años las grandes cabañas argentinas, al importar reproductores de mejoramiento de las mejores cabañas de EE.UU.


 Hoy, la Argentina está posicionada en el tercer puesto del mundo en cuanto a la calidad, detrás de los Estados Unidos y Alemania y el cuarto, en cuanto a cantidad, luego de Canadá, los Estados Unidos y Alemania.

Nota: fuente: www.chinchilla.com.ar)

Pablo Javier Marcó/Agencia Coronel Dorrego