De Chasicó... y para la exportación
Cuando Javier Ulises Sánz, de 25 años, y Paula Junco, de 21, abandonaron Chasicó para estudiar en la Universidad Nacional del Sur (UNS), lejos estuvieron de imaginar que aquel sacrificio, tal como coinciden hoy en definir, les iba a abrir las puertas para un promisorio futuro en el exterior.
Flamante licenciado en Ciencias Económicas, Javier acaba de partir --ayer-- a Barcelona, donde fue contratado por la empresa multinacional Nissan Motores. La beca consta de ocho meses, con posibilidades de continuar.
Paula, estudiante avanzada de licenciatura y profesorado en Historia en la UNS y Arqueología a distancia en la UBA --a través de una beca-- partirá en diciembre a Londres, para culminar sus estudios en la University College. Luego, tiene contrato para trabajar durante dos años en un museo.
Típico chico de pueblo --"somos demasiado buenos", admite-- Javier cuenta que cuando llegó a Bahía Blanca se sintió "sapo de otro pozo".
"Es una carrera de pocos alumnos, casi todos con ingresos altos. Me sentí apartado. De hecho, casi todos mis amigos son de la zona. No estoy criticando a los bahienses pero, sinceramente, allí me di cuenta de la diferencia que hay con los jóvenes de Chasicó", argumentó, en un aula de su querido colegio, a pocas horas de emprender el vuelo hacia la Madre Patria.
"Criarme en este pueblo --continuó-- fue lo mejor que pudo haberme sucedido".
Reitera que radicarse en Bahía fue un "cimbronazo", pero destaca que si alguien lo ayudó --y mucho-- fue su abuela Berta, con quien convivió durante toda la carrera.
"¡Divina! --asegura--. Me cocinaba, me planchaba... claro, a veces, tanta sobreprotección hacía que nos peleáramos, pero siempre estuvo presente. Ella creyó que trabajaría en Bahía y me quedaría con ella. Se puso muy triste cuando le conté que me iba".
Los agradecimientos también recaen en Nancy Emma Copperi, su mamá.
"Está feliz y triste a la vez. Trabajó mucho para que pudiera estudiar. Tenemos una relación muy estrecha, siempre estuvimos juntos y sabe que esta es una gran oportunidad para mí", señala.
"Ojalá pronto pueda reunir dinero para invitarla a Barcelona, al igual que a mi hermano Federico", se esperanza.
El primer año de adaptación en Bahía, según rememora, fue "muy bravo".
"Venía a Chasicó todos los fines de semana. Claro, después me hice de amigos y fue más fácil", cuenta este "solterito y sin apuros" que dice estar en la condición ideal para tomar nuevos rumbos.
Todo surgió poco después de que, al finalizar la carrera, rindió el trabajo final de grado; es decir, la tesis.
Lógicamente la aprobó y fue así que un profesor le comentó la posibilidad de recibir una beca de trabajo en el exterior.
Las probabilidades eran los Estados Unidos, España e Italia.
"Había alrededor de ocho becas disponibles y más de 25 alumnos. No me desesperé. Simplemente manifesté interés. Cuando me seleccionaron, a principios de este año, no podía creerlo y empecé enseguida con los trámites del pasaporte", relata.
Y encima...
Lo más valioso de Javier y Paula es que ambos pudieron aprovechar la universidad más allá de las adversidades económicas. De hecho, no dejaron de trabajar.
Una vez que rendía los finales, Javier regresaba a Chasicó para atender una ferretería o despachar combustible en la sucursal local de la Cooperativa Rural de Tornquist, donde --aclara-- "siempre me esperaban".
"Trabajaba hasta febrero, en plena época de cosecha. Luego volvía a Bahía con unos pesos y rendía el resto de las materias", recuerda.
Ahora, su ámbito laboral será una fábrica multinacional de automóviles.
Javier trabajará en la parte gerencial --se encargará de amortizaciones y costos-- y será capacitado en ventas y marketing.
"Es una empresa que acostumbra a contratar a alumnos becarios, porque los van formando a su medida. Quiere gente joven y luego les ofrece posibilidades de quedarse", puntualizó.
"¿Dónde me alojaré? Creo que en un departamento y, por ahora, solo. Mi expectativa, en principio, es cumplir los ocho meses. Después veré", señala, para agregar que, tal como le comentaron, Barcelona es una ciudad "hermosa y con mucha movida nocturna y cultural".
"Si bien todo debe ser muy lindo, soy de pueblo y sé que el costo será alto desde el punto de vista de los afectos", reflexionó.
GRISADO
Buenos recuerdos.
"El nivel del secundario de Chasicó es muy bueno. En la uni aprobé sin problemas el curso de ingreso a matemática. Además, lo pasé genial. No era de los que sacaban 9 y 10, pero me iba bien", recordó Javier.
Todo un ejemplo de que la juventud no está perdida
Paula Junco estudia licenciatura y profesorado en Historia en la UNS y, además, Arqueología en la Universidad de Buenos Aires (UBA), a distancia y gracias a una beca.
"Un bocho total", dicen en el pueblo.
Si bien no es nativa de Chasicó, llegó a los 13 años y aquí cumplió sus estudios, hasta egresar del anexo.
"Decidirme por Historia fue todo un tema, porque me interesaban varias carreras. A último momento dije `basta. Es esto", rememora, para agregar que le interesa la historia étnica.
Vive en Bahía Blanca con su mamá, aunque viaja con frecuencia a Chasicó porque aquí se encuentra buena parte de su familia.
"¿Cómo surgió la beca? A través de la UBA. Me había planificado obtenerla en Inglaterra o los Estados Unidos. Y la semana pasada me avisaron que me habían aceptado para cumplirla en Londres", cuenta, para agregar que partirá el 20 de diciembre.
La base, según dice, fueron varios trabajos sobre arqueología entregados en diversos congresos a los que participó.
"Sé que será difícil por la cultura y el idioma, pero ya estoy estudiando inglés", señala.
"En realidad, estoy acostumbrada a leer el material en ese idioma, pero me falta afianzar la parte de conversación", sostiene.
El proyecto es finalizar en Inglaterra sus estudios de Arqueología e Historia en la University College of Londres, concretamente en la Facultad de Ciencias Históricas y Sociales.
"Antes de viajar deberé rendir algunas equivalencias para las que ya me estoy preparando. Luego, tengo un contrato de trabajo por dos años en un museo a designar", relata.
"No puedo creerlo, estoy feliz y a la vez ocupada por cumplir con todo antes del viaje", reflexiona, con una sonrisa.
Sus expectativas, tal como lo admite, son proyectarse en el exterior, ya que su carrera, dice, no tiene mucho desarrollo en Bahía Blanca más allá de la docencia.
"Además --asegura, categórica-- no me siento cómoda en la ciudad. En la cátedra donde soy practicante no veo demasiado respeto, es muy distinto al trato que observo en Chasicó. Lamentablemente, en la UNS todos somos un número".
A la hora de hablar de los afectos, destaca a su mamá, María Vallejos, y a su hermano Darío.
"Ella (por su mamá) está muy contenta con esta noticia. Somos pegotas, pero anhela que me vaya bien y, fundamentalmente, que haga lo que quiera, lo que me ayude a sentirme feliz", sintetiza.
CUADRITO
La juventud y el estudio
"Les aconsejo a los jóvenes que cuando terminen el secundario estudien lo que les gusta. Que no busquen una carrera que les de dinero, no los llevará a nada y les costará el doble. Además, es importante rodearse de buena gente y lucharla cuando sea la hora de buscar trabajo". (Javier).
"Es cierto, hay que hacer lo que a uno le gusta. Pero no veo a la juventud demasiado ocupada en el estudio. Un poco debe ser por la situación actual del país, donde muchos creen que mejor es trabajar. Pero el estudio es la base de todo. Por otra parte, considero que la mayoría de los docentes de la UNS está muy capacitada". (Paula).
FRASES (CADA UNA CON CARITA)
"Sé que vivir en Londres será difícil por la cultura y el idioma, pero ya estoy estudiando inglés. Mi proyecto es afianzarme en el exterior, porque acá no tengo demasiadas oportunidades". Paula.
"Soy de pueblo y, aunque sé que Barcelona es muy lindo, soy consciente de que el costo de tener lejos a los afectos será muy alto. Permaneceré ocho meses y después veré...". (Javier).
Más de 15 años junto a la enseñanza
Hace 16 años se inauguraba, en una vieja vivienda, el secundario en Chasicó, anexo perteneciente a la Escuela de Enseñanza Media Nº 1 de Tornquist.
"Muchas ilusiones y esperanzas crecieron con este hecho", recordó la regente de estudios, Marcela Gutiérrez.
"Ya no emigrarían familias enteras para que los chicos pudieran estudiar, ni éstos tendrían que internarse en colegios pupilos --en ciudades cercanas-- o quedarse en el campo por carecer de posibilidades económicas para proseguir estudios superiores", añadió.
A partir de ese momento, el desarraigo en esta pequeña localidad sería cada vez menor.
"Chasicó ya no corría riesgo de convertirse en un pueblo fantasma como ha ocurrido con muchos otros", reflexionó.
Creció, se afianzó y prosperó gracias a la permanencia de las familias y al regreso de aquellos "hijos del pueblo" que volvieron para ayudar a ese crecimiento.
"Algunos de esos profesionales que hoy restituyen sus conocimientos al pueblo natal son, junto a otros que viajan desde Bahía Blanca y zonas aledañas, quienes conforman el plantel docente de la institución", manifestó.
"El anexo funciona exitosamente gracias al compromiso, identidad y sentido de pertenencia de cada uno de ellos con la institución; gracias al trabajo de la cooperadora y al vínculo armónico y clima de respeto y colaboración entre familias y escuelas", completó Gutiérrez.
Fruto de ello, dijo, es la concreción de la partida de estos dos egresados del anexo a lejanos horizontes, para cumplir con sus sueños de un futuro promisorio.
"Paula y Javier son ejemplos de jóvenes que, con perseverancia, tenacidad y esfuerzo, pese a las adversidades, han podido alcanzar su título universitario o estar en vías de hacerlo", consideró.
Agregó que ambos serán, en Inglaterra y España, quienes representarán a esta parte de la juventud argentina que aún confía y tiene proyectos de construir un país mejor.
"Demostraron que pese a pertenecer a una zona rural, donde se torna difícil cumplir con calidad y equidad educativa, previsto por la Ley Federal de Educación, con sacrificio y voluntad, se pueden lograr los objetivos", aseguró.
"El corazón de los chasiquenses se llena de orgullo. Cada madre y padre corroboran, con estas becas para Paula y Javier, que deben seguir apostando a la mejor herencia que les pueden dejar a sus hijos: la educación", manifestó.
Dijo que cada alumno puede comprender ahora que, lejos de los temores lógicos que genera no estar en las mismas condiciones que los chicos de la ciudad, si se adquieren las herramientas necesarias para un desenvolvimiento eficaz en los niveles académicos superiores y aprovechan la oportunidad que se les da de estudiar, podrán obtener un título universitario o perfeccionarse en algún oficio para una pronta salida laboral.
"Pese a la crisis que hoy vive Chasicó, por pertenecer a un sector castigado por la sequía y las medidas económicas, sus pobladores aún desean seguir luchando por una Argentina resplandeciente.
"Con la noticia de estas becas se renuevan las esperanzas, confiando en que aún existe una pequeña hendija por la que se filtrará una luz brillante", sostuvo.