Karen Quinlan
Hace 52 años, en marzo de 1954, nació en Estados Unidos Karen Ann Quinlan, la mujer que establecería un punto de inflexión en el tema de la eutanasia o, como se mencionó entonces, "el derecho a la muerte digna".
El caso conmocionó al mundo y aún hoy se mantiene firme en la memoria colectiva. Karen cumplía sus 21 años de vida cuando, en medio de unos festejos, realizó una letal combinación de alcohol y pastillas de tranquilizantes. El 5 de abril entró en estado de coma y, pocos meses más tarde, los médicos consideraron que el cuadro era irreversible y que la mujer seguiría en ese estado conectado a un respirador.
La polémica se desató cuando sus padres manifestaron a los médicos del hospital que no querían ver a su hija en ese estado y pidieron se le quitara el respirador para permitirle "una muerte digna". La cuestión fue llevada a juicio. Un juez de New Jersey denegó, a fines de 1975, la solicitud. Hecha la apelación ante la Corte Suprema local, ésta falló por unanimidad por el retiro del respirador. A mediados de mayo de 1976, en una ceremonia tan íntima como conmovedora, Karen quedó liberada a su propio esfuerzo para respirar. Lo hizo por diez años, aunque sin abandonar jamás su estado de coma. Murió el 11 de junio de 1985.
Luego de Karen, hubo otros casos similares que fueron generando nuevas leyes y prácticas médicas. Ahora, todos los estados norteamericanos reconocen el derecho legal de una persona a definir por su cuenta hasta dónde quiere seguir con el cuidado medico o en qué momento poner fin a su situación en caso de una enfermedad terminal. En tema, sin embargo, sigue siendo siempre centro de controversias en todo el mundo.