Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Conseguir realidad, la meta del argentino Pablo Helman

El argentino Pablo Helman, candidato al Oscar en la categoría efectos visuales por su trabajo en el filme de Steven Spielberg, Guerra de los mundos, aseguró que el desafío central en esta realización fue "conseguir realidad". Diseñador de efectos de la Industrial Light and Magic (ILM) de George Lucas, Helman comandó un equipo de 200 técnicos con los que creó los impresionantes efectos especiales del filme basado en la novela de H.G Wells que relata una invasión extraterreste que sacude a los Estados Unidos y en la cual Tom Cruise intenta llevar sano y salvo a sus hijos hasta la casa de su ex esposa a varios kilómetros de distancia.
Junto al gran George Lucas, en la industrial Light & Magic. (Archivo LNP)


 BUENOS AIRES (Télam) -- El argentino Pablo Helman, candidato al Oscar en la categoría efectos visuales por su trabajo en el filme de Steven Spielberg, Guerra de los mundos, aseguró que el desafío central en esta realización fue "conseguir realidad".


 Diseñador de efectos de la Industrial Light and Magic (ILM) de George Lucas, Helman comandó un equipo de 200 técnicos con los que creó los impresionantes efectos especiales del filme basado en la novela de H.G Wells que relata una invasión extraterreste que sacude a los Estados Unidos y en la cual Tom Cruise intenta llevar sano y salvo a sus hijos hasta la casa de su ex esposa a varios kilómetros de distancia.


 "A pesar de tratarse de una película de ciencia ficción, el trabajo de los efectos tenía que ser invisible en el rodaje con un desafío central que fue conseguir realidad en todas las tomas y situaciones", relató Helman, desde las oficinas de la empresa que regenta Lucas en San Francisco.

Trabajo en equipo




 Helman, quien se trasladó a Estados Unidos a los 21 años, donde obtuvo el título de Music Composer en la UCLA, se vinculó hace años a la Industrial Light & Magic, trabajando como diseñador de efectos.


 Por su especialidad, el argentino ya fue nominado al Oscar en 2003 por los efectos especiales de Episodo II: La guerra de los clones de la saga La guerra de las galaxias, además de haber trabajado en numerosos filmes como Código flecha rota, Día de la independencia, Jurassic Park, Hombres de negro, Cowboys del espacio y Terminator 3, entre otros.


 Hablando del trabajo en sí, Helman relató que el equipo combinó los programas de computadoras con miniaturas, explosiones reales y modelajes.


 "Fue un trabajo de equipo de diferentes técnicas, porque la única manera de que todo se vea completamente invisible y real es usar más de una tecnología", relató.


 Y hablando sobre el rodaje contó que la metodología fue dejar que Spielberg hiciese lo que quisiera, que moviera la cámara como le gustara, porque en vez de hacer un trabajo de pantalla azul o verde (en la que todo el decorado es agregado posteriormente), se decidió un rodaje en el que los actores estuvieran frente a cámara con luz natural.

Cuatro meses de preparativos




 Para este filme, en el que comparte la nominación al Oscar con sus compañeros de equipo Dennis Muren, Randy Dutra y Daniel Sudick, los realizadores de efectos de la ILM se reunieron con Spielberg cuatro meses antes del inicio del rodaje.


 "En esas reuniones vimos el guión y cómo íbamos a encarar el trabajo; después, durante el rodaje estuvimos los 100 días al lado de Spielberg para discutir cuestiones de tomas e ir planeando el trabajo de las jornadas sucesivas y finalmente vino la posproducción con el equipo completo que llegó a 200 personas, y en la que hubo que pintar en 3D, modelar en 3D, componer imágenes, construir miniaturas, explotarlas y otras cosas", relató.


 También fue consultado sobre la dinámica de la tecnología de los efectos especiales.


 "Es una industria que cambia cada 6 meses. Esto por un lado es un gran problema, porque todo se vuelve antiguo y también una cuestión muy interesante porque todo el tiempo tenés que estar investigando", indicó.


 En este sentido relató que la ILM posee un departamento de Research & Development (investigación y desarrollo), con gran cantidad de científicos.


 "Con ellos nos reunimos después de haber estudiado el guión y discutimos la manera de ir resolviendo los problemas que se fueron presentando, así como el tipo de programas que se necesitaban.


 "La de esta industria es una carrera que no tiene final ni tiene triunfador; gana el desarrollo en general y todos utilizamos los descubrimientos de otros y aportamos los nuestros para el crecimiento de la tecnología", sostuvo.


 Junto a Gustavo Santaolalla, que fue nominado por la banda de sonido de El secreto de la montaña, Helman será el segundo argentino sentado en una butaca del Kodak Theatre de Los Angeles el próximo 5 de marzo esperando alzarse con una de las preciadas estuatillas del Oscar.