Bahía Blanca | Jueves, 17 de julio

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Consejos que no deben ser desoídos

COINCIDENTEMENTE con el inicio de la temporada de masiva afluencia turística a la región serrana, desde el cuerpo de bomberos voluntarios de Tornquist se difundió una serie de recomendaciones destinada, principalmente, a los visitantes y habitantes del sector rural, con la finalidad de evitar la ocurrencia de incendios.




 COINCIDENTEMENTE con el inicio de la temporada de masiva afluencia turística a la región serrana, desde el cuerpo de bomberos voluntarios de Tornquist se difundió una serie de recomendaciones destinada, principalmente, a los visitantes y habitantes del sector rural, con la finalidad de evitar la ocurrencia de incendios.




 LA EXPERIENCIA de los últimos veranos indica que, muchas veces, la imprudencia o el desconocimiento se han materializado en siniestros que arrasaron miles de hectáreas serranas, ocasionando pérdidas económicas y devastando pastizales y arboledas, con la consiguiente degradación del patrimonio turístico.




 AÑO TRAS año, son los bomberos voluntarios, tanto de Tornquist como de distritos vecinos, quienes deben distraer horas y hasta días de sus labores habituales, para arriesgar sus vidas en procura de sofocar incendios. Algunos de ellos, inevitables, ya que el sector serrano es proclive a las tormentas eléctricas con profusión de rayos, lo que, unido a la existencia de extensos pastizales, facilita la combustión. Pero muchos otros integran la lista de aquellos que, con un mínimo de cuidado, se podrían haber evitado.




 ASI, DESDE la entidad bomberil, se han difundido consejos del tipo de no dejar material inflamable en lugares cerrados o cerca de una vivienda, no arrojar fósforos ni colillas encendidos, utilizar el cenicero del vehículo, acampar en lugares permitidos y asegurarse de apagar convenientemente todo fuego que se haya encendido antes de retirarse, recordando que este debe hacerse sobre tierra o piedra, lejos de árboles, hojas, pastos secos y protegido convenientemente de la acción del viento.




 TAMBIEN, evitar quemazones en las proximidades de bosques, sean nativos o implantados; no realizar quemas de ramas u hojas, salvo en lugares apropiados; ni arrojar vidrios o metales que, por acción del sol, puedan ser origen de llamas.




 FINALMENTE, para el caso de que, a pesar de las instrucciones precedentes, el siniestro se haya producido, tener en cuenta la dirección del viento, para alejarse de las llamas; cubrirse la nariz y boca con un paño mojado, en caso de haber mucho humo, y, por último y no menos importante, averiguar y tener a mano el número telefónico de los bomberos o defensa civil de la zona donde se encuentra, a fin de que estos puedan proceder con premura a su combate.




 COMO SE VE, todos consejos y precauciones surgidos del sentido común, aunque los hechos producidos a lo largo de los años dicen que siempre hay personas para las cuales tal sentido no existe o bien que, de tenerlo, desoyen sus advertencias.




 SEGUN señaló, certeramente, el jefe del cuerpo, Alberto Olle, producida la situación, "es necesario movilizar un montón de herramientas y maquinarias al sector serrano, que, generalmente, son provistas por la municipalidad, ocasionando grandes gastos económicos en horas hombre y combustibles, cuando todo ello se podría evitar con la realización de un contrafuego en su debido momento".




 DE LAS experiencias vividas en los últimos años, surge que la carencia de medidas preventivas contribuyó a generar, en el sector rural de la zona, grandes incendios, con la pérdida de cosechas, animales, alambrados y hasta maquinaria agrícola, al par que los siniestros generan gastos de miles de pesos y el invalorable desgaste del material humano, todo lo cual podría ser evitado a poco que cada uno de los involucrados, sean propietarios y trabajadores rurales como turistas, tome conciencia de los riesgos y proceda en consecuencia.

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Año tras año, son los bomberos voluntarios quienes deben distraer horas y hasta días de sus labores habituales, para arriesgar sus vidas en procura de sofocar incendios que podrían ser evitados.