Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Así en la vida como en las carreras

Carlos Villar es así, hoy, en la vida, como fue siempre en las carreras. Un piloto veloz caracterizado por su temperamento, por su vehemencia. Pero ya no compite en el Speedway. Una grave lesión medular que sufrió en un accidente corriendo en Inglaterra, hace casi dos años, le quitó la movilidad del 80 por ciento de su cuerpo.
Así en la vida como en las carreras. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca


 Carlos Villar es así, hoy, en la vida, como fue siempre en las carreras. Un piloto veloz caracterizado por su temperamento, por su vehemencia. Pero ya no compite en el Speedway. Una grave lesión medular que sufrió en un accidente corriendo en Inglaterra, hace casi dos años, le quitó la movilidad del 80 por ciento de su cuerpo.


 "Para mí no caminar es lo de menos, nadie que no lo padezca puede imaginar lo que es esto", dice. Pero "Carlucho" no le mezquina fuerza, garra, voluntad, la misma que siempre aplicó sobre una moto de carreras. Aquí, en Canadá, o en Gran Bretaña.


 Ahora la pone en esta nueva existencia, entre su Coronel Pringles y Bahía, diametralmente distinta a la que llevaba hasta aquel 18 de octubre de 2003, el fatídico día en que su equipo, Berwick Bandits, enfrentaba a Newport Wasp en la pista de Sheffield Park, por la última fecha de la Premier League del Campeonato Británico de Speedway.




 --¿Qué es de la vida de "Carlucho"?


 --Por ahora no demasiado ocupado, reorganizándome en este tipo de vida tan diferente, o acostumbrándome. Como es todo tan diferente, tan complicado... cosas que uno no se imagina. Porque en una persona con mi problema el no caminar es el menor de los inconvenientes. Así que estoy tratando de acostumbrarme y reorganizando mi vida y mi futuro de la mejor manera posible.


 --¿Cuánto hace que volviste de Inglaterra definitivamente?


 --Retorné en noviembre del año pasado. El 18 del mes que viene se van a cumplir dos años del accidente. Creo que voy entrando en la última etapa de rehabilitación que le llaman, que son las cosas que a uno no le enseñan en los hospitales y que va aprendiendo en la calle, como quien dice.


 "Y adaptándome, poniendo todo para salir adelante, porque si bien esto no es una enfermedad, es algo en lo que hay que ser muy fuerte para salir adelante; uno tiene que salir solo, porque nadie te va a venir a golpear la puerta para salir adelante. En un principio hay mucha gente alrededor, pero después uno se va quedando con los más allegados.


 "Hay que salir por uno mismo. Es como un vicio, como la droga, si no salís por las tuyas, te morís encerrado en una habitación".


 --¿Sentís que acá, en tu tierra, se olvidaron de vos?


 --No, no es que me olvidaron. La gente se acuerda mucho de mí, tengo muchos amigos, creo que dejé muy buenos recuerdos en el Speedway, pero el mundo sigue y cada uno tiene sus cosas. La gente no puede estar pendiente de los demás, en un mundo que día a día se desarrolla muy rápido. Por eso no es que se hayan olvidado, sino que los tiempos pasan, cada uno tiene su vida, sus cosas.


 "Hay que tener mucha autoestima para seguir adelante. Creo que hasta ahora lo vengo llevando bastante bien, aunque es muy difícil porque uno se vuelve muy sensible, muy susceptible a deprimirse cuando las cosas no salen bien, o, como en mi caso, cuando uno se enfrenta con la indiferencia de la sociedad hacia las personas con cierto tipo de discapacidad, o ancianos, porque no tienen consciencia de cuánto nos complican la vida".


 --¿Cómo es tu vida hoy?


 --Por ahora es tranquila, con muchos proyectos, con muchas cosas por hacer. Ahora disfruto de las pequeñas cosas que antes me pasaban desapercibidas; creo que la mayoría no las disfruta hasta que no las tiene. Por ejemplo un baño, una comida, varias cosas... También con muchos proyectos, con ganas de insertarme en la sociedad, de tener un trabajo y una vida independiente.


 "Todavía no tengo una actividad, que es un gran problema, no solo para mí sino para toda la gente que tiene una afección como la mía. Tener una actividad en la cual poder desarrollarme.


 "Me gustaría seguir vinculado y y hacer cosas relacionadas con los deportes mecánicos, el ambiente en el cual me gusta estar, aunque todavía no he concretado nada acerca de mi futuro. Por ahora vivo el día a día".


 --¿Te bajaste definitivamente como corredor?


 --(Esboza una leve sonrisa) Me bajó la moto...


 --No digo necesariamente de motos, sino como corredor...


 --(Hace una pausa) Me emociono mucho al hablar de todo esto... Me bajé en mi mejor momento, pero... (se le entrecorta la voz) En mi interior sigo siendo un piloto. Uno se vuelve muy sensible ¿no? No tengo ningún rencor con lo que me pasó, porque siempre hice lo que me gustaba.


 "Llegué a lo que quería, cumplí mis sueños y mis metas. Este obstáculo me puso nuevos sueños y nuevas metas, así que sigo siendo un corredor... de silla de ruedas, de la vida... Me siguen gustando igual o más que antes las motos. Volvería a hacer lo mismo... Sueño que corro y... (muy conmovido)... Otra pregunta...


 --Pero tenés algún proyecto en ese sentido...


 --La idea es seguir vinculado de alguna manera al ambiente, pero como hay ciertos obstáculos que sortear prefiero todavía no adelantarme a los hechos. Soy una persona que prefiere hacer antes, y después sí poder hablar.


 --Siendo que en Inglaterra disponías de los últimos adelantos de la medicina en cuando a tu patología, ¿qué fue lo que te impulsó a regresar?


 --Y... en Argentina nací y crecí, está mi corazón. Estaba en Europa porque quería hacer o desarrollarme con los mejores, como piloto, como persona, pese a mis limitaciones económicas. No iba a ser campeón mundial nunca porque empecé de muy grande, por diferentes circunstancias, pero sí quería probar de estar cerca de los mejores del mundo, aprender --que aprendí muchísimo--, medirme.


 "Eso es tal vez lo que me quedó pendiente: mostrarle a mi público lo que había aprendido como corredor en el último año; lo que me había desarrollado personalmente; cuánto tenía para demostrar, para enseñar, y seguir aprendiendo, porque uno nunca deja de aprender. Eso es lo que me quedó pendiente".


 --¿Los afectos pesan hoy más que antes?


 --Indudablemente sí. Tengo una personalidad especial, no soy un tipo fácil... (hace una pausa, emocionado) con mi familia sobre todo. Esto lo asumí como un problema mío, de la familia, de mis amigos. Uno no quiere llevar el sufrimiento ni el dolor a los más allegados ¿no? Entonces uno tal vez trata de ser duro, de ser fuerte, para no demostrar lo que le pasa interiormente. Pero dentro de todo he arreglado algunas cosas, me quedan otras pendientes por solucionar. Creo que el tiempo lo va a solucionar todo.


 --¿Cómo es tu vida sentimental hoy? ¿Estás en pareja?


 --Uh, me mandás al frente (risas). Hay gente que me quiere mucho. Tal vez yo no me siento en este momento para encarar cosas serias, o comprometidas, porque no me siento... un ciudadano completo. Con lo de completo me refiero a tener una rutina, un trabajo estable, un proyecto sólido. Todavía estoy saliendo del shock, recién ahora estoy caminando mi vida, así que no puedo hacer cosas serias y comprometidas. Pero gracias a Dios hay gente que me quiere.


 "Cuando a uno le pasa algo como esto piensa que el mundo se terminó. Y no es así. Hay muchas cosas por hacer, muchos sentimientos. Es una vida diferente pero no se termina con esto, a pesar de que lo que tengo es algo muy complicado, que solamente puede entender alguien que haya pasado algo igual. Esto no se lo deseo ni al peor de mis enemigos.


 "Yo tuve mucha suerte de que esto me haya sucedido en Inglaterra, donde recibí el mejor de los tratamientos. Estuve atendido en uno de los mejores lugares de Europa, donde los ingleses me brindaron absolutamente todo. Porque si me hubiera pasado esto acá, no sé cómo hubiera sido la historia o el final".


 --Si pudieras modificar tu vida, ¿qué harías?


 --Haría todo exactamente lo mismo. No cambiaría nada. Tal vez hubiera evitado algún amorío (sonríe), porque uno también sufre mucho por amor, y yo sufrí mucho por eso. Creo que no cambiaría nada porque no me arrepiento de nada de lo que hice.


 "Si volviera a caminar, cosa que no creo que suceda porque la médula es algo muy complejo, sin dudas me volvería a subir a una moto".


 --¿Cómo vivís tu sexualidad hoy?


 --He perdido la sensibilidad del pecho para abajo, o de las axilas para abajo. Pero uno aprende a disfrutar de las pequeñas cosas. Desde una simple caricia, el hablar, el escuchar. Uno disfruta de otra manera. Lo que es meramente sexual ha cambiado muchísimo, pero puedo disfrutar igual o más que antes, sólo que en forma diferente, distinta.


 --¿Cómo es un día típico tuyo?


 --No tengo días típicos. Trato de hacer siempre que sean diferentes. Soy de levantarme un poco tarde por la mañana, ya que no tengo grandes compromisos. A la tarde suelo recorrer los talleres --sobre todo donde hay autos de carrera--, de diferentes personas. Me gusta mucho la computación y viajo cuando puedo. Justamente tuve la oportunidad de estar en Méjico hace poco.


  "Y desde que tengo el auto (NdeR: un Ford Ka con mandos manuales) aprovecho para viajar, trato de salir, de no quedarme en casa, pero como no me gusta el frío a veces suelo permanecer en casa por ese motivo. En fin, trato de no tener días típicos.


 "Por eso, cuando pienso en la actividad que vaya a encarar, no me gustaría que fuese en una oficina. Soy de andar mucho, bastante c... inquieto, aunque a veces reniego o me j... mucho las falencias edilicias que hay en cuanto a la gente discapacitada.


 "Porque yo soy joven y ágil, pero faltan rampas y hay obstáculos cada 10 metros, que otra gente en mi misma situación no puede superar, y eso hace que muchas veces no te den ganas de salir de tu casa.


 "Pero bueno, yo junto fuerzas y salgo. Y hago como que no me importa nada. Y no lo hago por los demás, lo hago por mí. Trato de demostrarme que soy fuerte, y si tengo dolor sonrío. Y sigo para delante".


 --¿Notás que falta consciencia aún en nuestra sociedad para con las personas discapacitadas?


 --Cuando uno viene de un país tan desarrollado como Inglaterra o de Europa en general, me preguntaba: ¿Qué pasa? ¿En Inglaterra hay muchos discapacitados?, porque ves gente en silla de ruedas cada 200 metros. ¿O en Argentina no hay? Porque acá se tienen prejuicios, la gente no sale, se esconde, no somos valientes o no sé lo que pasa, pero acá el problema es con todos, los discapacitados, los ciegos, los ancianos...


 "Me pone muy triste y me hace mucho mal la indiferencia de la sociedad, la falta de educación, por ejemplo no ceder paso en un cruce de esquina, no colaborar con un anciano que lleva una bolsa pesada. O cuando despreocupadamente estacionan en lugares para discapacitados o tapan una rampa".


 "Me pasa en Pringles que, por ejemplo, al 80 por ciento de los lugares no tengo accesibilidad. No puedo entrar a ningún supermercado; no puedo entrar por mis propios medios a ningún banco; a ningún cajero automático; a la mayoría de los edificios públicos tampoco. Uno pelea mucho contra eso, pero bueno, creo que algún día va a cambiar.


 "Uno se da cuenta de esto cuando lo vive en persona o a través de algún familiar o allegado. Recién allí toma consciencia de estas cosas".


 --Vos creaste un ingenioso método para ir generando consciencia en esto.


 --Sí, se me ocurrió hacer algo, por ejemplo cuando cualquiera estaciona en lugares para discapacitados, porque si no uno se vuelve muy renegado. No sé si a manera de protesta o para generar consciencia, quiero hacer calcomanías poniendo alguna leyenda que pida que nos respeten. Que simplemente diga algo así: "Que nunca te toque estar en nuestro lugar, para que te des cuenta del obstáculo que me estás poniendo".


 "En mi ciudad se ha creado un Consejo de Discapacidad, que ya está trabajando. Y quizás al ser yo una persona o un personaje conocido, ayude o aporte en alguna medida a crear consciencia para mejorar".


 --¿Con qué soñás?


 --Sueño con volver a experimentar la adrenalina que sentía cuando corría. Sentirme útil. Sueño con no sufrir también. Mi vida ha cambiado mucho. Me he puesto muy negativo con las soluciones para mi problema, cuando la gente viene y me dice ví esto o escuché lo otro. Creo que de haber habido una solución, ya es tarde para aplicarla.


 "No sé si tendría el coraje para entrar de vuelta a un quirófano, volver a un hospital y reanudar todo lo que pasé. Simplemente espero no sufrir, no tener dolores, no tener complicaciones, aunque creo que mi vida se ha acortado muchísimo. Entonces la quiero disfrutar".


 --¿Creés en Dios?


 --No soy muy creyente. Creo en el día a día, en el destino, en que las cosas por algo pasan. Nunca recé. Cuando estaba a punto de morirme no me acordé de Dios. Si no creía antes, no voy a creer después de lo que me pasó. Somos de carne y hueso, y pienso que estamos de paso y cumplimos un ciclo en esta vida. Tampoco creo en los tabúes, o en curas milagrosas. Creo en la ciencia, pero no más que eso".


 --¿Qué esperás de vos?


 --Tener una vida lo más normal posible. Me gustaría formar una familia, tener hijos, un trabajo, una casa, disfrutar de las cosas, lo que pretendemos la mayoría de las personas. Sigo siendo una persona con los mismos ideales que antes, con diferentes condiciones físicas, pero con los mismos ideales. Cambió mi cuerpo pero no mi mente.


 "Soy de maduración un poco lenta, tengo 30 años, y recién ahora estoy como sentando cabeza un poco. Creo que en ese aspecto estoy a punto, así que es momento de pensar en mi vida hacia un futuro".


 --¿No se te ocurrió estudiar?


 --Mis estudios ya los terminé. Nunca fui un destacado en eso, a pesar que me recibí de administrador de empresa agropecuaria, inclusive habiendo estudiado ingeniería. Si no lo hice en la época que pude, no lo haría ahora. Para entretenerme quiero tener un trabajo normal, me gusta trabajar en las motos, en los autos de carrera, aunque me causa mucha impotencia y me da bronca no poder hacer labores que antes hacía.


 "No tener balance, no tener fuerza... Simplemente me impide hacer cosas que siempre hice, y eso me hiere el orgullo, porque uno no se quiere sentir un inútil o como quiera llamarse. Por eso a veces le esquivo ahora a esas tareas. Soy una persona muy orgullosa, lo que a su vez me está ayudando mucho a salir adelante, a pelear esta adversidad hasta lo último".


 --Si tuvieras que nombrar a alguien importante en tu vida, ¿a quién mencionarías?


 --Hay muchas personas. Mi familia es muy importante. En mi vida hubo muchas personas importantes, una novia, un amigo. Hay mucha gente que me quiere, que me apoya, aunque hay momentos en que uno quiere o pretende recibir un poco más.


 "Alguna vez creí que iba a recibir más de la gente que me rodeaba, y no me refiero a mi familia. No sé si es que no los entiendo o no me entienden. Porque cuando estás en un hospital, a punto de morir, necesitás a un médico, pero después viene la etapa del apoyo, de que te ayuden a hacer cosas.


 "Me ha pasado con los mails, las cartas, los llamados telefónicos. Al principio era casi agobiante por la cantidad, pero pasó el tiempo y bueno, ya no están, y es ahora cuando más los necesito. Pero bueno, tengo que seguir solo. Por eso salir de esto depende de uno. Es como una enfermedad o una droga, o salís por las tuyas o te morís en una cama".


 --Si tuvieras una varita mágica, ¿qué cambiarías?


 --La infraestructura de las ciudades y la falta de educación de la gente en cuanto a los diferentes, es decir a los ancianos, discapacitados, pobres... Me duele mucho la indiferencia hacia los que somos diferentes.


 "Me j... mucho cuando uno está luchando con la silla de ruedas ante un obstáculo y la gente, en vez de acercarse y preguntar, se para a mirar cómo lo hacés. Cuando uno se cae no se acercan a ayudarte, simplemente se ríen a veces.


 "Cambiaría la consciencia de la gente, porque nadie está exento de esto. Todos vamos a ser viejos. Nos puede tocar a un hermano, a un hijo, a un amigo, a cualquiera.


 "Cuando estaba en Inglaterra podía hacerme 500 kilómetros solo, independientemente, subiendo a los micros, entrando a shoppings, negocios, hoteles, confiterías, etc., completamente solo. En cambio acá encuentro obstáculos a cada rato y siempre tengo que estar dependiendo de alguien.


 "Acá no hay predisposición. Por ejemplo, hay taxistas que cuando los llamás se hacen los tontos para no tener que parar y meter la silla de ruedas en el baúl. Las rampas están todas mal hechas porque se hicieron para cumplir con una ordenanza y no con su función. Creo que vivimos en un país en el que nos c... en los demás, aunque eso suene feo. Todo eso me gustaría cambiar".


 --¿Te siguen gustando tantos las mujeres? (risas)


 --Las chicas son una tentación --dice sonriendo--, pero uno cumple etapas, disfruta de otras cosas. No son sólo curvas las mujeres, tienen muchas cosas en su interior. Soy una persona que necesita mucha atención, mucha paciencia... Creo que algún día voy a concretar algo con alguna (risas).


DESGLOSE

"Fue un error mío"

* "Perdí más del 70 u 80 por ciento de mi cuerpo, con suerte muevo los brazos. Tuve muchos accidentes pero nunca me había hecho nada. Este último que tuve fue muy tonto, fue un error mío. Pienso que por estar desconcentrado, ya que era la última vuelta y venía ganando tranquilamente..."

* "Y uno se da cuenta cuando no es un golpe más. Era diferente. Y bueno, después viene todo lo demás. Pero uno no se imagina que es tan complicado, donde no caminar es el menor de los problemas. Nunca imaginé que había tantas cosas detrás de todo esto, las cuales no vale la pena describir... pero que son muchas más que las que se pueden imaginar. Pero bueno, hasta ahora lo llevo bien".