Sorín y "El perro" cautivan en Sidney
SIDNEY (EFE) -- El perro, el último trabajo realista de Carlos Sorín, presentado ayer en el Festival de Cine de Sydney, cautivó al público australiano.
"Es el tipo de cine que atrae hoy", explicó el cineasta argentino, cuyo estilo se caracteriza por utilizar a actores que no sólo no son profesionales, sino que nunca han tenido experiencia sobre un escenario ni ante una cámara.
"No son actores", y así se consigue presentar una historia que queda en el borde del cine documental, explicó.
El director entendió que este cine atraiga a un público amplio, también al australiano, porque se trata de una tendencia de la rama independiente mundial.
"Es esa cinematografía que compone elementos de la realidad, crudos. La ficción es propiedad de los americanos, entonces lo que podemos hacer desde la periferia es intentar otro tipo de salidas, vinculadas con la realidad, con el documental", añadió.
"Los americanos son arrolladores con el cine de ficción, e influyó en el nacimiento del cine independiente a nivel mundial, porque la gente quiere también otras cosas", afirmó.
Además de El perro, el festival de cine de Sidney presenta en esta edición, que finaliza el próximo 25, otras obras argentinas bajo el título de "Nuevo Cine Argentino".
Estas son La niña santa, de Lucrecia Martel; Familia rodante, de Pablo Trapero; Un año sin amor, de Anahi Berneri; y Cama adentro, de Jorge Gaggero.
"El cine y el fútbol son las dos únicas actividades que han crecido enormemente en medio de la crisis", comentó Carlos Sorín, aunque dijo no estar seguro de si existe un "nuevo cine argentino" como corriente.
Recordó que Argentina produce anualmente ochenta películas: "una barbaridad porque no tenemos tampoco mercado interno".
"Y de las ochenta --agregó--, la mitad son operas primas de nuevos realizadores. Yo supongo que todo esto se llamará cine argentino".
Sorín no se sorprendió por el hecho de que el Festival de Cine de Sidney dedique junto a Asia un apartado únicamente a cintas argentinas y no incluya ninguna sección para otro país del mundo.
"Hace muy poco tiempo el cine argentino empezó a tener presencia en los mercados. Es un fenómeno realmente nuevo que el cine argentino empieza a vender", comentó.
"Lo que sí me parece relevante es la cantidad de cine que produce el país, y lo más sorprendente es que mis películas que son tan pequeñas, tengan tanta trascendencia y que se vendan ya en treinta países", sostuvo.
Miradas infinitas
Unas dos mil personas abarrotaron la sala State y se levantaron en un aplauso cuando Sorín apareció para la sesión de preguntas y respuestas, prevista tras la proyección de su cinta.
El realizador señaló que los australianos entendieron su película porque no todo el mundo va a ver historias de triunfadores.
"Considera que es difícil presentar a los perdedores que mantienen la esperanza", explicó ante un público de un país desarrollado, como es Australia.
"Quiero que los espectadores entiendan que en Argentina, todos hemos perdido", afirmó.
"El público australiano --añadió-- puede entender de distinto modo que el de otros países la idea de inmensidad espacial y de lejanías interminables que se encuentra en el paisaje de la Patagonia, donde se desarrolla la historia, porque también en Australia la tierra parece a veces infinita".