Bahía Blanca | Viernes, 25 de julio

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Jardín Nº 928: La deuda de dos intendentes

En general, existen dos inconvenientes de mayor envergadura, para la concreción de un edificio educativo: la disposición de un terreno y el dinero suficiente para levantar la obra. En noviembre de 2002, luego de 13 años de reclamos, el jardín de infantes Nº 928 cumplía con ambos requisitos; el lugar (un solar ubicado en Emilio Rosas y Río Negro), y 40 mil pesos entregados por la cartera educativa provincial para iniciar la primera etapa.
Jardín Nº 928: La deuda de dos intendentes Jardín Nº 928: La deuda de dos intendentes
El inconcluso edificio del jardín Nº 928, ubicado en Río Negro y Emilio Rosas. (Pablo Presti-LNP)


 En general, existen dos inconvenientes de mayor envergadura, para la concreción de un edificio educativo: la disposición de un terreno y el dinero suficiente para levantar la obra.


 En noviembre de 2002, luego de 13 años de reclamos, el jardín de infantes Nº 928 cumplía con ambos requisitos; el lugar (un solar ubicado en Emilio Rosas y Río Negro), y 40 mil pesos entregados por la cartera educativa provincial para iniciar la primera etapa.


 La construcción debía hacerse en convenio con la comuna. El anuncio oficial y la entrega de la partida acercaron el sueño a la realidad.


 Pero, a más de tres años del comienzo de la construcción, el sueño sigue estando demasiado lejos, para el más de un centenar de pequeños que, desde hace demasiado tiempo, cursan en un espacio reducido y ajeno.


 En este momento, sólo el 36 por ciento está realizado, porque el aporte comunal (que consistía en la mano de obra, a través de planes sociales) estuvo lejos de ser el esperado.


 Entonces, el futuro edificio del jardín de infantes Nº 928 se convierte en una rémora heredada de la gestión de Jaime Linares y que continúa durante la de Rodolfo Lopes, porque ninguna de sus administraciones han logrado concretar el acuerdo que, en 2002, se firmó con la DGCyE.

El deseo cumplió 15 años




 Hace 21 años que funciona, en nuestra ciudad, el jardín de infantes Nº 928. Desde entonces, sus dependencias están ubicadas en un espacio cedido por la EGB Nº 47, en Paunero al 1.000, en Villa Ressia.


 Según comentó la directora, María Mercedes Fernández, en 2005, se cumplen 15 años desde que están buscando un espacio propio, aunque hace tiempo que poseen el terreno donde emplazarlo (fue donado por la gestión radical a la DGCyE).


 "El lugar en el que estamos es pequeño, carecemos de salida de emergencia y no podemos realizar muchas de las actividades inherentes porque no hay lugar", explicó la docente, entre las razones del reclamo.


 Además, agregó que no existe rendición total de la partida invertida, hecho confirmado por fuentes de la Dirección Provincial de Infraestructura.


 "Si no se entrega comprobante de en qué se gastó el dinero, la DGCyE no puede aportar más", afirmó.


 Son 120 los niños que integran la actual matrícula de la institución y se estima que, con el nuevo edificio, podría ampliarse y cubrirse la demanda de otro sector, amén de ofrecer a los pequeños un sitio agradable y cómodo.

Inicio auspicioso




 A finales de 2002, el director general de Escuelas, Mario Oporto, llegó a la ciudad para entregar partidas para la construcción de edificios locales y de varios distritos del sur bonaerense.


 La cita era auspiciosa, porque todos eran pedidos de larga data.


 Entre los aportes provinciales, tres de ellos eran en convenio con la comuna: Oporto trajo el dinero y el entonces intendente Linares firmó el compromiso de la mano de obra, a cargo de integrantes de planes sociales, para la realización del SEIM Nº 1, de Alférez San Martín, y los jardines Nº 914 y Nº 928.


 Pero la propuesta no dio resultado y, ante la tardanza, por la imposibilidad de que los trabajadores cumplieran con su contraprestación, el SEIM Nº 1 se construyó a través de una empresa privada.


 En el caso del jardín 914, la obra estuvo lista en marzo de 2004 y fue una de las primeras inauguraciones de la actual gestión (aunque, el grueso de la obra se había realizado durante la intendencia radical).


 Con relación al jardín Nº 928 (cuyo plazo de obra era de 90 días), la construcción se inició en 2003, con cinco beneficiarios de planes sociales a cargo del trabajo.


 El por entonces delegado comunal de Villa Rosas, Rubén Diez, estimaba que, en ocho meses, estaría culminado el establecimiento e indicaba que se necesitaría, además, una partida extra.


 Por si a la situación le faltara algo, el lugar fue víctima de vandalismo.


 Las tareas no pudieron completarse cuando dejó su cargo Linares y, desde finales de 2003, cuando asumió Lopes, se avanzó sólo un 10%.


 Actualmente, tres operarios trabajan en el lugar, a paso lento, según fuentes de la DPI.

Cómo era el proyecto




 El jardín de infantes se comenzó a construir sobre parte de la edificación de la que fuera la Empresa Social de la Energía de Buenos Aires (ESEBA), en la intersección de Río Negro y Emilio Rosas.
* Hubo que limpiar los tanques, demoler algunos sectores, reestructurar las instalaciones y levantar paredes, para adecuarlo a un establecimiento educativo.
* Para el edificio, se planeaba una galería, dos salas, cocina, sanitarios, secretaría, dirección y patio.
* La base de un voluminoso tanque que, en la época de ESEBA, se utilizaba para el fueloil que alimentaba una turbina, se convertiría en un arenero gigante.
* El jardín abarcaría matrícula de Villa Ressia, Villa Parodi y barrio Enrique Julio.
* La inversión inicial fue de 40.100 pesos (para los materiales).