Bahía Blanca | Martes, 02 de septiembre

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Julio Bocca, un "Hamlet ruso" con acento porteño

El bailarín argentino Julio Bocca se presentará en el Luna Park en el rol protagónico de la obra Hamlet ruso, junto al Eifman Ballet Theater de San Petersburgo, con coreografía de Boris Eifman, "uno de los pocos que pueden contar una historia de manera novedosa y con un intenso dramatismo", según contó Bocca.


 BUENOS AIRES (Télam) -- El bailarín argentino Julio Bocca se presentará en el Luna Park en el rol protagónico de la obra Hamlet ruso, junto al Eifman Ballet Theater de San Petersburgo, con coreografía de Boris Eifman, "uno de los pocos que pueden contar una historia de manera novedosa y con un intenso dramatismo", según contó Bocca.


 Es ésta la primera oportunidad en que Boris Eifman se presenta en la Argentina con el grupo fundado por él en 1977, con el elenco completo de 60 integrantes.


 "Creo que es el único coreógrafo renovador de esta época, en el sentido más amplio de la palabra. No sólo por los pasos que es capaz de crear sino también por la forma de mostrar el cuerpo imprimiendo un dramatismo que es muy poco usual en otros creadores", aseguró Bocca.


 "Ningún otro como él sabe contar una historia de manera novedosa, cosa nada fácil en el lenguaje de la danza. La clave está en que sabe cómo usar el cuerpo para lograrlo", acotó.


 Para crear la obra sobre música de Ludwig van Beethoven y Gustav Mahler, más que remitirse al clásico shakesperiano, Eifman se basó en la historia rusa. La obra se basa en la vida del Príncipe devenido en Zar Pablo I (hijo de Catalina la Grande y el Zar Pedro III), a quien llamaban "el Hamlet ruso".


 "Como el protagonista del clásico inglés, Pablo I fue rechazado por su madre quien mandó matar a su marido. Y, como Hamlet, vivía la misma locura con apariciones de su padre muerto, mientras él veía las andanzas de su madre con su favorito", contó.

Rompiendo estilos




 Desde 1977 el Teatro Bolshoi de Moscú abrió sus puertas a Eifman quien presentó en ese templo de la danza sus últimas creaciones: La Giselle roja (sobre la vida de la bailarina rusa Olga Spessivtseva), Tchaikovsky y Hamlet ruso.


 Eifman es considerado por la prensa de su país como "el único coreógrafo ruso capaz de cambiar la imagen de la danza de su país rompiendo con el estilo académico y expresándose de una forma fuerte e independiente".


 "La experiencia con el Eifman Ballet significó mucho para mí porque hace bastante tiempo que no presento en Buenos Aires un ballet completo, contando una historia del principio al fin", confesó Bocca.


 La participación del bailarín argentino en San Petersburgo contó con la adhesión inmediata del público ruso entre quienes tiene ya sus seguidores incondicionales.


 "Sin embargo cuando me convocaron me sorprendí mucho y les pregunté si estaban realmente seguros porque todos eran mucho más altos que yo, pero me contaron que Pablo I era un hombre bajo en comparación con los súbditos de su época", explicó.


 "En el Eifman Ballet todos miden entre 1.80 a 2 metros, son altos, rubios, parecen modelos que bailan maravillosamente", relató.


 En este momento Bocca se encuentra en Milán donde estrenó junto al Ballet Argentino, El hombre de la corbata roja, con excelente respuesta del público italiano.


 Luego de ofrecer once funciones retornará a Buenos Aires para sumarse al Eifman Ballet y posteriormente viajar a Nueva York donde se sumará a las huestes del American Ballet para ofrecer un programa que incluirá Giselle y El lago de los cisnes.


 A pesar de la intensa y exitosa actividad, Bocca piensa dejar de bailar al cumplir 40 años, en 2007.


 "Pero voy a seguir con la escuela, la Fundación y dirigiendo el Ballet Argentino", aseguró.


 Finalmente, incursionando en un terreno absolutamente personal subrayó: "Me voy a dedicar a comer y tomar sin preocuparme por no engordar o por tener que levantarme al día siguiente para bailar".