Villa Rosas a los cien
La villa a los cien. ¡Cómo te habrá imaginado don Emilio Rosas cuando donó tierras y comenzó a construir las primeras casas! Quién lo hubiera pensado, después de tantos vendavales peinando tus calles de tierra y tu caserío gris de chapa y bloques, amasados con la arena de la mina de Catalfamo, más allá del empedrado.
Villa Rosas a los cien, después de tantos gallineros en el fondo de las casas, de tantas quintas en los terrenos baldíos y tantas esquinas de tamarisco. Villa Rosas, con sus farolitos de chambergo enlozado a cuya luz prolongábamos las noches de verano.
Villa Rosas, con las barras de muchachos esquineros, prudentes, pero celosos del forastero que venía a cortejar a la piba del barrio. Cuántas horas compartidas a la sombra de tus tamariscos o al reparo del viento contra una costura de greda, remontando el barrilete o jugando a la bolita.
Villa Rosas, con sus noches iluminadas con las fogatas de San Juan y San Pedro.
Villa Rosas, con el frigorífico San Martín, la Fábrica de Gas con el gasómetro, el parque de la Empresa Eléctrica, la estación Spurr y los trenes locales a Ingeniero White, Médanos, Punta Alta, Río Colorado.
Villa Rosas del vinero don Juan, del viejo Faraón que vivía en un carromato abandonado frente al bar de Barullo --que digo Barullo de siempre-- Sicardi; del Avenida de Milin, del Trompezón o del Musculito.
Villa Rosas de mi querida Escuela Nº 23 Juan Bautista Alberdi, refugio de palomas blancas... ¡Qué tiempos aquéllos de las misas domingueras en la capilla San Antonio de Padua con los chicos del Hogar del Niño!
Villa Rosas de las carnicerías de Frapoli, Jorge, el ruso Lublin, Micheleto, Sabas. De las panaderías que amasaron parte de tu historia junto al pan y a los nombres de Buenaventura, Casattaro y el Doro Cotillo; y de tus almacenes de ramos generales, como en las zonas rurales, y nombres que quedaron grabados entre los antiguos pobladores: Bobis, Cañón, Gonzalo, Gimbaldi, Medico, Moretti, Pascual, Riega, Rodríguez.
Villa Rosas a los cien, con los partidos en la cancha de Libertad, campeón en el '56 con los goles de Miñiú, el Chiche Torices, Pallero, el Chiquito Volpi, entre otros, y el festejo en la pista al aire libre con el Negro Guategui bailando arriba de una mesa. De las kermesses con la orquesta de Emilio Salas y el bandoneón de Nicolás Tauro.
La Villa con su sociedad de fomento y salita de primeros auxilios iniciaron la actividad allá por 1905, contando con la primera enfermera profesional, la recordada Tota Urigüen. Los bailes y reuniones en el desaparecido salón Cervantes y las tres peluquerías para hombres que marcaron una época: Palma, Tombesi y "Anyulín" Crescenzi.
Villa Rosas a los cien, con el asfalto en tus calles, mortaja de progreso que sepultó la huella de los carros lecheros de Conte, Braidich, Mezquita, Sestau, Terrón. De los panaderos de la Cooperativa Obrera y de los verduleros ambulantes. Debajo quedaron las gambetas de un picado entre los chicos de la cuadra con arcos de "palito" y pelota de trapo hechas con las medias de la "vieja".
Villa Rosas, hoy, ¡cuánta historia vivida en zapatillas! Cuántos nombres recordados y tantos o más en el olvido involuntario. Baulcito de recuerdos y vivencias, hoy sos centenaria y seguís siendo mi villa, como mía es mi vieja doña Mariana. Nosotros, los villeros, te seguimos transitando hasta que Dios disponga, y vos seguirás creciendo, mientras otros recordarán, a la sombra de un horizontal, cuando eras calles de tierra y esquinas de tamarisco.
Alberto Meloni
Villa Rosas
Adviento y Navidad
El Adviento y la Navidad nos ponen frente al hecho esencial de nuestra fe cristiana: el misterio de la encarnación Redentora.
Adviento es la búsqueda con esfuerzo de Dios, al que queremos conocer y por el que queremos ser escuchados. Adviento y Navidad son por ello nuestra manera de ser, sentir y obrar.
Pero también es tiempo de asumir responsabilidades, de saber escuchar y recibir el llamado a una conversión de vida para preparar el encuentro con Dios, que viene a salvarnos; la venida del Salvador, la presencia y manifestación de Dios a los hombres en la persona de Cristo Jesús nuestro Señor.
Esta Navidad nos invita a acunar al recién nacido, que sea la manifestación de lo que interiormente sentimos ante la maravilla de pobreza, humildad y gozo del pesebre de Belén.
Sembrar optimismo y alegría. En este momento confuso y crítico del mundo, el cristiano debe aportar optimismo, esperanza y alegría de vivir.
Descubrir que Dios está presente en todos y todo. No perder la cordialidad, la serenidad, la alegría. Encender una lámpara antes que quejarse de la oscuridad.
Dora N. Piñero de Vanzolini, presidenta de la Liga de Madres de Familia
Bahía Blanca
Por un frente común
En nombre del Foro Previsional del Sur Argentino (e.f.), nos hemos dirigido al intendente municipal de Bahía Blanca, Dr. Rodolfo Lopes, para hacerle llegar nuestra inquietud ante el estado de indefensión en que se encuentra la población de esta ciudad ante la ola de asaltos, robos y otros delitos que se cometen diariamente sin solución de continuidad.
Se ha llegado a una situación de tal impotencia, dada la impunidad con que actúan estos delincuentes, que se hace impostergable la necesidad de aunar fuerzas en un frente común, con participación de todas las fuerzas vivas, a fin de aniquilar definitivamente esa lacra que tiene soliviantados a todos los bahienses por igual.
Es por ello que, como autoridad máxima de Bahía Blanca, le solicitamos que tome las medidas pertinentes para la conformación de ese frente, valiéndose de los medios y atribuciones que su cargo le permiten. Por nuestra parte, nos ponemos a su disposición para apoyarlo y colaborar en la medida de nuestras posibilidades, a las que, con toda seguridad, se sumará la sociedad toda en su conjunto, oportunamente.
Oscar Julio Alvarez, presidente
Bahía Blanca
Gracias desde La Angostura
En noviembre pasado exhibí mis obras en Bahía Blanca , mi ciudad. Volví por algunos días con mis pinturas y esculturas, invitado por la Biblioteca Rivadavia, y se repitió aquello que alguna vez escribiera mi enorme amigo Alberto Meloni refiriéndose a otros cuadros míos que también se expusieron en Bahía: "...los trajo para que se junten con la sal y el viento de su pago viejo...".
Eso sentí; fue como renovar el aire de mis pulmones, recibí el calor inmenso de tantos amigos y tuve la sensación de que algo más de nueve años de Patagonia y cordillera ya no eran nada más que tiempo.
Fue la emoción del regreso a mi ciudad, a sus calles, a Villa Mitre. Del regreso a los amigos que aún están y a los que partieron hacia el silencio. Allí estuvieron los viejos artistas, aquellos con quienes compartí tantos encuentros, y hablamos de arte, de poesía, de pintura y, sobre todo, de la tremenda sensación de libertad que, gracias a Dios, podemos expresar en cada palabra, en cada pincelada, en cada recuerdo.
A todos, a mis amigos, a mi familia, con quienes comparto el anhelo del reencuentro, a Artistas del Sur, a Las Revoltosas --aquel grupo de alumnas que dejé en 1996 y que aún me escribe larguísimas cartas--, gracias, muchísimas gracias, por hacerme sentir que no me fui aquel agosto. Gracias por tenerme siempre presente a pesar del tiempo y la distancia.
Osvaldo César Fernández
Villa La Angostura
El sistema está en crisis
He pensado que al asumir el Sr. Kirchner, con escasos votos, la única crisis que enfrentaríamos los argentinos sería la de la falta de representatividad.
Considero que la debacle institucional es más profunda y afecta:
A la República: la carencia de independencia de los tres poderes que establece la Constitución Nacional nos somete a los más arbitrarios mecanismos de un unicato y de la autocracia, siendo también responsable de ello una oposición dispersa, no consolidada y sin rumbo.
A la democracia: la suma del desorden se refleja en la impugnación caprichosa de candidatos electos sin motivos fundamentados (Sr. Patti) y de legisladores camaleónicos que estafan a sus votantes (Sr. Lorenzo). Más aún si el impugnador es un confeso subversivo (Sr. Bonasso) y el que festeja los cambios de camiseta es el primer mandatario (Sr. Kirchner). El diputado Patti no pudo jurar y Borocotó sí.
Pocos percibieron que la mitad de los que votaron las impugnaciones no había jurado por La Constitución.
He aquí lo más serio. Y, si agregamos la pobreza, la desocupación, la falta de proyectos, la corrupción, los conflictos sociales, la inflación, la agresividad y autoritarismo de los gobernantes, entre otros suplicios, evidentemente, el sistema está en crisis.
Francisco Scolaro
Buenos Aires