Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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Una técnica que proviene de Suecia

Resolución rápida para implantes dentales Los problemas con los implantes dentales no solamente generan molestias y posibilidad de lesiones, sino que, además, suelen ser la causa de que la persona tenga que restringir su dieta sólo a verduras cocidas, por ejemplo. Aseguran que las nuevas soluciones rápidas permiten dar cuenta eficazmente de este problema.

Resolución rápida para implantes dentales



Los problemas con los implantes dentales no solamente generan molestias y posibilidad de lesiones, sino que, además, suelen ser la causa de que la persona tenga que restringir su dieta sólo a verduras cocidas, por ejemplo. Aseguran que las nuevas soluciones rápidas permiten dar cuenta eficazmente de este problema.












 Según los arqueólogos, la historia de los implantes dentales se remonta al antiguo Egipto y a las civilizaciones indígenas sudamericanas, quienes reemplazaban los dientes perdidos con piezas de marfil o madera, elaboradas a mano.


 En el siglo XVIII, los especialistas de entonces creyeron que lo mejor para reemplazar a un diente era otro diente.


 Se equivocaron.


 El sistema inmunológico humano rechazaba rápidamente a estos huesos injertados y el problema subsistía.


 Para colmo, aquellos dientes pertenecían a personas jóvenes de bajísimos recursos que vendían estas partes de su cuerpo para subsistir, lo cual convertía a los implantes decimonónicos en prácticas reñidas con el más mínimo sentido de la misericordia.


 Ya en el siglo XX, el oro, el marfil y diversos metales fueron usados en los implantes dentales, pero recién en 1965, el osteópata sueco Per Ingvar Branemark probó el uso de implantes de titanio como material compatible con los tejidos humanos.


 Una nueva técnica desarrollada por investigadores suecos permitiría, según aseguran, colocar implantes dentales listos para ser usados, en una hora.


 Presentada al mundo en junio pasado, esta novedad es el resultado de un sistema de bioingeniería que, combinado con un programa computarizado, facilita la instalación rápida y definitiva de los implantes dentales.




 En una hora.


 En la búsqueda de un sistema que simplifique la colocación de dientes fijos, seguidores de la escuela de Branemark desarrollaron una técnica que se vale de una guía diseñada previamente para cada paciente en la que se estipula el lugar y la inclinación precisa en que deberán colocarse los implantes.


 "El procedimiento es muy simple y rápido, ya que la prótesis y la guía que permitirá colocar los implantes en el lugar correcto, se realizan con anticipación", sostuvo el doctor José Heriberto Rodríguez, postgraduado de la Universidad de Nueva Cork (Estados Unidos).


 Este profesional, en poco tiempo más realizará una demostración quirúrgica gratuita de la colocación de este tipo de implantes por circuito cerrado de televisión, en la Universidad Maimónides de Buenos Aires.


 Indicado, según explica, para reemplazar los dientes del maxilar inferior o superior en forma total o parcial, el sistema denominado "all on four" se logra mediante un mecanismo doble.


 Por un lado se realiza una tomografía computada que permite identificar los lugares con mayor densidad ósea para colocar los implantes.


 Por el otro, el diseño de un modelo para la construcción previa de la prótesis.


 "Con los resultados de la tomografía se obtienen las coordenadas que luego son trasladadas a un modelo por medio de un programa computarizado o calcado en forma manual.


 "Allí se coloca una guía perforada tal como van a estar los cuatro implantes en la boca del paciente con la inclinación tridimensional exacta", puntualizó el doctor Rodríguez.


 Una vez realizadas las pruebas de prótesis se efectúa una cirugía en la que se colocan los implantes de titanio.


 Estos están sostenidos por una estructura que disipa la presión que ejercen los dientes al masticar, lo que favorece la coexistencia de dos procesos que en los implantes regulares no pueden darse en forma simultánea: la integración del nuevo diente al hueso y la masticación.


 "Tradicionalmente se debía esperar entre tres y seis meses para la fijación definitiva del diente porque en ese periodo el hueso dental se integra al organismo de la misma manera en que un cayo óseo sella una fractura.


 Con el nuevo sistema se logra disipar la presión en un 30 por ciento la presión que ejercen los dientes cuando se mastica, lo que permite que se fije el diente al hueso, indicó el especialista.




 Chequeo previo.


 Para instalar este sistema es muy importante evaluar la condición ósea de cada paciente.


 En ocasiones, dependiendo de la edad y las condiciones genéticas, la ausencia prolongada de dientes provoca una reabsorción del hueso alveolar.


 Este hueso tiene como única función el hecho de portar diente, por lo que, casi como un mandato genético, cuando no hay dientes, tiende a retraerse, explicó Rodríguez.


 Es por eso que el equipo del sueco Branemark está desarrollando un nuevo tipo de implantes que contendrán, según explican, una sustancia capaz de aumentar la densidad ósea.


 Para dentro de cinco años estarán disponibles nuevos implantes embebidos en la proteína morfogenética, que es una sustancia capaz de hacer crecer al hueso.


 "Haber sintetizado esta proteína permitirá recuperar el hueso perdido, gastado o enfermo", concluyó el doctor Rodríguez.


(destacar)

Con el nuevo sistema se logra disipar la presión en un 30 por ciento la presión que ejercen los dientes cuando se mastica, lo que permite que se fije el diente al hueso.


Por un lado se realiza una tomografía computada que permite identificar los lugares con mayor densidad ósea para colocar los implantes; por el otro, el diseño de un modelo para la construcción previa de la prótesis.