Desconocidos desactivan la alarma y saquean un corralón

Redacción de La Nueva.

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 TRES ARROYOS (De nuestra agencia) -- Delincuentes ingresaron en un comercio de venta de materiales para la construcción tras realizar un prolijo corte en el techo del depósito y, luego de cortar la alarma, se llevaron 300 pesos.

 Todo ocurrió entre la noche de ayer y la madrugada de hoy, cuando una cantidad no precisada de desconocidos ingresó en el negocio de Ameghino 655 y consumaron el trigésimo robo desde que el negocio funciona en esa dirección.

 Daniel Codagnone, socio propietario de la firma, se mostró sorprendido porque los delincuentes conocían la ubicación de la alarma, la cual fue desactivada antes de ingresar en el inmueble.

 "Hicieron un agujero ahí (dijo señalando un sector reparado del techo); obviamente, la persona que entró conoce mucho el lugar, porque lo hizo justo donde se ubica la escalera, que está al lado de la alarma, desde donde la anuló. Violaron una alarma con sensorios y todo quedó inactivo", sostuvo.

 De acuerdo con lo informado por el damnificado, el techo de chapa fue cortado aparentemente con una herramienta de mano.

 "Se llevaron el cambio en efectivo y monedas, unos 300 pesos aproximadamente. La persona que vino conocía lo que hacía, no creo que esto haya sido al azar y lo más preocupante es que conocen como desactivar la alarma", señaló.

 Codagnone ratificó que, con este último hecho, ya pasó la barrera de los treinta robos en el local.

 "Perdí la cuenta de las veces que me robaron, pero con esta, ya deben haber pasado los treinta casos. El robo más grande fue cuando yo había puesto 12 gomas nuevas en los camiones y, al volver del fin de semana, nos encontramos con los vehículos sobre tacos", recordó indignado.


Roban alimentos de un comedor

 Luego de violentar una cerradura y trepar por un paredón, desconocidos ingresaron en un comedor comunitario de Tres Arroyos y se llevaron alimentos valuados en casi 800 pesos.

 El robo fue constatado ayer a la mañana en el comedor Boquitas Dulces, ubicado en Azcuénaga 1100, donde, desde septiembre de 2004, reciben la cena 48 niños de entre nueve meses y catorce años.

 José Pequeño, socio del Rotary Club y enlace entre éste y la comisión a cargo del comedor, explicó que es la segunda vez que delincuentes cometen este tipo de hechos.

 "Incluso todavía hay daños del primer robo. Siempre se llevaron alimentos y, en este caso, dio la impresión que querían algo más", señaló.

 Pequeño afirmó que "el comedor no apunta solamente a solucionar los problemas alimentarios de los chicos, sino que también le quiere dar una solución a los problemas de la niñez de esta barriada que es la única que no tiene, entre otras cosas, sala de primeros auxilios, a pesar que el intendente la prometió, pero el proyecto aparece muy a la larga".

 No obstante, Pequeño prefirió no magnificar el hecho y anheló que aparezca ayuda para solucionar los daños.

 "Todo hecho adverso conlleva una semilla que nos puede significar un beneficio igual o superior. Es posible que hoy aparezca quien nos done una puerta y podamos reformar todo esto y resolverlo", indicó.

 En tanto, Olga Bolonio de Martín, quien junto con su marido Juan Raúl cuidan el lugar, advirtió que la sustracción no afecta el normal funcionamiento del comedor.

 La mujer dijo que los ladrones, además de la intención de robar, pretendían generar destrozos.

 "Notamos que, además de querer robar, hay actitudes de maldad en todo esto. Yo pienso que, si bien aquí lo único que puede haber son materiales comestibles, también se percibe que, con esta actitud, hacen daño", finalizó.