Falleció la actriz María Luisa Robledo
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BUENOS AIRES (Télam y DyN) -- La consagrada actriz María Rosa Robledo, de 93 años, una de las figuras señeras del teatro argentino durante el siglo pasado, falleció el miércoles pasado, después de haber vivido recluida durante los últimos años en su casa, donde se desplazaba en silla de ruedas,
Su hija Norma Aleandro, llegó ayer al país procedente de España, en donde estaba representando la obra Mi querido mentiroso, que protagonizaba junto a Sergio Renán.
Sus restos están siendo velados en Lavalleja 1554 y sus exequias se cumplirán hoy, a las 11, en el Panteón de la Asociación Argentina de Actores del cementerio de la Chacarita.
Esposa del actor y director Pedro Aleandro, madre de las actrices María Vaner y Norma Aleandro y abuela de Oscar Ferrigno (h), Robledo había nacido en Madrid en 1912 y su particular dicción castiza, nunca disimulada, delataba ese origen.
Fue en esa ciudad, en la Comedia Nacional matritense, donde hizo sus primeras apariciones en escena, y desde entonces nunca se despegó de los párrafos de Quevedo, el Marqués de Santillana, Federico García Lorca y otros autores peninsulares.
Antes había estudiado violín, piano y canto y llegó a lucir su voz de soprano lírica a los 14 años, pero su afición por el teatro de prosa pudo más, lo que reafirmó durante 60 años de aparición en la escena, el cine y la televisión.
Actuó en las compañías de Enrique De Rosas, Camila Quiroga, Luis Arata, Pedro López Lagar, Elsa O'Connor, Narciso Ibáñez Menta, Emma Grammática, Tita Merello y todas las que brillaron y construyeron el teatro nacional durante el siglo XX.
Conoció el "teatro por horas", durante la década de 1920, cuando en el teatro Boedo presentó 96 en el lapso de ocho meses, y el prestigio de ser una actriz "seria" que concursó en todos los géneros, menos en la revista, como alguna vez dijo.
Su última actuación data de 1996, cuando en el Maipo interpretó un recital de poetas españoles, y se la solía ver en los palcos durante los estrenos de sus colegas, donde se seguía destacando por su señorío y el gracejo de sus dichos.
La última vez que se la aplaudió sobre un escenario fue en 2002, también en el Maipo, cuando al final de una función de El juego del bebé, el actor Jorge Marrale la invitó a subir al proscenio en ocasión de su cumpleaños número 90.
La vida en escena
Interpretó piezas teatrales como La muerte de un viajante, Los chicos crecen, Medea y El deseo bajo los olmos.
En 1971 trabajó junto a Alfredo Alcón en Romance de lobos, y protagonizó en el Cervantes, entre otras, Los retratos, Las tres hermanas y La escuela del escándalo.
La última puesta de Aleandro, La María y el Juan, la unió a Miguel Ligero. Durante muchos años perteneció al elenco estable del teatro San Martín.
Debutó en cine en Brasil, cuando trabajó en 1936 El grito de la juventud.
En los sets argentinos filmó, entre otras, Pelota de trapo, La cuna vacía, Rosaura a las diez (por la que ganó premios a mejor actriz de reparto del Instituto y Cronistas), He nacido en Buenos Aires y Mi Buenos Aires querido (donde interpretó a una porteña sin acento castizo).
También participó en Noche terrible, Paula contra la mitad más uno, La balada del regreso y Juego limpio (1992).
En 1973 realizó otra película brasileña, Um caipira em Bariloche, de Zamuner y Mazzaropi.