Inhumaron los restos de la nieta de Raúl Alfonsín
BUENOS AIRES (DyN) -- En un contexto de lógico dolor, fueron inhumados ayer, en Chascomús, los restos de Amparo, de 15 años, la nieta del ex presidente Raúl Alfonsín, fallecida el martes como consecuencia de un accidente en el colegio donde estudiaba.
Una multitud compuesta por dirigentes, familiares, amigos y compañeros de estudio de la adolescente, le dieron marco a la ceremonia en el cementerio privado conocido como Los Ingleses, que ahora se denomina San Andrés, donde fue enterrada la joven luego de un breve oficio religioso.
Poco antes, decenas de chicas y chicos se mezclaban con veteranos dirigentes radicales en la casa velatoria, desde donde a las 9.30 partió el cortejo fúnebre.
Tanto Alfonsín como su hijo Ricardo, padre de Amparo, recibieron abrazos y el consuelo de parte de los cientos de asistentes al funeral, entre los que se encontraban los ex ministros Ricardo Gil Lavedra y Rodolfo Terragno, y el periodista y ex vocero presidencial José Ignacio López.
También estuvieron Mario Brodershon, Enrique "Coti" Nosiglia, Facundo Suárez Lastra, el diputado Leopoldo Moreau, se par del cavallismo, Guillermo Alchourón, Marcelo Stubrin, José Canata, Ariel Dulevich Uzal y Gabriela González Gass, entre otros.
Desde el gobierno nacional, Alfonsín recibió los llamados telefónicos del presidente Néstor Kirchner, de los ministros de Salud, Ginés González García; de Relaciones Exteriores, Rafael Bielsa, y una misiva de la titular de la cartera de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.
"Que Dios nos ayude". "Fue un accidente fatal, tonto, fatal...", dijo el ex mandatario, sin poder salir de su estupor. "Qué le vamos a hacer, que Dios nos ayude", agregó.
Sostuvo que el martes, al enterarse en Tucumán del accidente, pensó que "iba a salir", pero concluyó que "Dios no quiso".
Agregó que "era una chica enorme, alta... yo creí que iba a salir, porque era una chica con una fortaleza y un espíritu... pero bueno... Dios no quiso".
Alfonsín se enteró del accidente que Amparo había sufrido en horas de la mañana, mientras estaba en Tucumán, donde recibió el Doctorado Honoris Causa en la Universidad local, en una ceremonia que se realizó a la misma hora en que se producía el deceso de Amparo (la menor de los cuatro hijos de Ricardo).
Una vez informado del fallecimiento, emprendió rápidamente el regreso a esta capital.
"Se lastimó, se produjo un corte que es extrañísimo, que si lo quieren hacer no lo pueden hacer, le pasó y bueno, se murió...", dijo, en tanto, Ricardo Alfonsín, padre de la joven, con una sonrisa que denotaba que aún no salía del shock que le produjo el hecho.
En tanto, el ex presidente lamentó también la situación de su hijo Ricardo, porque "para el padre, enterrar a un hijo es lo peor que le puede pasar".
Amparo Alfonsín sufrió un profundo corte en una de sus piernas, que le seccionó la arteria femoral, con el vidrio de una puerta del Colegio Jesús María, ubicado en Talcahuano al 1200, de esta capital, donde cursaba sus estudios.
La menor ingresó a las 11.30 en el Hospital Fernández, en paro cardiorrespiratorio, del que los médicos lograron sacarla, y luego la intervinieron quirúrgicamente, pero falleció alrededor de las 18 por el shock hemorrágico que le causó la gran cantidad de sangre que perdió.
Investigación. Por otra parte, la dirección de Educación Privada del Gobierno de la Ciudad, informó ayer que se inició un sumario para deslindar responsabilidades, aunque consideró que se trató de "una fatalidad".
Consultada acerca de las medidas a tomar a partir del accidente en el que un vidrio cortó la arteria femoral de la joven Amparo Alfonsín, la secretaria de Educación porteña, Roxana Perazza, afirmó que "todas las escuelas creadas a partir de 2002, por la ley 962, deben tener puertas de vidrios no astillables o blindex".
"Así lo estamos haciendo nosotros en general en las escuelas públicas, por seguridad y por cuidado", destacó Perazza.
Dijo que, en general, las escuelas nuevas privadas están tomando esos recaudos, pero en el caso de la escuela Jesús María, de Barrio Norte, al que concurría la adolescente, se trata de un establecimiento de más de 60 años de antigüedad.