"Jugando así es difícil que le podamos ganar a alguien"
Volvieron a aparecer los fantasmas. La mejoría y el repunte anímico que Olimpo había mostrado el miércoles pasado en la victoria ante Central se esfumó cuatro días más tarde.
Ayer perdió un encuentro que en los cálculos previos era para sumar uno o tres puntos y reaparecieron errores que parecían que ya estaban enterrados. Desorden, pelotazos, poco volumen futbolístico y mucho nerviosismo son las características de este conjunto aurinegro que navega en un mar de dudas, va naufragando en la intrascendencia y que sigue sin encontrar un horizonte cercano que lo haga pisar tierra firme.
"No te imaginás la bronca que tengo. Estos partidos, para nosotros, son finales. No podemos entrar tan dormidos y permitir que nos hagan dos goles en diez minutos", señaló Facundo Imboden, uno de los pocos jugadores olimpienses que se detuvieron a dialogar con la prensa en una zona de vestuarios donde hubo muchos rumores pero ninguna confirmación, sobre todo en lo que respecta al elenco bahiense de cara al futuro.
--Otra vez se jugó muy mal, ¿qué pasó?
--Cuando un equipo entra relajado y el otro se juega la vida sabiendo que tiene que sumar por el promedio, es fácil saber quién va a ganar. Huracán tuvo más actitud que nosotros, planteó el partido sin dejar nada librado al azar y supo dónde y cuándo lastimarnos.
"Intentamos reaccionar con mucho amor propio. Fuimos a buscar el empate como sea, pero ya era tarde. Entramos desconcentrados y jugamos muy mal. Así será muy difícil que le podamos ganar a alguien".
--¿No tuvieron un exceso de confianza?
--No. Hoy en día, en el fútbol argentino no te podés confiar de nadie porque cualquiera le puede ganar a cualquiera. Entramos dormidos, no hicimos casi nada bien y terminamos siendo víctimas de nuestros propios errores.
--Que fueron muchos...
--Sí. ¿Pero cómo los solucionamos si no ponemos un poco de voluntad? No quiero ser reiterativo, pero debemos redoblar el trabajo y empezar a poner más atención. El campeonato sigue su marcha y, si no corregimos los errores a tiempo, nos vamos a hundir cada vez más.
--¿Desde que empezó el campeonato hasta ahora nunca estuvieron tan preocupados?
--Puede ser. El desempeño del equipo fue horrendo y nunca estuvimos rumbeados. Contra Gimnasia jugamos mal, pero hoy (por ayer) lo hicimos peor.
--Se los nota desesperados e intranquilos. Es la primera vez que terminan con dos jugadores expulsados y el segundo encuentro --de los últimos tres-- que le protestan tanto al árbitro.
--Es que fuimos a buscar el partido queriendo empatar. Sabíamos que podíamos dar vuelta el resultado, pero equivocamos los caminos. Ya está. La derrota es dolorosa y es una cicatriz más, pero ya hay que pensar en Colón.
--¿Cómo viste las expulsiones?
--Son discutibles. A nuestros delanteros los matan a codazos y no le cobran nada. En en la jugada de la expulsión del "Flaco" (Delorte), él saltó a cabecear y abrió los brazos, pero no le quiere pegar a nadie. Eso te da bronca. Además, Caggiano cortó el juego a cada rato, se puso adelante de la pelota algunas veces y ni siquiera lo amonestó. Hay muchas cosas que no se entienden.