Una rubia de voz negra
La verdad es que lo de Joss Stone no está nada mal por tener apenas 16 años. Y en Estados Unidos parece que la rubia inglesita cayó bien, porque lleva un millón de discos vendidos y su compañía ya decidió sacar el material a otros mercados para ver qué pasa.
Por ahora, en nuestro país no es muy conocida, pero quizás empiece a ganarse un lugar con una buena estrategia comercial que apoye su talento natural y su voz grave, con facilidad natural para entonar soul.
The Soul Sessions es un álbum que le ha permitido ser comparada con Janis Joplin y hasta relacionada con Aretha Franklin, aunque a veces hay que tratar de poner un poco de mesura a esos ejercicios periodísticos que pretenden definir estilos y artistas.
Lo que sí resulta cierto es que la chica demuestra muchas condiciones desde los dos primeros cortes del disco, The chokin' kind y Super duper love, y en especial de ahí en adelante, con Fell in love with a boy, track de difusión y cover de los White Stripes que realmente suena muy bien, con Joss fraseando a lo Etta James sobre el galope dominante del bajo.
Ese ritmo negro en las venas de esta blonda tendrá un premio que nunca hubiera soñado: los días 14, 15, 16, 19 y 20 de mayo estará desplegando su repertorio nada menos que en el mítico Royal Albert Hall de Londres.
También hay que aclarar que Joss y su generoso registro vocal no están solos. Tiene una mega banda con músicos y coristas de experiencia, elegidos por una de las empresas que menos repara en gastos en este tipo de asuntos, la EMI Music North America.
De todos modos, Joss sólo necesita de la compañía de las guitarras de Angelo Morris y Jimmy Farkus para lucirse en primerísimo primer plano en un clásico de todos los tiempos, sólo apto para cantantes que se banquen el desafío, Dirty man, y ni hablar en For the love of you, donde derrocha sus cualidades únicamente seguida por los teclados del mismo Morris.
De antemano, se suponía que este CD debut no sería su carta de presentación ante el gran público, pero su acercamiento a una de las figuras del soul de los '70, Betty Wright, la fue llevando a conocer otras personalidades del género y la época, entre otros, instrumentistas que fueron parte de la banda de Marvin Gaye.
Así nació The Soul Sessions, una placa por la cual Joss postergó sus propias composiciones para cantar algunos himnos de los años dorados.
Con virtudes y modos distintos a Norah Jones, ahora la estrellita inglesa pinta para ser una niña mimada del estilo. Quien quiera terminar de sacarse la duda, que escuche el tema 9 del disco, una composición de Aretha, All the King's Horses.
Maximiliano Allica