Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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Pablo Picasso quería ser francés

La breve solicitud de Picasso, con su firma reconocible al instante, es el artículo más destacado de una exposición centrada en los 40 años de vigilancia policial al célebre pintor, que fue inaugurada ayer en el Museo de la Policía de París. Los documentos, entre cientos de archivos robados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y confiscados por los rusos en 1945, estuvieron en cajas fuertes de la KGB en Moscú durante décadas antes de ser devueltos a Francia en el 2000.


 PARIS (Reuters) -- La breve solicitud de Picasso, con su firma reconocible al instante, es el artículo más destacado de una exposición centrada en los 40 años de vigilancia policial al célebre pintor, que fue inaugurada ayer en el Museo de la Policía de París.


 Los documentos, entre cientos de archivos robados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y confiscados por los rusos en 1945, estuvieron en cajas fuertes de la KGB en Moscú durante décadas antes de ser devueltos a Francia en el 2000.


 Claude Charlot, director del Museo de la Policía, dijo que el amigo íntimo y biógrafo de Picasso, Pierre Daix, se quedó atónito al descubrir que el artista había pedido la naturalización francesa.


 "Fue una sorpresa total. Nadie lo sabía", dijo.


 La exhibición muestra que las autoridades ficharon a Picasso desde su llegada a París en 1901, empezando con un informe de inteligencia que decía que estaba viviendo con un supuesto anarquista y concluía diciendo que debía compartir las mismas ideas políticas que este.


 El reporte describía al artista de 19 años como un rebelde que "a veces se queda fuera toda la noche". Decía que su portero nunca le había oído expresar opiniones subversivas, pero que el francés de Picasso era tan malo que era difícil entenderle.


 El resto de los archivos de Picasso consiste principalmente de documentos administrativos que registran sus idas y venidas entre numerosas viviendas. "La policía le vigilaba, pero esporádicamente", dijo Charlot.

Partidario de la República




 Hacia finales de la década de los treinta, Picasso tenía una fama mundial y pagó una fortuna en impuestos al estado francés.


 Se había convertido también en un destacado defensor del gobierno republicano de España que luchó contra la rebelión fascista de Francisco Franco.


 El mural de 1937 Guernica denunció de forma genial la masacre de los habitantes de ese pueblo vasco por parte de bombarderos alemanes aliados con Franco.


 El pintor probablemente solicitó la ciudadanía francesa porque temía que sus bienes fueran incautados si España declaraba la guerra a Francia, sugirió Charlot.


 Aunque un informe de la policía local respaldó la solicitud de Picasso, la unidad de inteligencia doméstica subrayó sus vínculos con el Partido Comunista, que también apoyó la causa republicana.


 "Debería incluso ser considerado sospechoso desde un punto de vista nacional", decía, lo que llevó al Ministerio de Justicia a enterrar la solicitud.


 Picasso, famoso por su intenso orgullo, nunca perdonó la humillación y aunque nunca volvió a poner un pie en España proclamó que moriría siendo español. El artista, que se unió al Partido Comunista tras la liberación de Francia en 1945, murió en 1973 sin ver la restauración de la democracia española.


 "Creo que debió sentirse profundamente humillado porque Francia no dijera sí", dijo Charlot. "Nunca volvió a repetir la solicitud y nunca habló sobre ella".