Bahía Blanca | Jueves, 11 de septiembre

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Bahía Blanca | Jueves, 11 de septiembre

Ganador por naturaleza

En 2002 festejó con Sporting y en 2004 con Tiro Federal. Antes, bajo su dirección técnica, Olimpo consiguió iniciar el camino hacia donde está hoy, al vencer a Villa Mitre en finales y conseguir el ascenso a la "B" Nacional. Luis Alberto Díaz, de él se trata, está emparentado con el éxito. Aunque para conseguirlo no deja nada librado al azar.
Ganador por naturaleza . La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca


 En 2002 festejó con Sporting y en 2004 con Tiro Federal. Antes, bajo su dirección técnica, Olimpo consiguió iniciar el camino hacia donde está hoy, al vencer a Villa Mitre en finales y conseguir el ascenso a la "B" Nacional.


 Luis Alberto Díaz, de él se trata, está emparentado con el éxito. Aunque para conseguirlo no deja nada librado al azar.


 Es por ello que los aurivioletas alcanzaron, bajo su mandato, su primer título de la historia liguista, tal como había sucedido con Sporting, y también en partidos decisivos ante clásicos rivales.


 Distendido, en su casa, junto a su ayudante Roberto Leobono y rodeado de afectos, el orientador comentó las razones de la obtención del título.


 --No hay mejor brindis que el poder hacerlo con la obtención de un campeonato.


 --El año fue realmente bueno. Se trataba de una patriada difícil; Tiro venía de conquistar un subcampeonato, se había desprendido de un técnico muy querido, del barrio, y estaba el tema de tantos años sin títulos.


 "La conquista fue una suma de factores, donde se hicieron bien las cosas y los jugadores entendieron el mensaje".


 --Cuando asumiste, ¿te encontraste con un equipo en condiciones de pelear el campeonato?


 --Se trataba de un plantel con muchos años en Primera, aunque mayoritariamente conformado por jugadores jóvenes. El mérito es haber podido explotar la virtud de cada uno de ellos, por caso (Federico) Mancinelli cumplió varias funciones --de ser central pasó a jugar de volante-- y rindió a pleno.


 --Todos se compenetraron con la idea.


 --Se fueron contagiando. Otarola y Sancho mostraron un buen nivel, y fueron espejos para jóvenes como Pucci. Sin embargo, el plantel necesitaba mucho trabajo en todos los aspectos, ya sea en lo físico, técnico y táctico.


 --¿Hubo una primera etapa de replanteos?


 --Tanto "Pelusa" Leobono como Marcelo Katz resultaron vitales en esa materia. Y no me refiero sólo a los jugadores, ya que nos encontramos con una dirigencia joven, que por ahí no estaba preparada, que pensaba que los jugadores eran capaces de hacer todo.


 "Un ejemplo concreto es Sporting que, con un equipo impresionante, el año pasado quedó eliminado del Argentino `B'. A veces no alcanza con tener lo mejor".
--¿Es porque el fútbol se torna muy cambiante?



 --Evoluciona, te obliga a estar actualizado. Si te dormís te pasan por arriba. A nosotros todo el mundo nos criticaba por jugar con línea de tres y la verdad es que se hace difícil, en esta liga, hacerlo con cuatro en el fondo.


 "Preferí, en lugar de hacer una línea de cuatro con persecución en zona, mandar a cada uno con su marca; pero necesitaba gente que hablara, que estuviera metida en el partido".


 --La mayoría de los equipos utilizan línea de cuatro.


 --Hacen una línea de cuatro con marca fija. Para que un jugador sobre el equipo tiene que estar en tres cuartos de campo; dentro de las 18 no puede haber jugadores libres y menos aún si la estadística revela que el 70 por ciento de los goles provienen del juego aéreo.

Fuertes de la cabeza




 --¿Tiro tuvo supremacía en el juego aéreo?


 --Tuvimos buen juego en ambas áreas, siendo que se trataba de uno de los planteles más bajos de la liga. Pudimos coordinar los movimientos, pero sacamos provecho.


 --En el esquema resultó clave la función de los volantes recuperadores.


 --Federico Mancinelli es un jugador que sabe mucho con la pelota, que trabaja bien sobre las espaldas del enganche adversario, tiene salida, explosión y utiliza el juego aéreo para llegar al gol. Damián Leobono también rindió de una manera notable.


 "En los equipos locales las parejas tienen su marca asignada, se conocen. Por eso hay que trabajar para romper esa metodología. En ese aspecto, el jugador que más resultado me dio fue Leobono, al que muchas veces utilicé de enganche para sorprender. Y la `Porota' aportó goles".


 --Sebastián Mancinelli fue otro de tus laderos.
--El campeonato lo gané con los del medio. Tanto Sebastián como Ezequiel Capparuccia jugaron casi el 50 por ciento del torneo como volantes por derecha, hasta que a "Seba" lo mandé a darle una mano al "Lalo" Porra, con quien trabajaban en 80 metros. Ahí se soltó y fue muy útil.
--Y arriba no desentonaron.




  --Los delanteros cumplieron y el porcentaje de efectividad se lo dividieron entre Ramborger, Mc Coubrey, Amaya, Berra y Derrac, éste último un jugador que tiene mucho potrero, que entendió que tenía que fabricar espacios para desnivelar siendo que cada vez le asignaban más marcas. Todos fueron importantes e hicieron goles.

El aporte del semillero




 --El trabajo en las menores dio sus réditos.


 --Es otro de los aspectos a resaltar. Sporting tiene en este momento siete jugadores que subimos nosotros, y Tiro va por el mismo camino. Ahí es donde se vio la mano de "Pelusa" y del "profe" Katz; ellos son los que ven los partidos, están en contacto y me facilitan el trabajo cuando necesito un jugador. Siempre los evaluamos.


 --Tuviste que improvisar varias veces.


  --Nos agarrábamos la cabeza cuando sabíamos que se nos iban (Pablo) Berra y (Silvestre) Capparuccia, pero había que seguir. Otros, como (Sebastián) Gigliotti, no querían hacer banco, siendo que para nosotros era importante. Cuando entró nos dio la razón, rindió.


 "Fue tal la conjunción, que cuando se fue Mc Coubrey el grupo salió a flote, al igual que cuando lo hicieron Lenci y Ramiro Coletto, un jugador con una gran trayectoria en el club. Nunca lo descartamos, aunque él pensó que no era así".
--Y aparecieron los "pibes".



 --En gran parte nos salvaron los Pucci, Fernández, Villarroel, Barragán...


 --Por lo menos tuvieron dónde meter mano.


 --Tiro es una institución rica en jugadores, sólo faltaba que alguien les diera espacio, había que trabajarlos.


 --¿Eran un poco indisciplinados?


 --Diría que son vicios del club de barrio. Lo contemplé en el proyecto y hasta tuvimos reuniones con los padres.


 --¿Los clubes están a tiempo de corregir esos vicios?


 --Sí, se puede. Al jugador que es indisciplinado y no lo podés corregir tenés que darle el pase, no puede estar en el club porque ocasiona problemas. Hay que ser riguroso con el trabajo, tener conciencia que no sólo es copiar jugadas o esquemas.


 "El trabajo tiene que ser en conjunto, entre el cuerpo técnico, los padres y las autoridades escolares".


 --¿Tuvo que afrontar algún caso de rebeldía?


 --Me pasó con un chico que no hablaba, que tenía un perfil muy bajo y que cumplía con el entrenamiento. Resulta que un día explotó e hizo algo que no esperábamos. Por eso siempre hay que estar preparados.


 --¿Para estos casos te sirve ser demasiado frontal?


 --A veces es difícil encontrar el camino, la forma de tratarlos. Uno siempre espera una buena reacción, pero nunca se sabe. Me gustaría que `Pelusa' sea el encargado de las dos categorías menores y de la tercera. Es quien mejor conoce a loc chicos.


 --¿Es el proyecto de los dirigentes?


 --En Tiro se apuesta a darle todas la comodidades al fútbol menor; no obstante, tienen que entender que si todos los años logramos sacar un jugador entre quince habremos logrado mucho. Ahora hemos incorporado a cuatro chicos de la clase '87.


 --¿Se puede afrontar una competencia superior con tantos jóvenes?
--No. Estos chicos necesitan un año más, porque si bien tienen condiciones les falta roce, experiencia. No son "caraduras" como lo fueron, en su momento, Pucci o el `Chiqui' Fernández.

Abonado al éxito





 --¿En qué momento te sentiste campeón?


 --Por mi forma de ser me siento campeón cada vez que agarro un equipo. Es lo primero que transmito, quiero que se sepa que vamos a pelear por algo importante.


 --¿Es la experiencia que vos viviste como jugador?


 --Cuando iba a pelear un contrato arreglaba lo que me ofrecían, para mí lo importante era jugar, tratar de lograr algo. Por eso pude ganar tres campeonatos, ascender a un Nacional `B' y a una Primera "A". Y como técnico me pasó lo mismo, aunque uno también depende un poco de la suerte.


 --¿No te cansa seguir dirigiendo en la Liga local?


 --No, por el contrario, agradezco que me den trabajo. Siempre existen ofertas, aunque el que recorrió un camino en el fútbol sabe que muchas veces es preferible achicar cifras y cobrar el sueldo.


 --¿Quién te soluciona el tema de los contratos?


 --Mario Alza. Se encarga de todo; yo no sirvo para hablar de contratos ni de plata.


 "Sólo resignaría dinero por dirigir una Primera `B' en Buenos Aires. El resto tiene que ser algo bueno en lo económico".

El buzo lo atrae




 --¿En tu carrera disfrutaste más como jugador o como técnico?


 --Como jugador disfruté mucho, y tuve compañeros que después fueron muy grandes, tal el caso de Alfredo Graciani, Hrabina, Ribolzi, Bevilacqua, Brindisi. Con ellos nos hablamos, nos vemos. Sin embargo, es más lindo dirigir, siento que tengo mucha más responsabilidad.


 --¿Qué es lo que más te distingue del cargo de entrenador?


 --El olfato para darme cuenta si un chico me puede rendir o no.

Entre los recuerdos

Atlanta






 "El club donde viví los mejores momentos. Salí campeón, me mostré como jugador y pude pegar el salto a una institución grande como Racing. En Atlanta viví una etapa hermosa".

Racing




 "Llegué con mucha ilusión y me tocó vivir un momento muy duro, fue parte de una etapa complicada que se prolongó por muchos años. Hoy en día, el club está gerenciado, a pesar de tener una masa societaria y una hinchada impresionantes".

Olimpo




 "Me permitió, como técnico, dirigir en la segunda categoría del fútbol argentino. Fue mi primera experiencia y estuve cuatro años, donde se hizo un buen trabajo. Dispusimos de equipos competitivos, aunque recién cuando llegó Alfaro se trajeron los refuerzos necesarios para ascender. Eran jugadores que yo había pedido, como Ceferino Díaz, Laspada y algunos más".

Apretada




 "Juan Destéfano era un presidente con mucha personalidad, que quería imponerle cosas a los jugadores y se manejaba con guardaespaldas de la hinchada. Una vez me vino a exigir que jugara sin cobrar, le respondí lo que pensaba y se armó. Saltó Osvaldo Santos, el arquero, para defenderme. Lo agarró de los pelos y lo sacó del vestuario. Y eso que estaban todos esos `nenes' que metían miedo".

El más lindo




 "A Los Andes le hice un golazo jugando para Racing, pero fue el más nombrado porque estaba en ese club. El mejor lo hice jugando para Chaco For Ever en un partido que le ganamos (3-1) a Lanús. La paré con el pecho y le dí de chilena, igual que (Enzo) Francescoli ante Polonia".

Villa Mitre




 "No sé si lo hubiera dirigido; hubo muchos comentarios al respecto y soy consciente de que yo vivo de mi trabajo. Tal vez la hinchada de Villa Mitre me identifica con Olimpo, lo que parecería ser un impedimento. Pero no podría ser contundente y negarme sólo por ese motivo".

Primera




 "Me siento capacitado para dirigir en Primera. Fui jugador, tengo experiencia como técnico, estoy actualizado y trabajo mucho. Además, viajo a Buenos Aires a ver cómo trabajan los técnicos. Y mi virtud es que voy de frente. Para mí las cosas son blancas o negras".

La "Pelusa" que no se esconde




  Más de diez años trabajando juntos son suficientes para que "Pelusa" Roberto Jesús Leobono, el ayudante de campo de Tiro Federal, sea una palabra autorizada.


 --¿Cómo es Luis Díaz?


 --Ehh... (piensa). Y hace mucho que estamos juntos, prácticamente nos miramos y sabemos lo que sentimos, lo que pretendemos para el equipo. Es una gran persona.


 --¿Y como técnico?


 --Aprendí mucho estando a su lado. Es muy bicho, los `muñequitos' los para muy bien. Pero tiene la virtud de laburar un montón, es un perfeccionista.


 --Pero tiene sus berrinches.


 --Es un poco polémico por su forma de ser. No tiene maldad y de eso puede dar fe alguien como yo, que hace mucho que lo conozco.
--¿Qué te pide Luis?



 --Responsabilidad. Lo que más rescato es el trabajo en las inferiores, por caso en Sporting sacamos siete chicos; en Tiro, mi club, hicimos lo mismo. Siento que pude aportar cosas importantes.


 --¿Y cómo es Leobono?


 --Simple, sencillo. Soy un agradecido de lo que logré en esta profesión. Y tengo la suerte de poder trabajar tranquilo porque sé que las decisiones que toma Luis o Marcelo (por Katz) son la correctas. Y no hay que olvidarse de los jugadores, verdaderos "leones" dentro de la cancha.
--¿Porqué siempre te emocionás cuando hablás de Tiro?



 --Porque es mi barrio... Ahí crecí, me formé, soy lo que soy. Le dije a Luis que teníamos que dirigir Tiro, que íbamos a salir campeones, lo sentía así.


 --Y alguien te guió.


 --Mi papá, Roberto, desde el cielo. Y mi familia, que es lo mejor que tengo.

Javier Schwab y Pablo Alvarez/"La Nueva Provincia"