El auge de la cría de CHINCHILLAS
La sostenida demanda a nivel mundial de pieles de calidad abrió un panorama interesante, para nuestra región, acerca de las posibilidades económicas que brinda la cría de chinchillas en cautiverio.
Desde la Asociación Argentina de Criadores de Chinchillas, entidad que integran, Daniel Macenco y Alejandro Mariani apuntan a desarrollar una actividad que tiene mucho campo para crecer.
"Como el mercado interno no existe y todo se exporta, la cría de este tipo de animales es muy rentable, siempre y cuando se trabaje con seriedad. Este negocio no es para aventureros", destacó Macenco.
La búsqueda de una alternativa laboral posibilitó que estos dos bahienses tomaran contacto con la actividad.
"El primer paso a dar, antes de encarar la compra de animales, es consultar a gente especializada en el tema.
"Hay detalles que necesariamente deben tenerse en cuenta, como la calidad de los ejemplares, un hecho que resulta esencial a la hora de obtener buenos precios en la venta", sostuvo Mariani, quien acotó que la producción debe venderse cada seis meses, para que el emprendimiento sea redituable.
"Un animal se mata, generalmente, a los 11 meses, aunque, en estos momentos, con el pedigree que estamos incorporando, se puede llegar a hacer a los 9 meses, si el ejemplar logró un buen tamaño", añadió.
La genética adquiere vital importancia en esta actividad, por lo que resulta indispensable contar con un buen plantel, si se quieren obtener réditos.
"Siempre se apunta a mejorar la especie. Por esa razón, un animal campeón en Palermo, hace tres años, hoy no podría competir", sostuvo Macenco.
El mercado de la chinchilla se circunscribe sólo al extranjero y está vinculado con el negocio de la moda. De ahí el alto precio que se paga por las pieles de buena calidad, cuyo valor oscila entre los 65 y los 70 dólares.
"Los pedidos se basan en pieles grandes, de pelo largo y oscuro. Cuanto más azulada sea la tonalidad, mejor será el precio a conseguir", explicó Mariani.
Las pieles pueden almacenarse crudas (es decir, antes de ser curtidas), hasta dos años, en freezer.
"Después de ese tiempo, pierden la humedad requerida para que después, en el curtido, se obtengan los cueros elásticos que requiere el mercado", dijo Macenco.
La piel tarda unos tres días en secarse y, una vez estaqueada, puede ser enviada al curtido. Concluido este proceso, se la individualiza por medio de un precinto.
La actividad requiere, asimismo, una continua actualización, a través de seminarios, cursos y competencias en exposiciones, que permiten determinar las variables determinadas por el mercado.
"La venta se realiza de manera transparente, porque el propio productor es el que trata con el comprador. Este mano a mano posibilita que el vendedor aprenda con la experiencia y, a partir de ahí, modifique parámetros para mejorar", resaltó Mariani.
El animal no requiere una gran atención diaria, aunque sí comodidades mínimas y alimentación adecuada.
"A las chinchillas no hay que hacinarlas en lugares pequeños, porque criarlas no es sinónimo de amontonarlas. Las madres deben estar cómodas, para que tengan la cantidad de gazapos necesarios como para que la producción reditúe", agregó.
La crianza de un animal implica un costo final de unos 12 dólares, incluyendo todos los gastos y el curtido de la piel, que ronda los dos dólares.
"No se pueden bajar los costos en el alimento, porque hacerlo redundaría en el precio final", destacó Macenco, quien aclaró que, en nuestra zona, hay una veintena de criaderos nucleados en la asociación argentina, mientras que, a nivel país, se contabilizan más de 2.000.
"Desde hace cuatro años, estamos realizando dos seminarios anuales, más una exposición regional, fiscalizada por algún juez internacional.
"Nuestra intención es que la actividad siga creciendo y, por tal motivo, estamos abiertos a recibir inquietudes de todos aquellos que busquen asesoramiento", concluyeron los productores.
Mayor información se brinda en los teléfonos 4819680, 4526934 o (011) 49810034; este último, perteneciente a la Asociación Argentina de Criadores de Chinchillas, o bien en la página web www.chinchilla.com.ar.
Características generales del emprendimiento
* La chinchilla es un roedor que habita el norte argentino, Chile, Perú y el sur de Bolivia. A fines del siglo último, la caza indiscriminada del hombre prácticamente terminó con la especie salvaje.
* A partir de la aparición de criaderos que permiten reproducirlas en cautiverio, la especie resurgió. La cría intensiva y la mejora genética determinaron que, en la actualidad, la piel sea totalmente diferente de la antigua salvaje.
* La piel de chinchilla es la más cotizada en el mundo, por el mercado peletero. Es la más liviana, sedosa, tupida y suave. En nuestro país, la industria apareció en 1960 y, desde aquella época, ha tenido un notable auge.
* Si bien el crecimiento ha sido importante desde sus inicios, en los últimos diez años, la situación coyuntural mundial ha dispuesto circunstancias tan favorables para la expansión que la industria se tornó mucho más atractiva.
* Como consecuencia de las nuevas corrientes ecologistas, que ocasionaron la prohibición de la caza indiscriminada de animales salvajes en peligro de extinción, los peleteros giraron todas sus compras hacia los pelíferos de criadero. De tal manera, entre las pieles exóticas, adoptaron a la chinchilla como la más codiciada.
* La Argentina pasó a ser (junto con Brasil, Croacia, República Checa, Polonia y Hungría) uno de los mayores productores mundiales, con cerca de 40 mil pieles por año. En cuanto a calidad, nuestro país también se sitúa entre los mejores, nivelando lo producido en Estados Unidos, Canadá y Finlandia.
* Una chinchilla come 25 gramos diarios de alimento balanceado, un puñado de alfalfa y agua. Se trabaja con familias poligámicas, en las que el macho sirve a 4 o 5 hembras, que tienen 4 hijos por año, al cabo de dos partos diferentes. La gestación es de 111 días.
* Una persona puede atender 50 animales, con media hora de trabajo, y hasta 800, en 8 horas.
* El criadero debe ser un lugar aireado, que permita que el orín se seque rápidamente y la viruta de la cama se mantenga en las mismas condiciones, para que la humedad no llegue a la piel y, de tal manera, no se afecte el precio final.
* Una piel de óptima calidad y de tamaño pequeño puede valer 15 dólares; una mediana, 30; una grande, 45 y una muy grande, hasta 70 dólares.
* Cuanto más oscura sea la piel, más tiempo tardará en oxidarse o amarillearse y más fácil será de identificar. Este hecho, sumado a su suavidad y liviandad, facilita la identificación de un tapado de chinchillas, cuyo valor puede alcanzar hasta los 80 mil dólares.
* Dos elementos fundamentales intervienen en la producción de pieles de alta calidad: la condición de los reproductores y el cuidado y la terminación que se da al producto.
* Desde el destete, se debe proceder al máximo cuidado de la piel, procurando que el animal tenga su baño correspondiente y que se mantengan limpios los pisos de las jaulas, lavándolos periódicamente.
* Es decisivo que el peleteo esté bien hecho, tanto en la forma que se da a la piel como en la higiene, ya que debe estar libre de manchas.
* Para el estaqueado, existen algunas técnicas más aconsejables que otras, ya que la tendencia pasa por obtener pieles angostas y largas, por su mejor cotización.