Bahía Blanca | Jueves, 04 de septiembre

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Bahía Blanca | Jueves, 04 de septiembre

A la hora de ir al cine, la historia se repite

"En los dorados 60 --escribió Jorge Carnevale--, nada se daba por sentado. El cine, los libros, el teatro, las artes plásticas y la música proponían encendidos espacios para la discusión. "En los 70 irrumpió el terror y a callar. En los 80, la democracia, con su alborozado destape, lo cubrió todo. Del 90 para acá, la posmodernidad montada en una cultura globalizada, intenta imponer la muerte del pensamiento crítico.




 "En los dorados 60 --escribió Jorge Carnevale--, nada se daba por sentado. El cine, los libros, el teatro, las artes plásticas y la música proponían encendidos espacios para la discusión.


 "En los 70 irrumpió el terror y a callar. En los 80, la democracia, con su alborozado destape, lo cubrió todo. Del 90 para acá, la posmodernidad montada en una cultura globalizada, intenta imponer la muerte del pensamiento crítico.


 "Todo está bien. Todo es mercado y consumo. No hay nada que discutir".


 Nunca antes se leyó una síntesis más ajustada y exacta que ésta. El consumismo sin reflexión crítica fue y sigue siendo uno de los sueños de la industria del cine, especialmente la norteamericana.


 Es una verdad de perogrullo decir que el periodismo ejerce una función determinante en nuestra cultura contemporánea. Pero es así. Y lo mismo ocurre con el periodismo cinematográfico y su variante más específica: la crítica, que además de analítica y evaluativa, debe ser informativa, entre otros motivos, para evitar la canonización de "filmes de difícil visión" por una cuestión de snobismo.


 Ha ocurrido --también en Bahía Blanca-- que los espectadores acuden a "ver cine", se topan con filmes vanguardistas o de arte y ensayo, se irritan, interrumpen la visión y reclaman la devolución del dinero pagado por la entrada.


 Es probable que en algunos casos tengan razón, pero también es obligación del espectador informarse para saber qué se quiere ver y así no equivocar la elección.


Demoras y quejas.







 En noviembre de 2001 y febrero de 2003 sendos artículos publicados en estas páginas explicaron las causas de las demoras en el estreno de películas en Bahía Blanca, en relación con su lanzamiento en Buenos Aires. Una cuestión que entonces fue calificada de "lamentable e irritante".


 Esta situación no ha variado sustancialmente, salvo cuando --por imperio de intereses comerciales-- los estrenos son simultáneos en todo el país.


 Las demoras hacen que su eventual estreno coincida con su lanzamiento en video y los exhibidores prefieren saltearlas. Como esto ocurre con cierta frecuencia, los videoclubes "están de fiesta".


 En los últimos meses se agregó otro factor de irritación: el envío tardío de las películas por parte de las empresas distribuidoras de Buenos Aires, lo que obliga a los exhibidores a suspender funciones o anunciar los estrenos para los días viernes.


 Esto constituye un desprecio de los distribuidores hacia el público. Pero no es culpa de los exhibidores, que padecen el problema y deben afrontar las quejas.


 En 2003 se mantuvo la constante histórica de la preeminencia de las películas norteamericanas sobre las producciones de las restantes cinematografías, incluida la argentina. Algo más del 50 por ciento de los estrenos fueron de origen estadounidense, que atrajeron cerca del 85 por ciento de los espectadores.


 Las películas nacionales concitaron la atención de casi el 10 por ciento del público, cifra similar a la que obtienen las cinematografías europeas en sus países, con la excepción de Francia, que continúa resistiendo la avasallante oferta de Estados Unidos, pues el 35 por ciento del total de entradas vendidas son para ver a filmes franceses.


 En nuestro país se vuelve a plantear la alternativa de reinstaurar la cuota de pantalla obligatoria que regía en otras épocas: la famosa ecuación 4 por 1. Este tema guarda relación, por lo menos en términos de política cultural, con la resolución del director del Comfer de suprimir --a partir de abril de 2004-- los cortes publicitarios en las películas que se emitan por televisión.


 Además, está el proyecto de modificación de la ley de doblaje que ya posee media sanción de la Cámara de Diputados, que establece que el material audiovisual deberá ser doblado invariablmente en la Argentina y en castellano local.


Espacios alternativos.







 Además del mantenimiento, a nivel nacional, de dos acontecimientos excepcionales como son los festivales de cine de Mar del Plata y de Buenos Aires, en el orden local cabe destacar la continuidad de los ciclos de cine arte o cine alternativo, que contribuyen a jerarquizar la actividad cultural de nuestra ciudad.


 Entre otros pasaron por la ciudad los ciclos organizados por el Centro de Estudios de Cine en forma conjunta con la Asociación Dante Alighieri y el Colegio de Escribanos de Bahía Blanca; el ciclo de "Cine y Psicoanálisis", organizado por el Centro Psicoanalítico de Bahía Blanca con la colaboración de la Universidad Nacional del Sur; y los de Cine Inglés, organizados por la Asociación Bahiense de Cultura Inglesa con el auspicio de la Cooperativa Obrera.


 También la Segunda Semana del Cine Francés, organizado por la Alianza Francesa de Bahía Blanca en el Cine Don Bosco; el ciclo Proyección 2003, organizado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, que incluyó cuatro películas argentinas y cinco de origen francés. En este caso, las funciones se realizaron en el cine Visión.


 A este listado se puede agregar el "Espacio INCAA", un proyecto del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales que procura establecer una cadena de salas de cine en todo el país que exhiban exclusivamente películas argentinas. En Bahía Blanca, la sala destinada a este fin es una de las siete del complejo Cinemacenter.


 Es un proyecto para destacar, al margen del escaso apoyo proporcionado por el público de nuestra ciudad.


 Son espacios alternativos que coexisten con el cine comercial, estimulan el hábito de ver películas de calidad artística y a su vez, contribuyen a compensar los arrolladores embates de los megaestrenos norteamericanos.



Una mirada al cine argentino








 En algunos sitios de Internet se puede seguir de cerca e incluso participar de polémicas --que en los últimos tiempos se han instalado en nuestro país--, referidas al cine argentino.


 Por caso, sobre la inexistencia de una industria cinematográfica nacional; la pobreza artística de las producciones auspiciadas por los canales de televisión (Cleopatra, El día que me amen, El juego de Arcibel, Un día en el paraíso, El séptimo arcángel); la acusación a ciertos críticos de cine de "alejarse del gusto de la gente, de ser snobs y festivaleros" o de "rescatar sólo el cine más retorcido, en detrimento del cine popular".


 También sobre si el "nuevo cine argentino" es una realidad o una simple ficción estimulada por quienes lucran con el calificativo; o el supuesto engaño al público a través de la promoción de productos de primera calidad, que en realidad son más de los mismo de lo que se exhibe en la televisión.


 Según Jorge Bernárdez, "el problema es que la mayoría de esas películas (las aludidas en el párrafo anterior) se hacen en virtud de una operación comercial que se podría reducir a que se junta el dinero de un montón de institutos de cine y de fondos de promoción y después no importa que lo que se filma sea una basura, porque ya se ganó la plata con eso y no se necesita de la gente".


 Hitchcock solía decir que "el cine es como la vida, pero sin las partes aburridas", una cuestión que muchos de nuestros cineastas olvidan o nunca aprendieron. De todos modos, enhorabuena que estas polémicas se hayan reinstalado en nuestro país, pues contradicen la casi apocalíptica tendencia enunciada por Carnevale.


 En otro orden de cosas, cabe apuntar que la devaluación acentuó algunos problemas preexistentes y generó otros. La dolarización de los insumos de la industria audiovisual incrementó los costos para el cine argentino y, a su vez, abrió las puertas a producciones extranjeras, porque el cambio las favorece.


 Ese incremento de los costos para el cine argentino determina la necesidad de convocar a un mayor número de espectadores para compensar ese desfase. Una película de presupuesto medio que en diciembre de 2001 amortizaba sus costos con 850 mil espectadores, un año después necesitaba 1.300.000.


 Pero en la presente temporada, la única película argentina que arañó esa cifra es Vivir intentando, una mediocre producción con el grupo Bandana.


 La alternativa es vender las producciones en el extranjero, lo que no resulta una tarea fácil. La participación de películas en festivales apunta a ese objetivo y la obtención de premios contribuye a generar ventas, aunque a la hora de su estreno en nuestro país sirven poco, porque el público no los valora o continúa subestimando --con o sin razón-- al cine nacional.


 También porque el cine de Hollywood ofrece alternativas tecnológicas que el argentino no puede alcanzar.




  Agustín Neifert



Las mejores películas del año








 Esta es una selección de las mejores películas estrenadas comercialmente en Bahía Blanca durante 2002, según la opinión de este comentarista:

* Lejos del paraíso, de Todd Haynes, con Julianne Moore, Dennis Quaid, Dennis Haysbert, Patricia Clarkson. Estados Unidos (2002). Estreno: 3-7-03.

* El viaje de Chihiro, de Hayao Miyazaki. Dibujos animados. Japón (2001). Estreno: 7-8-03.

* El pianista, de Roman Polanski, con Adrien Brody, Frank Finlaey, Thomas Kretschman, Ed Stoppard. Francia-Polonia-Alemania-Gran Bretaña (2002). Estreno: 24-4-03.

* Chicago, de Rob Marshall, con Renée Zellweger, Catherine Zeta-Jones, Richard Gere, John C. Reilly, Queen Latifah. Estados Unidos (2002). Estreno: 20-3-03.

* El ladrón de orquídeas, de Spike Jonze, con Nicolas Cage, Meryl Streep, Chris Cooper, Tilda Swinton. Estados Unidos (2002). Estreno: 22-5-03.

* El hombre sin pasado, de Aki Kaurismäki, con Markhu Peltola, Kati Outinen, Annikki Tahti. Finlandia (2002). Estreno: 21-8-03.

* Las horas, de Stephen Daldry, con Nicole Kidman, Meryl Streep, Julianne Moore, Ed Harris. Estados Unidos (2002). Estreno: 3-4-03.

* Pandillas de Nueva York, de Martin Scorsese, con Daniel Day-Lewis, Leonardo DiCaprio, Cameron Díaz, Jim Broadbent. Estados Unidos (2002). Estreno: 17-4-03.

* La mirada de los otros, de y con Woody Allen, Téa Leoni, Treat Williams, Mark Rydell, George Hamilton. Estados Unidos (2002). Estreno: 25-9-03.

* Valentín, de Alejandro Agresti, con Rodrigo Noya, Carmen Maura, Julieta Cardinali, Carlos Roffé. Argentina (2003). Estreno: 6-11-03. (Mejor película argentina).