Murió Idi Amin, el sangriento dictador africano de los '70
JEDDA (Reuters) - Idi Amin Dada, a quien se atribuye la muerte de decenas de miles de ugandeses en la década de 1970, murió ayer en un hospital de Arabia Saudita donde estaba gravemente enfermo desde hacía varias semanas.
Amin fue uno de los déspotas más sanguinarios de Africa, y vivía en el exilio, principalmente en Arabia Saudita, desde que fue derrocado en Uganda en 1979. Tenía entre 75 y 80 años.
Durante su despótico régimen, entre 1971 y 1979, Amin no ocultaba su admiración por Adolfo Hitler, fue denunciado en Africa y el exterior por la matanza de decenas de miles de personas, que según algunos cálculos podrían superar las 100.000.
Ex campeón de boxeo, llegó al poder en 1971 con un golpe de estado y su gobierno se caracterizó por excentricidades y purgas violentas. Inclusive, se llegó a decir que cuando se embriagaba, se jactaba de haberse "comido" a algunos rivales políticos, aunque nunca se pudo determinar si en ello había algo de cierto.
Lo que sí se determinó es que fue un dictador despiadado que, según dijo la Comisión Internacional de Juristas en 1977, violó todos los derechos humanos fundamentales durante un "reino de terror".
Los exiliados lo acusaban de guardar varias cabezas de enemigos decapitados en su refrigerador, alimentar a cocodrilos con cadáveres humanos y ordenar el descuartizamiento de una de sus esposas.
Amin fue derrocado en 1979 por fuerzas de la vecina Tanzania y exiliados ugandeses y recibió refugio en Arabia Saudita por caridad islámica.
Como musulmán, Amin vivió tranquilamente en Jedda con un estipendio del gobierno con cuatro esposas.
Según la mayoría de las fuentes, nació en 1925 en una familia de campesinos de pequeña tribu de Kakwa en Arua, en el apartado distrito ugandés del Nilo Occidental.
Furia y atrocidades
Apodado "Big Daddy", se ganó la reputación de ser una persona peligrosa e imprevisible, que extrajo de las humillaciones de su infancia la justificación a su temperamento megalómano, vengativo y violento.
En 1946 se unió como cocinero al regimiento King's African Rifles de las fuerzas coloniales británicas.
Su físico inmenso lo ayudó a escalar posiciones en el Ejército y, un lustro más tarde, en 1951, a convertirse en campeón de boxeo de peso pesado de Uganda, un título que mantuvo por nueve años.
En ese tiempo cometió sus primeras atrocidades mientras combatía en defensa de los británicos contra los rebeldes Mau-Mau en la vecina Kenia con el grado de cabo, cuando, según reportes, ordenó torturar y asesinar civiles y violó a mujeres.
Los británicos lo promovieron a teniente, convirtiéndolo en uno de los primeros ugandeses en alcanzar ese rango.
En 1966, cuatro años después de la independencia de Uganda, el presidente Milton Obote lo nombró jefe del ejército y la fuerza aérea, un trampolín ideal para conquistar el poder.
El 25 de enero de 1971, mientras Obote se hallaba fuera del país en un encuentro del Commonwealth británico, Amin y unos pocos de sus colegas militares de confianza tomaron el poder.
Después de unos meses de moderación, impuso rápidamente la arbitrariedad como estilo de gobierno.
Ordenó asesinatos en masa y encarceló a los opositores. Diezmó a las tribus hostiles e instauró pelotones de ejecución. Se atribuye a su régimen unos 300.000 muertos. Decenas de miles de refugiados huyeron del país.