La fama y el éxito pueden convertirse en una trampa

ROMA (EFE) -- La cantante estadounidense Madonna aseguró que la fama y el éxito "puede convertirse en una trampa" y distraer de lo que "realmente es importante en la vida", que según ella son los valores espirituales y no los materiales.
En unas declaraciones a la emisora de televisión pública italiana RAI, Madonna habló ayer sobre su último disco American life, su vida privada, sus inquietudes religiosas y sus veinte años de carrera.
Tras admitir que sus éxitos musicales le han permitido realizar muchos de sus sueños, añadió que, si una persona "no sigue reglas justas", el éxito puede llevarla a "objetivos equivocados".
Madonna también se confesó sobre sus creencias religiosas.
"No pienso que la religión y Dios sean la misma cosa; son muy diversas, Dios es una fuerza universal de la vida y que la religión divide a los pueblos. Nosotros somos infinitamente responsables de todo lo que sucede en el mundo; Dios da las oportunidades de hacerlo y nosotros tenemos su fuerza dentro de nosotros, con la que podemos crear o destruir", aseguró la cantante.
La estrella del pop también cree que "las enseñanzas de Jesucristo dicen que la única cosa que importa es amar a tu prójimo como a tí mismo, que es la cosa más difícil de recordar".
Loren con pánico al actuar
Por su parte, la actriz italiana Sofía Loren aseguró que a sus casi 69 años y a pesar de trabajar desde hace casi medio siglo en el mundo del cine, aún tiene "pánico" a actuar.
"Me da terror estar en el set rodando delante del peor público, los electricistas y técnicos, porque pienso que se preguntan `veamos qué sabe hacer esta'; es realmente horrible", indicó la actriz en una entrevista que publicó ayer el diario italiano "La Stampa".
La artista, que graba en estos días una serie para la emisora privada de televisión Tele-5, señaló que no probará en el teatro, porque le produce "miedo y vergüenza".
Por ello ha rechazado varias ofertas, como la del director de cine y teatro Francesco Rosi para interpretar Nápoles millonaria o la de llevar al escenario Matrimonio a la italiana, basada en el largometraje del mismo nombre que protagonizó en 1964 a las órdenes de Vittorio De Sica.
Sofia Loren añadió que el miedo y la timidez no han sido las únicas batallas difíciles que ha tenido que afrontar, ya que "una de las más importantes fue la maternidad, no me quería resignar a no ser madre".
"Ahora mi deseo es convertirme en abuela, pero he decidido no entrometerme en la vida de mis hijos", afirmó la actriz, que tuvo dos hijos de su matrimonio con el productor Carlo Ponti: Carlo, de 35 años; y Edoardo, de 30.
Loren, que en la serie de televisión que graba estos días trabaja junto a la también actriz italiana Sabrina Ferilli, dijo que la experiencia ha sido positiva, "porque emergen nuevos talentos de los que el cine necesita".
También indicó que le gusta ver sus antiguas películas, como La ciocciara (Vittorio De Sica, 1960), Matrimonio a la italiana (De Sica, 1964) o Una jornada particular (Ettore Scola, 1977).
"Recuerdo con especial cariño todas las películas de De Sica, pero también las últimas que he hecho, como Francesca y Nunziata (2001), de la italiana Lina Wertmüller", subrayó la diva italiana.