La coalición volvió a entrar a Bagdad y tomó dos palacios
Bagdad se encontraba anoche dividida en dos por el río Tigris. Al sur, la coalición de Estados Unidos y Gran Bretaña tiene casi el control total de la ciudad, mientras que al norte el régimen de Saddam Hussein resiste a duras penas, según las informaciones de las agencias internacionales de noticias.
Este mapa se produjo luego de que tropas estadounidenses entraron al corazón de la capital iraquí y se atrincheraron en uno de los palacios del presidente Saddam Hussein, mientras paracaidistas británicos llegaron al centro de Basora, la segunda ciudad de Irak, donde muchos residentes les dieron la bienvenida.
Los militares estadounidenses dijeron que el asalto al centro de Bagdad, con más de 100 tanques y otros blindados, era una demostración de fuerza, destinada a demostrar que sus tropas llegan donde quieren, más que un ataque final a la ciudad de cinco millones de habitantes.
El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, dijo que no sabía qué había ocurrido con Hussein o dónde estaba, pero aseguró que ya no tiene poder sobre gran parte de Irak y que ya se estaba quedando sin soldados.
"Existen tres posibilidades: está muerto, herido o no quiere mostrarse", dijo Rumsfeld en una conferencia de prensa en Washington.
Al caer la noche, los soldados estadounidenses que tomaron el complejo presidencial en la ribera occidental del río Tigris seguían en el lugar, dispuestos a pasar la noche allí y enviando un fuerte mensaje a la ciudadanía y a los partidarios de Hussein de que el tiempo de éste en el poder se estaba acabando.
En tanto, las víctimas civiles siguen sumándose. Ayer al menos nueve iraquíes murieron a última hora de la tarde en Bagdad, cuando un misil de las fuerzas angloestadounidenses cayó en el centro de la capital iraquí.
¿Qué hacer con Irak?
El papel que ocuparán las Naciones Unidas en la reconstrucción de Irak y la administración post Saddam Hussein, son los temas centrales de la cumbre iniciada ayer en el castillo norirlandés de Hillsborough entre el presidente estadounidense, George Bush, y el premier británico, Tony Blair.