Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Confirmaron que Martín Goyeneche solicitó un auto para "ponchar"

La confirmación de que Martín Goyeneche, para la época previa al doble homicidio de María Victoria Chiaradía y Héctor Horacio Iglesia Braun, había pedido un automóvil Chevrolet Corsa gris, como el que ocupaban las víctimas, para realizar un "ponchado", fue ratificada ayer, durante una nueva audiencia del juicio oral y público por la causa conexa al conmocionante caso.


 La confirmación de que Martín Goyeneche, para la época previa al doble homicidio de María Victoria Chiaradía y Héctor Horacio Iglesia Braun, había pedido un automóvil Chevrolet Corsa gris, como el que ocupaban las víctimas, para realizar un "ponchado", fue ratificada ayer, durante una nueva audiencia del juicio oral y público por la causa conexa al conmocionante caso.


 Los principales testimonios de la víspera --jornada en la que estuvo presente Silvia Braun y no asistió el comisario mayor Héctor Iglesia--, fueron los de Jorge Horacio Anrique y César Alberto Lara, ex empleados del chapista suarense.


 También declaró un ocupante de un micro que el domingo 27 de agosto de 2000 --día en que desaparecieron las víctimas--, sobre mediodía, observó al tallerista suarense reunido con otra persona en cercanías de la rotonda de Pasman. Esa versión confirmaría las sospechas de que éste se entrevistó con Juan Antonio Corona, otro de los procesados.


 Pese a que el fiscal Eduardo d'Empaire solicitó que se impidiera la declaración de Lara y Anrique, ya que están como imputados --junto a Goyeneche y Corona--en otro expediente, el tribunal desestimó ese reclamo, ya que entendió que no había una "acabada conexidad objetiva entre ambos casos".


 De todas maneras, los jueces solicitaron "limitar las preguntas al objeto preciso del hecho que nos ocupa".


 En consecuencia, luego de un cuarto intermedio y de escuchar por la mañana a otros declarantes, alrededor de las 13.50 se inició el testimonio de Anrique.


 Dijo que trabajó en el establecimiento de Goyeneche no menos de cinco años y que él se dedicaba a las tareas de pintura.


 Preguntado por el fiscal sobre qué sabía respecto del hecho, respondió que "Martín (Goyeneche) había comprado un auto siniestrado y lo había llevado al campo del tío. Después pidió comprar un Corsa en el desarmadero de 9 de Julio. Corona siempre le ofreció un Corsa blanco, por lo que él me comentaba. Después nunca vino el Corsa blanco, Martín nunca lo recibió".


 Al responder respecto de por qué pidió un coche blanco, reiteró que "había comprado un auto siniestrado; primeramente, Martín lo pensaba arreglar y, después, por lo que dijo, decidió encargar un auto Corsa a un desarmadero".


 "¿Pero, para qué...?", preguntó el fiscal.


 "Para qué va a ser, para 'poncharlo'...", aseguró el testigo.


 Cuando D'Empaire pretendía saber si este tipo de maniobras había sido realizada con antelación, Eduardo Zalba --abogado de Rubén Martín, el tercer imputado--, interrumpió, porque consideró no pertinente la pregunta, planteo aceptado por los magistrados.


 Aunque siempre con frases cortas y tono esquivo, Anrique comentó después que vio una vez el auto en la quinta del familiar del chapista.


 "Fui con César (Lara); había unas cosas del Corsa que tirar al basurero. Creo que tiramos el plástico, cosas que estaban rotas, porque había sufrido un vuelco. El auto estaba destruido", aclaró.


 "La parte mía, lo que puedo contarle, es lo que viví en ese momento; estaba en la cabina, mi trabajo era la pintura, pongo mi voluntad para hacerlo lo más claro posible. Lo que es tema de papelerío, de Goyeneche, lo desconozco totalmente, nunca me ponía a hacer una boleta o atender a la gente. Era un empleado", indicó Anrique.


 Afirmó que la comunicación entre Goyeneche y Corona era por teléfono y que no sabía si empleaban fax. Dijo también ignorar si el 27 de agosto de 2000 estuvieron juntos ambos detenidos y que, en ese sentido, no recibió ningún comentario de su ex patrón.


 Se le preguntó, por otro lado, cuál era la conducta del chapista, con el avance de las noticias sobre la desaparición de los chicos.


 "Lo noté nervioso, pero fue porque no recibía las patentes y la tarjeta verde y lo que le había dado a Corona. Me dijo que se había encontrado con Corona en Pasman y que le había entregado las patentes y la tarjeta verde, una cosa así", dijo.


 Admitió que, anteriormente, Goyeneche le había comprado otros efectos a Corona, aunque él no conocía al autopartista de 9 de Julio.


 Anrique también confirmó que en el año 2000 viajaron con Goyeneche a un curso de capacitación, aunque debieron volverse en el día porque se había suspendido.


 "Era un día de semana, pero no me acuerdo cuándo. Un mes antes o no había pasado un mes" del doble crimen, comentó en referencia al viaje laboral.


 En un detalle que pareció clave, el pintor admitió que durante los años que trabajó en el taller de Goyeneche, nunca cambió el color de un automóvil, desvirtuando de esta manera la hipótesis del pedido de un coche blanco para "doblar" uno gris.

La versión de Lara. A su turno, César Lara informó que se inició laboralmente con Goyeneche en enero de 1999, como aprendiz de chapista, aunque posteriormente fue sumando experiencia y efectuó colaboraciones en pintura y limpieza y desarmado de rodados.




 "Fuimos a buscar el auto (siniestrado) a Rivera; acompañé a Goyeneche y lo trasladamos a la quinta del tío. Después, cuando sucedió todo, nos enteramos que Martín había solicitado un auto. Primero dijo que lo iba a arreglar, después habló de solicitar un casco en fábrica y después nos enteramos que había solicitado un Corsa", aseguró.


 Coincidió con Anrique en que "había solicitado un coche gris, pero como no había, le ofrecieron uno blanco".


 Preguntado si conocía la procedencia del coche solicitado, respondió: "El dijo que había pedido un auto, no dijo si era robado".


 A diferencia del otro testigo, Lara comentó que "fui solo a la quinta, una sola vez, y desarmé partes del auto. El motor estaba en el taller y otras cosas más, no recuerdo bien".


 "¿La numeración del chasis también?", consultó el fiscal.


 "Creo que sí", respondió.


 También aseguró que, con el correr de los días, su ex patrón se mostraba nervioso, "porque había mandado las patentes y no le llegaban".


 Lara reconoció que fue en una oportunidad posterior a la ciudad de 9 de Julio, "a llevarle unos papeles a Corona, con uno de los hermanos de Goyeneche, pero, como no se encontraba Corona, estaba de viaje, volvimos con los papeles".


 Por último, negó haber concurrido al campo donde aparecieron los cadáveres --cuyo encargado, Miguel Díaz, es padre de su actual pareja, Gladys--, ya que con su concubina se conoció a principios de 2001.


 "No conocía al padre de Gladys. Me enteré que estaba encargado del campo donde encontraron los chicos, después, pero antes no conocía a Gladys", concluyó.

Detalles de la pesquisa




 Un completo informe sobre los pormenores de la investigación del doble asesinato, ofreció ayer el comisario mayor Héctor Rodolfo Díaz, en ese entonces jefe de la DDI de Bahía Blanca.


 El actual director general de Coordinación Operativa de Seguridad de la policía bonaerense, se refirió a su presencia en el lugar del hallazgo del vehículo, a las vinculaciones que surgieron con Martín Goyeneche y a los operativos de captura de Juan Antonio Corona, que encabezó en persona.


 "En General La Madrid, las tareas fueron extensas, intentando determinar en las estaciones de trenes y ómnibus y hospedajes, si había personas foráneas, así como la existencia de testigos. Las averiguaciones fueron muchas y, en pocos días, con mucho personal, teníamos un panorama", relató.


 El operativo "no arrojó muchos avances, salvo que el vehículo había sido dejado entre las 18 y las 19 del 28 de agosto y la una del 29", agregó.


 Consultado sobre cómo surgió la relación del caso con el chapista suarense, sostuvo que fue "a partir de la desaparición, que entre los lugares que aparecían en el itinerario de delincuentes, podía estar Coronel Suárez, máxime después de que se encontró el auto en La Madrid. Se tuvo en cuenta (a Suárez) como un lugar donde podría haber transitado el coche sustraído. A partir del hallazgo de los cuerpos, se profundizó la tarea investigativa en Suárez y la zona rural".


 Explicó que, entre otras tareas, "reconstruyeron" un domingo en la zona del monte de cipreses donde aparecieron los cadáveres.


 "Hicimos un operativo especial el domingo siguiente, que se vio dificultado por una lluvia; pusimos personal en todos los caminos y rutas de la zona para interrogar", señaló.


 Díaz, por otro lado, añadió que en aquel entonces le solicitó a un jefe policial de Mar del Plata, el regreso a este destino de un oficial de apellido Danieli quien, junto con el principal Marcelo Bianchetín y él, conformaron un grupo de trabajo para hallar un hilo conductor entre los ladrones de autos y Goyeneche.


 "En esas circunstancias, los oficiales llegaron a Goyeneche y él manifestó haber adquirido un automotor siniestrado de las mismas características del Corsa de Iglesia. Fue invitado a comparecer en la comisaría y dijo que tenía la idea de repararlo y después que lo había vendido a Corona, propietario de un negocio de autopartes en 9 de Julio", indicó.


 "En la declaración, me parece, entregó un recibo que firmaba Corona por la recepción o el pago de ese vehículo", remarcó.


 "Se le pidió a dirección de Investigaciones de Mercedes, para que averigüe en 9 de Julio estos dichos. Cuando se le recibió declaración a Corona, nos encontramos con que Goyeneche había mentido", afirmó.

"Alterado en forma llamativa". Díaz admitió que, tras la primera entrevista con el tallerista, "fueron muchos los contactos que tuvimos con él. Cada vez que se encontraba con nosotros, conversaba, se mantenía accesible a la conversación y, día a día, estaba cada vez más nervioso, alterado emocionalmente, en una forma llamativa".




 "El mismo confesaba que no podía dormir, que no comía, era una actitud llamativa. Hasta que finalmente termina compareciendo en la comisaría de Suárez y dio una versión que nada tenía que ver con la anterior. Le manifestó al comisario (Orlando) Ramírez que él tenía intenciones de 'doblar' el coche. Quedó de manifiesto la mentira de Goyeneche y que Corona había dicho la verdad", expresó.


 Comentó el jefe policial que quedó documentada la circunstancia de que Goyeneche relacionó directamente su pedido con la desaparición de los jóvenes bahienses.


 "Mientras seguíamos hablando con Goyeneche, era casi obvio que el nerviosismo de él se debía a la situación que podría haber tenido el Corsa de Iglesia y que luego se lo haya descartado", sostuvo.


 Profundizada la pesquisa, dijo Díaz que se pudo demostrar el modus operandi de "doblado" de coches. "Se secuestró una ambulancia del hospital, la camioneta Peugeot y después creo que otros más".


 "Me viene a la memoria que hasta el momento que declaró en Bahía, ante el fiscal, siempre habló de un Corsa gris y, a partir de esa declaración, después de haber tenido asesoramiento de un letrado, dijo que era blanco, con una intención de desviarse de la cuestión", comentó Díaz, al volver al vehículo en cuestión.

En 9 de Julio. El comisario mayor Díaz estuvo a cargo de los allanamientos que se practicaron el 7 de noviembre de 2000 en 9 de Julio, donde fue arrestado Corona.




 "Antes estuve realizando en el lugar tareas de inteligencia y lo seguí. Se movilizaba en un Mercedes Benz rojo, siempre hablaba de locutorios, nunca de teléfonos fijos y celulares. Detectamos también que se comunicaba de una estación de servicio de la ruta 5 y, ese día, en horas de la noche, lo contacté en una estación y reconoció que tenía chapas del coche siniestrado de Goyeneche y que estaba dispuesto a entregarlas", detalló.


 Afirmó que en aquella población se hizo un trabajo de rastreo similar al de Coronel Suárez.


 "Visitamos todos los comercios del rubro automotor, investigamos a personas que están sospechadas como delincuentes del ramo, uno de apellido Fachina y otro Orequia", agregó.


 También se refirió al allanamiento practicado en la casa del oficial Sergio Salvador Pieri, quien está sospechado de otros ilícitos y podría tener alguna relación con el doble crimen.


 "Se hizo en un monoblock de Tapiales y yo estuve a cargo. Se secuestró un auto sustraído, armas de fuego, agendas, se halló, llamativamente, un recorte periodístico del diario Clarín, donde se hacía mención a este caso y que era de fecha 8 de noviembre (de 2000). Algo muy llamativo, no tenía una explicación lógica y, ante lo cual, no dio ninguna respuesta", señaló.

La posible venganza. "Tuve un contacto diario y permanente con (el comisario mayor Héctor) Iglesia por el hecho; nos conocíamos, somos compañeros de promoción de la Escuela Vucetich, tenemos una relación de 28 años y medio. Estuve muy cerca de él y esa cercanía me permitió, entre comillas, interrogarlo, sobre la posibilidad de que esto fuera dirigido hacia su persona. La respuesta era siempre la misma, nunca sospechó que era algo hacia él", afirmó Díaz.




 Además, aclaró que "hacía como cuatro años que no hacía tareas típicas de investigación directa, por eso no había sospechas".


 No obstante, respondió que "siempre tuvimos presentes todas las hipótesis, ni hasta el día de hoy, hasta que no esté el hecho totalmente esclarecido, no debe descartarse nada".


 Finalmente, el funcionario policial informó que el homicidio en ocasión del robo de automotores, aumentó un 40 por ciento en los últimos tiempos.

Otros testimonios

* Oscar Castellano: El domingo 27 de agosto de 2000, viajaba en un colectivo con un plantel de fútbol, desde Suárez a Carhué. "Yo iba sentado en una banqueta, de espaldas a la ruta, y lo único que alcancé a ver, pasando Pasman, dos camionetas, una color blanca, y a dos personas. Es lo único que vi". "Julio López (chofer del micro) dijo que ahí estaba la camioneta de Martín (Goyeneche). "Cuando habíamos salido de Suárez, él dijo que lo había pasado Martín, pero yo no lo vi".

* Jorge Martín: También ocupante del ómnibus. "Ibamos con el colectivo de López hacia Carhué y, pasando Pasman, vi dos camionetas enfrentadas, una era una Ford blanca, modelos 80, 82 u 84. "Sí, vi personas, pero no hice caso".

* Jorge Marcelo Roth: Otro viajero. "Pasando Pasman, a unos 2.000 o 3.000 metros, estaba Martín Goyeneche charlando con otra persona, en la banquina, apoyados en la camioneta. Lo conozco porque fui al colegio y jugué al fútbol con él". Al restante no lo pudo reconocer, aunque dijo que era otro hombre.

* Norberto Molina (gomero y dueño del restaurante ubicado en el cruce del acceso a Guaminí y la ruta 33): No aportó ningún dato trascendente.

* Omar René Santarelli (tío de Goyeneche, dueño de la quinta donde guardaba el Corsa siniestrado): "Me pidió permiso para llevar el coche que había comprado y yo le dije que no tenía ningún problema. Era marzo o abril de 2000. Lo dejó ahí porque no sabía cuándo lo iba a arreglar, por ahí era un mes un año. El auto no lo vi nunca destapado". Cuando lo secuestró la policía, confirmó que "estaba medio desarmado". Dijo que su sobrino estuvo una o dos veces más en la quinta.

* Karina Noemí Codina (ex concubina de Jorge Anrique): Su ex pareja le dijo que "supuestamente Martín había pedido un auto, pero que no era gris, que era blanco, y que iba a hacer un 'poncho'", y que se enteró "por las noticias" del lugar donde estaba el auto siniestrado. Agregó que en agosto de 2000, Anrique y Goyeneche iban a hacer un curso de chapa y pintura, pero se suspendió. "Sé que ese día llovía; se fue a la madrugada y volvió a la tardecita, diciendo que se había suspendido".

* Mario Juan Reser (padrastro de Codina): Anrique vive actualmente en su casa. "Me dijo que el auto siniestrado lo habían llevado a un campito de un tío de Goyeneche, es lo único que me dijo él. Me dijo que el patrón estaba asustado, pero nada más, no pregunté nada". El fiscal Eduardo d'Empaire pidió que quedara a disposición del tribunal y que se evalúe el posible delito de falso testimonio. En primera instancia, Reser, por comentarios de Anrique, sabía que con el auto siniestrado iban a hacer un "poncho" y que Goyeneche estaba asustado porque lo podían relacionar con el doble crimen.

* Luis Alfredo Goity (vecino del taller de Goyeneche): No aportó nada de importancia.

Para hoy. El principal testimonio para hoy es el del comisario mayor José Luis Costa, experto en el sistema Excalibur y uno de los principales investigadores del caso. También declararían tres policías de 9 de Julio; Alberto Marini, empleado de Corona; cuatro familiares de Verónica Obes (sospechada de tener vinculación ilícita con Rubén Martín); Maricruz Tolosa (amiga de Horacio); dos empleados de la estación de servicio de San Eloy y los dueños de campos cercanos a dónde apareció el Corsa, en La Madrid. El fiscal desistirá de los testigos de identidad reservada "DD" y "EE", previstos para esta jornada.