Bahía Blanca | Jueves, 03 de julio

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Una figura de la TV busca su lugar en cine

El actor y conductor de TV Julián Weich es el principal intérprete del filme Un hijo genial, comedia familiar que dirige José Luis Massa y que estrena hoy en salas argentinas, en una fecha poco habitual para estos acontecimientos. La cinta tiene como segunda figura importante al adolescente Sebastián Francini y se completa con Diana Lamas, Gonzalo Urtizberea, Santiago Ríos, Claudio Da Passano, Roberto Catarineu, Mara Linares, Roberto Granados y Hugo Cosiansi, además de un perro y un guacamayo entrenados, en tanto el guión pertenece a Daniel Botti.
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Una figura de la TV busca su lugar en cine . El mundo. La Nueva. Bahía Blanca




 El actor y conductor de TV Julián Weich es el principal intérprete del filme Un hijo genial, comedia familiar que dirige José Luis Massa y que estrena hoy en salas argentinas, en una fecha poco habitual para estos acontecimientos.


 La cinta tiene como segunda figura importante al adolescente Sebastián Francini y se completa con Diana Lamas, Gonzalo Urtizberea, Santiago Ríos, Claudio Da Passano, Roberto Catarineu, Mara Linares, Roberto Granados y Hugo Cosiansi, además de un perro y un guacamayo entrenados, en tanto el guión pertenece a Daniel Botti.


 En una conferencia de prensa previa a la presentación de la película, la última a estrenar en 2003, Weich se manifestó satisfecho por el resultado artístico de Un hijo genial y resaltó que su intención de volver a la actuación "estuvo siempre" en paralelo a sus trabajos televisivos, aunque aclaró que es muy cuidadoso en sus emprendimientos.


 "En todo el equipo hubo una química muy especial, y eso que hicimos una película de mucha acción y filmamos a horarios no habituales, como las dos o tres de la mañana en el zoológico de Buenos Aires, o cuando rodamos las escenas en un sótano lleno de agua y hasta los técnicos aceptaron trabajar mojados y secar a cada rato los equipos salpicados", destacó el animador de Trato hecho.


 "Cuando recibo una propuesta debo saber todo por adelantado --señaló Weich--: el cartel, el libro, cuánta plata va a haber, quiénes van a estar a mi lado, así que hay un montón de factores que me deciden por el sí o por el no. Que esté en un buen momento de mi carrera en televisión no impide que si algo fuera de ella me entusiasma, lo acepte", aclaró.


 Dijo, además, que "hacer esta película fue una gran diversión, no sólo para mí sino para todo el equipo. A mí no me interesan aquellos trabajos que no me divierten, porque el público adhiere a que un actor o un conductor de TV goce de su tarea y que se note".


Un buen compañero







 Respecto de la relación padre-hijo que se entabla en el filme con el personaje interpretado por Sebastián Francini, Weich encontró en ella "similitudes y características que me pertenecen, porque yo también soy padre, y otras que pertenecen a la ficción", y ponderó el trabajo de su joven compañero de elenco.


 "Lo bueno de Sebastián --reveló-- es que no se la cree y está dispuesto a aprender, a aceptar sugerencias. Yo sé lo que es trabajar con chicos o adolescentes, y muchas veces alguno que apareció en dos o tres programas y se considera famoso, ya cree que se las sabe todas".


 Por su parte, Sebastián Francini se mostró contento por haber trabajado con un perro y un guacamayo, y aseguró que Un hijo genial es "la primera película argentina con actores animales", a lo que Weich replicó irónico: "Y algunas son hechas por animales".


 El muchachito, que protagonizó El principito en teatro, dijo que fue muy divertido filmar con los animales.


 "Se hizo un casting de perros y a veces hubo que improvisar porque el guacamayo salía volando hacia algún lugar inesperado", señaló.


 Weich subrayó la enorme repercusión que encuentra en los chicos, "aunque no ando buscando el amor de ellos por la calle. Claro que siento afecto cuando vienen a saludarme, pero no hago un negocio de eso, no soy un buscador del cariño infantil; para eso tengo a mis hijos".


 "No sé por qué, no le encuentro explicación --confesó--, pero los chicos son los más fanáticos seguidores de Trato hecho. Y si no se hace un Trato hecho para chicos es porque la ley lo prohíbe". (Télam)