Murió Ricardo Sáenz Valiente
Con la muerte de Ricardo Sáenz Valiente se pierde una de las figuras destacadas de la prensa argentina, que durante muchos años luchó con denuedo y pasión por el periodismo y la libertad de expresión. No sólo al frente del diario "La Calle", de Concepción del Uruguay, sino en puestos importantes en la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), donde se desempeñaba como vicepresidente 1º.
Desde joven tuvo que hacerse cargo del diario familiar y a través del mismo logró impulsar una línea periodística atenta a todas las expresiones de la vida de su ciudad, del país y del mundo. Porque "La Calle", bajo su dirección, trascendió lo local, y aún en tiempos cuando los medios técnicos no habían alcanzado su actual desarrollo logró que en sus páginas el lector encontrara una amplia información, capaz de mantenerlo actualizado en los más diversos temas.
Esta pasión por mejorar el contenido de su diario lo llevó más tarde a intervenir en ADEPA, donde a través de sus organismos, en especial el Centro Técnico "Luis A. Pérez", contribuyó a que muchos medios del interior del país tuvieran acceso a tecnología de primer orden.
También participó en la Asociación de Diarios Entrerrianos que tuvo en él a un animador permanente, siempre dispuesto a enfrentar los desafíos del futuro.
Confió principalmente en la palabra escrita y, fortalecido en sus fundamentos éticos, no hizo concesiones a los intereses económicos ni a las presiones.
Convirtió en una cuestión de principios el mantenimiento de una línea de pensamiento íntimamente ligada a las libertades y a la democracia como forma de vida y de gobierno.
Asistió en forma permanente a las sesiones de ADEPA y siempre aportaba a ellas su palabra clara y terminante. Participó en asambleas, en foros donde se discutieron temas de libertad de prensa y a ellos llevaba la idea de que esta debía protegerse con el esfuerzo necesario por parte de todos los integrantes de la prensa argentina, porque cuando uno de ellos sentía vulnerado ese derecho, el mal repercutía en los restantes.
Entendía que la libertad de prensa tiene una fundamental importancia en la vida en democracia, porque esta sin ella no se puede plasmar. Por eso es la primera de las libertades que atacan los autoritarismos.
El fallecimiento de Sáenz Valiente constituye una pérdida de importancia para todos los que creen en la libertad de prensa, porque pocos como él hicieron de este principio una bandera permanente de trabajo y de vida.
Sus restos serán inhumados hoy, a las 10, en el cementerio de Olivos. En la oportunidad, se referirá al periodista desaparecido el presidente de ADEPA, Dr. Lauro F. Laíño.