Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

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Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

Brutal retrato de la violencia de género en plena calle

Fue en una zona transitada. Rodrigo García, fotógrafo de “La Nueva.”, captó la secuencia.
Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

Maximiliano Allica / mallica@lanueva.com

   Se llama Micaela y tiene un hijo, Lautaro, de 5 meses. Su pareja es Martín. El mismo que en las fotos aparece golpeándola en la calle, a plena luz del día, en Don Bosco al 600.

   En la cuadra hay movimiento pero a Martín no le importan la gente ni los autos. No le importa nada.

   Es jueves. A las 11:37 se advierte el primer maltrato. El llamado al 911 es súbito y los primeros policías, una mujer y un varón, llegan caminando a las 11:43, apenas finalizado el ataque. Instantes después estacionan dos patrulleros, ambos sin patente.

   A Micaela la llevan a la esquina y con Martín se quedan en la puerta del negocio de garrafas donde trabaja. Sí, la golpiza fue en la puerta de su trabajo.

   Hablan, llegan más agentes. Micaela llora en la esquina. Una policía intenta consolar al bebé.

   Martín entra y sale del negocio sin problemas. Cuando le piden explicaciones se pone las manos detrás de la cintura y encoge los hombros, como los futbolistas arteros. Pasa un camión y toca bocina. Saluda. Un policía también. Martín busca una botella de agua fría en el local. Refresca delicadamente la cabeza del bebé.

   Todo el problema habría surgido por una moto que compró la pareja y que necesitaba un arreglo. Cuentan testigos que Martín se la llevó al hermano para la reparación y se la terminó regalando por su cumpleaños.

   Micaela reaccionó y la reclamó. Discutieron. Fue a la casa de su cuñado y la mujer de este la amenazó con un hacha, según trascendió.

   La discusión siguió en casa y Micaela llamó a la Policía. Fue un patrullero, aseguran los testigos, y le dijeron que si tenía los papeles vaya la mañana siguiente a presentar la denuncia en la comisaría. Cuando se fueron, hubo golpes.

   Al día siguiente Micaela eligió ir al negocio de garrafas donde trabaja Martín.

   Después del ataque en la calle y el operativo policial de casi una hora, la víctima se fue caminando sin custodia, con el chango y su bebé, en dirección a su casa en el barrio Noroeste. A las pocas cuadras encontró a su papá. Se abrazaron.

   A Martín no lo llevó la Policía. De inmediato bajaron la persiana del local.

Qué dijo la policía

   Desde la Comisaría de la Mujer se explicó que, en caso de que los agentes no sean testigos del hecho (tal como ocurrió aquí), se dialoga con las partes y, si hay denuncia de la víctima, se traslada a ambos a la seccional para que den testimonio. Luego de ese paso, el trámite continúa en la Justicia.

   También puede ocurrir, se indicó, que exista una mediación en el momento y se llegue a un acuerdo, con lo cual cada uno de los involucrados se retira por su lado.

   "Pero jamás se va a dejar a una mujer en la calle", afirmó la inspectora Roa.

   El comisario Luis Marillán, titular de la Policía Local, ratificó que la facultad para aprehender es en flagrancia, es decir, cuando los efectivos observan la agresión o bien la víctima exhibe las marcas.

   "Generalmente en los casos de violencia de género se deriva a la Comisaría de la Mujer. La Policía Local tiene un cuerpo especial para contención de la víctima y traslado", dijo.

   En caso de no existir flagrancia y que la persona agredida no denuncie, lo más probable es que todos se retiren sin más novedad.

   Tanto Roa como Marillán aseguraron desconocer el episodio del jueves, en Don Bosco al 600.

El agresor: “Una pelea por problemas de pareja, nada más”

   “La Nueva.” llamó al local de garrafas un día después del ataque y preguntó por Martín.

   —Salió, está en la calle haciendo un service. ¿Quién le habla?

   —Mi nombre es Maximiliano.

   —No está. Si querés intentá a eso de las 8 menos 10 (de la tarde).

   A esa hora, el diálogo fue:

   —Buenas tardes, ¿se encontraría Martín?

   —Disculpá, acá Martín no hay nadie.

   —Me dijeron que había salido a hacer unos trabajos de service y volvía a esta hora.

   —Acá trabajamos tres personas: Marta, Leandro que soy yo y Jorge. No hay ningún Martín.

   —¿Puede ser que Jorge haya tenido el jueves un problema en la calle?

   —Sí.

   —¿Puedo hablar con él?

   Hace un silencio. Se aleja y lo llama. Jorge toma el teléfono.

   —¿Quién es?

   —Te llamo del diario “La Nueva.”. Es por un problema que hubo el jueves en la calle. ¿Me podés contar qué pasó?

   Jorge aleja el teléfono y le avisa a Leandro el motivo de la llamada.

   —Nada, una pelea nada más.

   —¿Por qué?

   —Eso es privado.

   —Pero fue en la vía pública.

   —Problemas de pareja. No pasó nada. Después vino la Policía y dijo que la cortáramos.

   Suelta el teléfono y otra vez lo toma Leandro.

   —¿Ustedes vieron algo?

   —No, escuchamos los gritos pero no vimos nada. Fue al costado del ventanal del local.

   —¿Y qué les contó Jorge?

   —Que fue una discusión fuerte, pero quedó ahí. Cuando vino la Policía calmó todo.

   —¿Les dijo si le pegó a la mujer?

   —No, no nos dijo eso ni vimos nada.

   Leandro después cuenta que Jorge entró al negocio hace unos 6 meses y que no habían trabajado con él antes. Dice pocas cosas más y la charla termina.

   —Cualquier cosa, estamos acá —ofrece.

Estadísticas: Cuántos ataques hay en nuestra ciudad y el país

   Familiar. Durante el primer semestre de 2016 se iniciaron 1.181 causas en el Departamento Judicial Bahía Blanca por violencia familiar.

   Período. El mes de mayor cantidad de denuncias por violencia de género en ese período fue febrero. Se activaron 187 instrucciones penales preparatorias en fiscalía.

   Antecedentes cercanos. A lo largo de 2015 hubo 2.272 causas por violencia familiar y en 2014, 2.032.

   Aterrador. Según estadísticas recientes, una mujer muere cada 30 horas en Argentina por violencia de género.

   Fin de año. Diciembre, de acuerdo con las estadísticas, suele ser un mes donde los ataques de hombres hacia mujeres evidencian un aumento.

   Fiestas. Hay quienes sostienen que las fiestas, con el consumo desmedido de alcohol y otras sustancias, provocan un incremento de la violencia en general, en especial contra mujeres.