Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

Severos daños dejó un tornado en un establecimiento rural

Una imprevista derivación tuvo la tormenta que anteayer afectó a nuestra ciudad, ya que las condiciones meteorológicas hicieron que se formara un tornado que, en pocos minutos, provocó importantes daños en un establecimiento rural situado a 15 kilómetros del centro bahiense y que, afortunadamente, no acarreó consecuencias personales para los propietarios del predio.
Severos daños dejó un tornado en un establecimiento rural. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

 Una imprevista derivación tuvo la tormenta que anteayer afectó a nuestra ciudad, ya que las condiciones meteorológicas hicieron que se formara un tornado que, en pocos minutos, provocó importantes daños en un establecimiento rural situado a 15 kilómetros del centro bahiense y que, afortunadamente, no acarreó consecuencias personales para los propietarios del predio.


 El fenómeno afectó el casco del establecimiento rural Las Tres Marías, propiedad de Ernesto Espinoza, emplazado entre el camino La Carrindanga y La Vitícola.


 "Estas son cosas impredecibles y la verdad es que uno no deja de sorprenderse por lo que ocurrió", comentó Espinoza a "La Nueva Provincia".


 Como se sabe, en Bahía Blanca, en un entorno de inestabilidad atmosférica, sobre las 17 del jueves se produjeron tormentas dispersas, algunas de ellas con ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora y granizo en distintas zonas del ejido urbano.


 En la víspera, cuando todo había pasado y las consecuencias eran por demás elocuentes, Espinoza procuraba ordenar el lugar y encontrar alguna explicación a lo ocurrido.


 Acompañado por su mujer, Rosa Farías, sus hijas María José y María Inés y su sobrino Lautaro, además de vecinos solidarios, el trabajador rural explicó detalles del fenómeno meteorológico.


 "Esto se produjo a las cuatro de la tarde. En ese momento me encontraba arando en el campo y advertí que se estaba formando una tormenta impresionante en el sur. Me vine a ver la casa para cerrar todo, pero a los pocos minutos se formó otro frente sobre el oeste", indicó.


 "En un segundo llegaron acá y en menos de un minuto se produjo el desastre. No me dio tiempo ni a resguardarme. Me puse al lado de una planta y se cayó al lado mío, después me coloque junto a una pared y también desapareció", agregó, aún sorprendido por la magnitud del meteoro.

Daños significativos




 El damnificado comentó que la turbonada provocó que se cayera un frondoso eucaliptos, el que se desmoronó sobre el tambo del establecimiento, provocando la destrucción del emplazamiento.


 Además, el viento provocó el vuelco de una casilla, la caída de un gran pino y la voladura de parte del techo de un quincho, entre otros daños.


 "Conmigo estaba un muchacho que me ayuda a alambrar y se refugió detrás de la casilla. En un momento se corrió de allí y atrás de él se produjo el vuelco de la misma. Por suerte salió y no le pasó nada...", sostuvo.


 Espinoza relató otros pasajes de la insólita experiencia, haciendo incapié en la violencia con la que se desató el tornado.


 "Había un acoplado cargado con chapas, las que (el fenómeno meteorológico) elevó por el aire y desparramó por todos lados. Algunas las encontré como a 1.500 metros y todas dobladas. Un asiento de arado, que pesa más de dos kilogramos, lo levantó y trasladó unos 300 metros", describió.


 El hombre mencionó que, afortunadamente, su mujer e hijas no se encontraban en el establecimiento rural, porque, de lo contrario, podrían haber resultado lastimadas por la furia del temporal.


 "Por suerte se habían ido a Bahía y no estaban. Las chicas suelen andar afuera de la casa y, si las sorprendía el viento, habrían podido ser golpeadas por una planta, una chapa o cualquier otra cosa", resaltó.


 Espinoza describió que el viento se desplazó de sur a norte, aunque no pudo calcular la velocidad de las ráfagas.


 "No puedo decirlo, pero la verdad que era impresionante. No podía ver nada por la tierra que andaba dando vuelta y lo único que sentía era ruido a chapas y a plantas quebrarse y caer", amplió.


 "Acá, después de pasar por la casa, volteó unos 300 metros de alambrado, al que directamente lo tiró al suelo. La casa estaba toda cerrada, pero una ventana quedó un poco abierta y arrancó los vidrios de otra", agregó.

Perfil del fenómeno meteorológico




 Para que se origine un tornado deben confluir una masa de aire cálido y húmedo, otra de aire frío y seco, y una corriente ascendente.


 Cuando se produce el choque térmico de los frentes cálido y frío, debido a la fuerte condensación del vapor de agua asociado al frente húmedo, se origina una poderosa tormenta o supercélula, y con ella una visible nube espesa de desarrollo vertical llamada cumulonimbo, a veces de color oscuro y por el cual frecuentemente precipita en forma de lluvia o granizo.


 En el interior de esa nube, las corrientes de aire que se crean por el intercambio vertical de gases (el aire frío desciende y el cálido sube por diferencia de densidades) provocan a su vez una primera corriente ascendente.


 Los tornados arrastran todo cuanto encuentran a su paso; desde polvo hasta desperdicios como árboles, chapas de metal, cristales, vigas e incluso vagones.


 Si bien pueden producirse a lo largo de casi todo el año, se observa una marcada variación estacional que difiere de país o lugar, siendo su máxima actividad de ocurrencia durante el verano. Se originan, en cualquier hora del día o la noche pero, preferentemente, en horas de mayor calentamiento diurno, entre el mediodía y el atardecer.

Antecedentes en el distrito




 Al menos en otras dos ocasiones, también durante el mes de febrero, un fenómeno meteorológico de las mismas características al registrado en la antevíspera desencadenó su devastador efecto sobre Bahía Blanca y sus alrededores.


 El sábado 13 de febrero de 1982, se produjo en nuestra ciudad el mayor tornado de la historia, siendo afectando seriamente un amplio sector del barrio San Martín.


 Todo ocurrió rápidamente a las 3.15 de la madrugada, cuando el tornado arrasó todo a su paso en un lapso no superior a 30 segundos.


 Relevamientos realizados días después por la comuna estimaron que los daños alcanzaron los cinco millones de dólares, con 44 casas totalmente destruidas, 52 con destrozos parciales y 78 con voladuras de techos. Una de las entidades afectadas por el fenómeno meteorológico fue el club Estrella.


 El otro hecho se produjo el 2 de febrero de 2001, también durante la madrugada, duró no más de quince minutos y contó con el desarrollo de vientos de hasta 150 kilómetros por hora.


 En este caso el fenómeno no sólo afectó algunos sectores de esta ciudad sino también a la planta urbana de General Cerri.


 En la vecina localidad, el daño más relevante se situó en la Escuela Media Nº 7, cuya sede perdió la mayor parte de sus techos de chapa.


 En nuestra ciudad, el golpe mayor se dio en Chiclana al 900, donde se produjo la caída de antiguas edificaciones.

Patos se buscan. Rosa Farías comentó que el tornado provocó la destrucción de un gallinero ubicado cerca de la casa y que, desde el jueves a la noche, está abocada a la búsqueda de dos patos desaparecidos. "Se los debe haber llevado el viento", manifestó, tratando de encontrar la veta humorística a lo ocurrido.