El sospechado manejaba $ 1,4 millones al mes
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El empleado sumariado por las irregularidades detectadas en la Dirección de Tránsito municipal manejaba una caja estimada de 1,4 millones de pesos al mes, a partir del cobro que realizaba de impuestos municipales, provinciales y nacionales relacionados con la tramitación de las licencias de conducir.
Ese monto se deduce del cobro de entre 292 y 351 pesos que efectuaba a cada una de las 200/220 personas que cada día concurren a cumplir con la solicitud o renovación de esa documentación. En este momento, el municipio busca profundizar su investigación para determinar con precisión la cantidad de dinero faltante, inicialmente estimada en 200 mil pesos.
Ayer se conocieron detalles adicionales del sumario iniciado a este empleado luego de que una auditoría de diciembre, finalizada la semana pasada, confirmó la presunción de irregularidades en el manejo del cajero Bapro que funciona en las oficinas de Undiano al 1000.
De manera extraoficial se supo que el implicado en la supuesta maniobra es Rubén Zacconi, persona de dilatada carrera en el municipio y que alcanzara notoriedad años atrás al ser expulsado de la UCR, donde se desempeñó como protesorero del comité, por fraguar padrones en comicios internos. Zacconi también fue secretario de bloque en el Concejo Deliberante y consejero escolar.
Acerca de la cifra exacta, el subsecretario Legal y Técnico comunal, Santiago Romanelli, indicó: “No sabemos de dónde salió eso de los 200 mil. La suma puede ser menor o mucho mayor. Todo surgirá de una investigación que será ardua y que debe profundizarse, considerando que el implicado lleva más de 10 años en esa tarea”.
El cajero Bapro es una dependencia para el cobro de tributos provinciales, nacionales y municipales, pero "nosotros estamos centrados en investigar el cobro del municipal”, dijo Romanelli.
El secretario de Economía, Miguel Diez, explicó que este tipo de cajero no está incorporado al sistema informático del municipio, lo cual impide un control continuo. “Por eso fue necesaria una auditoría especial, la cual se hizo cargo de la caja y comprobó, mediante un arqueo, que, efectivamente, existían irregularidades”.
Acerca de cómo se concretaba la retención de dinero, Romanelli dijo que el cajero habría evitado registrar algunos cobros, cerrando la caja cada día sin diferencias. “Este manejo dificulta estimar cuánto dinero retenía, con qué periodicidad y desde cuándo”, finalizó.