Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

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“Enredados en Yáñez”: las contradictorias identidades que nos habitan

La sordidez y el suspenso del policial negro, el desenfado y la subversión sexual de las historias de iniciación le dan vida a la flamante novela del escritor bahiense ganador del Premio “Clarín” 2012, que se presentará en la Casa de la Cultura, Alem 925, el próximo jueves.
“Enredados en Yáñez”: las contradictorias identidades que nos habitan. Domingo. La Nueva. Bahía Blanca

“Ayer no más la radio escuchaba

y tocaban mi canción

la cantaba a media voz gozándola.

¡Qué juventud feliz ya se ha quedado atrás!

Me pregunto dónde está.

Vuelve el tiempo aquel como un amigo fiel

en canciones que canté...”.

Otra vez ayer, de Silvana Di Lorenzo.

Por Ricardo Aure / haure@lanueva.com

Que el tiempo pasa, deja sus huellas derrumbando maquillajes y nos enreda en la nostalgia es una de las abrumadoras certezas que deja la vida, y que tanto cuesta aceptar.

A propósito del pasado, que por lo general siempre parece mejor que el presente, Enredados en Yáñez, la flamante novela de Fernando Monacelli, refleja de qué manera las redes sociales nos ponen el ayer delante de nuestras narices y nos generan, como en una suerte de estar ante muertos vivientes, la ilusión de que somos y son los mismos de antes. Y entonces, mientras tratamos de ser conscientes de que vamos dejando infinidad de cosas atrás, los compañeros del secundario, la música de los '80, las caras, las formas, las historias y las fotos, todo eso junto puede volver de repente por la inmediata vía de las redes sociales.

Entonces, ¿cuál es la relación entre aquello que recordamos y lo que hoy vemos? ¿Cuánta verdad hay en el relato que los demás construyen de sí mismos? ¿Qué hay detrás de las imágenes que brillan en las pantallas de las computadoras?

Fernando Monacelli considera que muchos lectores se sentirán identificados con diversos aspectos de la novela, por ejemplo las sensaciones que generan las redes sociales, en el sentido de que a todos los demás les está yendo mejor que a uno porque sólo se muestran los aspectos más positivos. Casi nadie expone en Facebook escenas de sus sufrimientos.

Todo comienza cuando en su cuenta de Facebook Julián se encuentra con un mensaje de Beltrán Zevallos, “Carita”, un excompañero del secundario al que perdió de vista hace como 30 años. Este le suplica que viaje a Buenos Aire, que vaya a su departamento y cara a cara le diga si se ha vuelto loco.

—Yo me siento muy mal, triste, pero no creo estar loco —le dice.

—¿Quién es “Carita”?

—El personaje principal. En sus días de estudiante se masturbaba mucho y por su aspecto demacrado le quedó el sobrenombre. “Carita” odia las fotos porque piensa que le impiden desaparecer en el tiempo. Y en las redes sociales, cuando el pasado se vuelve una enorme ola, la gente se expresa como antes. Por eso todo se transforma en un largo presente repleto de fantasmas. En la soledad de la vida moderna, a veces Facebook es la única compañía.

Julián viaja convencido de que todo terminará rápidamente. Se equivoca. La aparición de Daniela Yáñez lo empujará hacia un mundo en el que toda felicidad parece ser aparente y todo reencuentro, una ilusión. A partir de allí el pasado irrumpirá brutalmente, generando situaciones y personajes con muchísimos cambios de rumbos.

—¿Quién es Yáñez?

—Una chica que por sus prominentes pechos enloquecía a sus compañeros del secundario en una escuela pública de Bahía Blanca. La novela, ágil pero de estructura compleja, también está atravesada por el sexo, por el recuerdo del erotismo de la adolescencia.

Podés descargar los primeros capítulos en PDF en este link.

* * *

“Cómo no pensar que el tiempo ha de pasar

y que todo cambiará

no se puede retener

lo vas a ver.

La canción de amor que alguna vez canté

la podría repetir

pues cantándola y repitiéndola

soy muy joven otra vez”.

 La música es otro de los caminos que conducen a los 80, como los temas de Virus, Soda Stereo, Los Abuelos de la Nada o Banana, y también los internacionales que se bailaban, por caso los de Bee Gees o The Police.

—Si la novela tuviera una banda de sonido, ¿cuáles serían los temas?

—Mama, de Génesis, y Stay, de Jackson Browne, que la cantaban un hombre, una mujer y un chico. La guardo en mi memoria como el tema que marcaba la frontera entre los rápidos y los lentos.

—Teniendo en cuenta que se vivía el regreso de la democracia, ¿la novela aborda alguna circunstancia política?

—No, salvo muy eventualmente. En los 80, la política era una exclusividad de los militantes. Por entonces se podía ser un adolescente sin meterse en política. En cambio, la novela avanza bastante sobre el plano social, toma el tono de un policial negro y concluye en denuncias sobre lo que sucede en las cárceles argentinas.

—¿Hubo informantes, referentes, archivos?

—Empecé hace tres años con el principio y el final en mi cabeza. Es todo imaginación en un entorno familiar, como las fiestas que se hacían en la ciudad y sus descripciones. También hay protagonistas que se mezclan, por ejemplo con el fenómeno actual del running, porque muchos de ellos son los que ahora se muestran corriendo en Facebook.

—¿Después de fluctuar entre el pasado y el presente, Enredados en Yáñez tiene futuro?

—Veremos. A este libro le saqué un capítulo y le dejé un final que posiblemente cada lector complete con su opinión, porque confluyen varias historias, la lineal de los personajes, la de fondo sobre lo que implica el pasado, y una reflexión sobre la imagen de cómo nos veíamos y de cómo realmente éramos. La novela danza mucho en torno a las fotos de papel de esa época. Por allí no tenemos muchas imágenes de nosotros. Y cuando las vemos nos sorprendemos de lo chicos que éramos aunque nos sentíamos o nos pensábamos más grandes. La poderosa fuerza de esa vivencia puede desembocar en una posible locura que, como la que sospecha “Carita”, bien pudo originarse en aquellos años. La idea que teníamos de nosotros mismos, lo que se nos presenta y despiertan las redes sociales, y lo que en verdad éramos y somos resultan todo un enredo. Un gran enredo.

Protagonista

Diciembre, el pasado y el largo presente

Coincidencias. Fernando Monacelli presentará oficialmente Enredados en Yáñez el próximo jueves, a las 19.30, en la Casa de la Cultura de la UNS (Alem 925). Es su primera obra publicada en nuestra ciudad, posible gracias a la editorial de la citada universidad. La fecha coincidirá con el mes de su nacimiento y con el de la muerte de su papá, el abogado y escritor Mario Fernando Monacelli Erquiaga, quien se desempeñó como intendente de la ciudad (1971) y luego como legislador bonaerense.

El autor. Casado y padre de cuatro hijos, Fernando Monacelli nació en el Hospital Regional Español el 9 de diciembre de 1966. Se formó como narrador en la escuela de Adolfo Bioy Casares a través de su discípulo, Jorge Torres Zavaleta. Graduado en Periodismo en la Universidad Católica Argentina, desde 1999 se desempeña como secretario de Redacción de “La Nueva.” y dicta clases de Redacción Periodística.

La obra

Libro de vuelo (Grupo Editor Latinoamericano 1992).

La Mirada del Ciervo (Mondadori, 2008, finalista del Premio Clarín-Alfaguara 2005 y del Premio “La Nación”-Sudamericana 2006.

Sobrevivientes (Alfaguara, 2012, novela ganadora del Premio Clarín2012, recientemente traducida al francés bajo el título Naufragés (Les Escales).

“La palabra injusta” (2015), una selección de su columna dominical en La Nueva.