Volvió a sumar; esta vez, bajo un “Marcos” de dudas

Redacción de La Nueva.

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Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com

“Por favor, digan que fue el robo del siglo”.

Cuando terminó el partido, el plateísta de Ferro Carril Sud, colorado de bronca y con el dedo índice derecho más acusador que nunca, prefirió hacer su descargo mirando hacia las cabinas y a los pocos periodistas que la habitaban mientras todo el estadio despedía al árbitro Marcos Altamiranda con silbidos, insultos y algún que otro proyectil.

Con esta introducción, usted lector ya se puede imaginar los motivos y las razones del 2-2 entre el carbonero y Sansinena ayer en Olavarría, en un partido caliente, con un arbitraje escandaloso. Pero yo le voy a explicar porqué no ganó quien debió haber ganado, el dueño de casa, y porqué el cerrense, ampliamente superado por el rival, festejó tanto el punto que le permite seguir siendo el único invicto de la zona 2 del Federal B.

El de Cerri no fue el equipo imponente y desequilibrante de siempre. Tácticamente no planteó bien el partido, fue muy permeable por los carriles y, cuando peor la pasó, siguió con el 3-4-1-2 cuando lo que más necesitaba era un lateral por derecha que termine con las fintas, las corridas y los centros del zurdo Maldonado.

Mientras defensores y volantes se miraban entre sí, Stefanof se ganaba un sueldo extra tapando todo lo que le tiraban. El Gordo aguantó hasta los 13 del segundo tiempo, cuando no pudo hacer nada frente al zapatazo de Piecenti.

El gol despertó algunas voluntades dormidas y la visita, que siempre desperdició espacios entre Esylos delanteros y el resto (o Mc Coubrey y Scalco estuvieron muy arriba o los mediocampistas muy retrasados) fue al frente porque, se nota a la legua, cuenta con jugadores que no están preparados para perder.

Lo de Sansinena es blanco o negro. Destesta los grises, aunque ayer el que lo metió en una zona oscura fue Altamiranda, quien, en un centro, ¿vio? un manotazo de Pomphile sobre el rostro de Mc Coubrey. El 6 abrió sus brazos pero jamás quiso pegarle al 9 albirrojo. Además, si el referí observó intención, tendría que haber amonestado (ya tenía amarilla) y expulsado al central local.

Después, el representante de la Liga del Sur se puso 2-1 por un golazo de Alonso, aunque el partido, muy cortado, ya era un caos. Protestas al por mayor, una agresión al asistente N º 2 (Emmanuel Mazzoni), más horrores de Altamiranda (no le dio un penal a Ferro por falta de Lucanera a Leiva y se “guardó” las tarjetas en los momentos más caldeados) y un clima tan espeso como el concierto de dudas que generó el “soplapito” tandilense.

Si Sansinena está primero y no perdió nunca, es por méritos propios, que eso quede claro, pero ayer, la “manito” se la dio otro Marcos, y no precisamente González, su DT.