Bahía Blanca | Lunes, 06 de mayo

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Juampi Vaulet: “Cuando Pepe fue a casa nos cambió el chip a la familia”

El cordobés (18 años) está creciendo y olvidándose de su lesión. En los 15 partidos que jugó en Liga ya mostró recursos y calidad. Para ir a verlo.
Juan Pablo Vaulet, el hombre araña, muestra el largo de sus brazos. Cada día se gana mayor cantidad de minutos en Bahía Basket.

Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com

Solo, en silencio, Pepe Sánchez conectó en avión Bahía-Buenos Aires-Córdoba y llegó a la casa de los Vaulet. No se sentía muy bien. Hizo un esfuerzo para disimularlo y compartió un asado en familia que, como buen anfitrión, cocinó Néstor.

En una suerte de mesa redonda, el objetivo de la visita era interiorizarlos de qué se trataba Bahía Basket.

“Juampi va a jugar en Hindú, ¡eh!”. Mónica, la madre, rápidamente fijó su postura.

Lejos de inhibirse, el director de la organización insistió y explicó lo que estaban en condiciones de ofrecer.

Juampi había sufrido la fractura del escafoides del pie izquierdo durante el Sudamericano de 2013 y venía de estar sin pena ni gloria en Libertad, donde el contrato de tres años se cayó al primero nomás. Estaba casi olvidado.

"Yo no quería seguir en Libertad. Me habían diagnosticado mal la lesión y la experiencia había sido horrible en mi primer año como profesional”, contó Juan Pablo.

Necesitaba, al menos, seis meses más de recuperación. Y si bien Sánchez regresó con pocas expectativas, los Vaulet, puertas adentro, quedaron conformes.

“Cuando Pepe fue a casa nos cambió el chip a la familia. Nos sorprendió lo que dijo, sobre todo contando sus vivencias. Vimos que tenía razón en todo lo que decía. Lo que no queríamos era apurar los procesos, por eso estábamos convencidos de que yo volvería a Hindú”, recordó Juampi.

Pasó el tiempo y desde Córdoba llamaron aceptando la invitación para conocer la gente y algo más por dentro de Bahía Basket.

Nueve meses más tarde, Vaulet, acaso el mejor de su clase, se muestra casi 100% recuperado. Es número puesto para el Mundial Sub 19 y empezó a ser reconocido en la Liga.

***

Néstor (1m90), santiagueño, arquitecto ex basquetbolista amateur y Mónica, cordobesa (1m80), contadora, ingeneria industrial y ex voleibolista, son los padres de Juampi, hermano de Santiago (16) y Valentina (10).

-Teniendo padres profesionales, ¿dudaste alguna vez dejar de intentar jugar profesionalmente?

-No, siempre supe que podía. Era cuestión de tiempo.

-¿Te dejó temores la lesión?

-Sí. Más, porque después no confiaba en nadie. Me decían que no me bancaba el dolor.

-¿En Bahía padecieron esa desconfianza?

-A medida que fui entrenando y logrando continuidad se me fue pasando. Hoy ya confío en todo lo que me dan en Bahía Basket.

-¿Acá te sentiste cuidado?

-Muy cuidado. Estaba más apurado yo que ellos en volver. Venir acá me hizo muy bien.

-¿La lesión te ayudó a crecer?

-Sí. Aprendí mucho sin darme cuenta. A veces pienso, ¿desde cuándo estoy tan duro de la cabeza?

-¿Te ayuda en la cancha?

-Sí. Para mí, todos somos jugadores de básquet, nada más que otros tienen más experiencia que yo.

-¿Alguno ya te hizo saber que sos pibe?

-Varios, je, je. Pero no me importa.

-¿Esta estructura de Bahía Basket calzó justo para la transición del regreso?

-Seguro. Todo me sirve. Sólo tengo que estar tranquilo.

-¿En qué posición te sentís más cómodo?

-De tres (alero) o, a veces, cuatro (ala-centro). De dos (escolta) me cuesta defender a uno más chico.

-Ya estás construyendo todo lo que se te derrumbó. ¿Cómo lo estás manejando?

-Tranquilo. Después de tocar fondo, realmente estoy disfrutando.

-¿Cada partido es un desafío personal?

-Sí. Y uno cada vez quiere más. Estoy tratando de mejorar, porque uno siempre quiere más.

-¿Llevás bien la vida de profesional?

-Me encanta.

-¿El Mundial Sub 19 será como una revancha para vos (ya jugó dos)?

-Y... Sí. Quiero volver a vestir la camiseta de la Selección.

-Julio Lamas te tuvo en cuenta en 2013 para la Mayor. ¿Hoy vuelve a generarte expectativas?

-Si me citaron en su momento, ¿porqué no pueden volver a hacerlo de acá a dos o tres años?

Juampi Vaulet, el hombre araña, tiene brazos y piernas largas. Mide 1m98 y cada vez que él entra el público se sorprende en el Casanova.

Su naturalidad y frescura lo hacen diferente. En un plano comparativo, varios de los que dicen que la última vez que fueron a ver Liga jugaba Manu Ginóbili, con el tiempo probablemente se acuerden de cuando jugaba Vaulet. Es para verlo...