Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

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Un vendaval aurinegro pasó por Neuquén y arrasó con todo

Olimpo 100, Independiente 62. Muy bien Morán, Marín, Fortelli y Villanueva, además de los juveniles. Luciano Mutti / Enviado a Neuquén
Un vendaval aurinegro pasó por Neuquén y arrasó con todo. Deportes. La Nueva. Bahía Blanca

Cuando Olimpo está derecho, realmente da gusto verlo y en ese nivel puede hacerle frente a cualquiera, aún en condición de visitante, en la presente Zona Andino-Patagonia del Torneo Federal.

Anoche, en Neuquén, el aurinegro arrasó con Independiente por un lapidario 100 a 62, quitándose la mufa de dos traspiés consecutivos y ante el duro desafío de no contar con Marcelo Piuma, su as de espada que fue suspendido por una fecha tras ser descalificado.

Solamente hubo partido en el primer cuarto en La Caldera.

Allí, fue mejor el Rojo, con Barberis y Castiñeira animándose y el atrevimiento del resto: 19-9.

En el siguiente, el perímetro bahiense calentó la mano y provocó un vendaval de triples, corridas, robos y rebotes, digno de ser editado para un video de presentación.

En un abrir y cerrar de ojos, Morán, Marín, Villanueva y compañía habían clavado un ¡7-7 en triples!, con lo cual no solamente igualó en 20, sino que pasó a tomar distancias definitorias: 32-24, 43-27 y 51-27, parcial con el que se retiró ganancioso al cabo de la primera mitad.

Estaba todo virtualmente definido.

Independiente había sentido el golpe y, para colmo, no tenía las armas como para reaccionar, en caso de intentar la hazaña.

Y por si hiciera falta, Olimpo sumó a su gran noche el retorno de Scales (2-2 t2, 2 rebotes y un robo), el sacrificio y oportunismo de Emilio Giménez y Marcos Fernández más la entrega de Chiqui Sánchez.

Así, complementando con la aparición de Fortelli en el segundo tiempo (14 de sus 16 tantos) más el repunte de Vago, el aurinegro cerró una noche a domicilio más que ideal, al completar un envidiable 13-26 detrás de los 6m75.

No hay con qué darle. Cuando Olimpo está con todas las luces, probablemente a su rival se le venga la noche...