La Villa gritó con el típico "el que hace el gol gana"
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Aunque Villa Mitre amagó un poco más, era un partido de esos que tienen dos caminos definidos casi desde que los jugadores salen a la cancha: un 0-0 cerradísimo o el que hace el gol gana. A esta última máxima futbolera se aferró el tricolor para superar, por 1-0, a Liniers, en el adelanto que tuvo la 8ª fecha del Clausura de la Liga del Sur.
El grito de Fabián Dauwalder le permitió a los tricolores sacarle el invicto al Chivo y quedar a solo un punto de la cima del campeonato.
Sin seguir ningún orden cronológico, vale la pena iniciar este comentario con la jugada que terminó definiendo el partido.
A los 14 minutos del segundo tiempo, Fabián Dauwalder aprovechó su altura y conectó de cabeza al fondo del arco un córner de Nicolás Manchado.
Por la paridad y las pocas llegadas de peligro que hubo antes y después del gol, el festejo del Nº 8 local fue un empujoncito decisivo para definir la suerte de los dos.
Tras el 1-0, la Villa manejó mejor los tiempos como suele hacer cualquier equipo después de hacer un gol. Germán Durand anduvo de patrulla en el medio y el empuje de Alan Nungeser alcanzó para justificar la mínima diferencia.
A Liniers no le quedaba otra que buscar un plan B. Primero, Daniel Prat probó rotando de puntas a Gastón Fidalgo y Maxi Herrero. Como en el medio llegó el gol, Pololo buscó soluciones en el banco con los ingresos de Joaquín Curuchet y Fabito Menéndez (venía de hacerle un gol a Bella Vista).
De todos modos, las redes del arco de Facundo Tavoliere estuvieron lejos de sacudirse. Uno de los pocos intentos de los albinegros (vestidos otra vez de azul) llegó con un bombazo de Maxi Peña que pasó muy cerca del arco que da a calle Necochea.
Ya no quedaba mucho tiempo y, como suele pasar en estos partidos, el que hace el gol gana. Y así fue.