Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

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Liniers aprobó el examen del sufrimiento y avanzó a la final

El Chivo mereció un poco más que Huracán, pero su poca contundencia le negó el triunfo. Así, gracias al empate 0 a 0, el albinegro se metió en la definición y chocará ante Sansinena.
Retrato ideal. Iván López (Liniers), dueño del balón, pelea la posición frente al aguerrido Jorge Sancho (Huracán), quien luego se iría expulsado.

Por Nicolás Batista / nbatista@lanueva.com

No se goza bien de lo gozado sin antes sufrir en su camino.

Eso vivió Liniers ayer en la Avenida Alem, donde mereció llevarse el partido pero su poca contundencia para marcar un gol lo terminó condenando al sufrimiento. Huracán desplegó un planteo táctico casi perfecto, entendiendo sus limitaciones, pero no pudo arruinarle la fiesta a su rival. Así, el Chivo ya piensa en la final del Apertura, donde se medirá frente a Sansinena.

Si bien no hubo goles que acompañen la tarde, el duelo mantuvo un dramatismo alto durante los 90 minutos. Por el ritmo y por lo que estaba en juego.

Eso lo entendió a la perfección Liniers, que desde el inicio leyó la intención de su rival y ocupó los espacios de la mejor manera posible para explotarlos.

Con Juan Ramírez por izquierda y, principalmente, el tándem Lagrimal-Rotondo por derecha, el albinegro insinuó mucho más en los primeros quince, frente a un planteo estratégico de Huracán que contó con orden defensivo y la paciencia para atacar en los momentos justos, vía Apud, Scalco y compañía.

Delmiro no se le despegó en ningún momento a Mc Coubrey, que de igual forma se las ingenió para tener sus posibilidades, ayudado por un gran primer tiempo de Iván López, quien le abrió espacios a sus compañeros.

El Chivo mantuvo el balón y con el talento de Ballestero en la distribución, sumando a la potencia siempre confiable de Rotondo, explotó las bandas a la perfección: desborde y "casi" gol.

Casi siempre todo neutralizado por la poca efectividad del Chivo o la habilidad de la defensa whitense. Siempre faltaba algo.

Enfrente, cuando el Globo tenía el balón en sus pies incentivó al ataque rápido.

En una de esas salidas veloces, Suhurt centró y Scalco cabeceó pero su tiro fue despedido por el travesaño.

Ante tanta emotividad, los últimos 10 del primer tiempo aburrieron.

El complemento comenzó con la misma tónica. Liniers dueño del esférico, pero sin la misma movilidad.

De igual manera, el local continuó sumando ocasiones de gol. La más clara fue un cabezazo de Bárez despejado por Maxi Iglesias en la línea.

Los méritos estaban pero sin reflejo en el marcador.

Ante esto, la tensión aumentó y aparecieron los expulsados. Primero Ballestero y Sancho. Y sobre el final los ingresados Menéndez y Mardones. Protestas varias y partido detenido.

Todos estos parates favorecieron a Huracán que, sobre el final, se ilusionó con el cara a cara de Delmiro, que tapó Partal.

Entre centros y pelotas detenidas se lució el trabajo de Iubatti y Bárez, que lucharon ante tanto sufrimiento. Ese que sintió Liniers para avanzar a la final y poder apuntarle a Sansinena.