¿Partidos cerrados? Esos duelos Sansinena no los pierde nunca

Redacción de La Nueva.

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Por Gerardo Ariel Lorenzo / glorenzo@lanueva.com

Comercial, Olimpo, Tiro, Huracán, Liniers, Libertad. ¿Alguno más? Sí, porque hay que sumar a Sporting y a Villa Mitre, en los playoffs. A lo largo del semestre, varios equipos estuvieron cerquita de tumbar al gran favorito. Pero, por una cosa o por otra, Sansinena siempre salió de pie en esta clase de partidos, donde la fricción y la falta de espacios son moneda corriente.

Es cierto que ayer no le sobró nada y volvió a clasificar por la ventaja de empate. Pero, una vez más, el equipo de Marco González se salió con la suya y se metió en la final. ¡Ah! Ese partido, que puede definir la corona del Apertura, se jugará en Cerri y a los albirrojos les alcanza con un empate para ser campeones.

También hay que decir que los arbitrajes y las polémicas son los grandes fantasmas que rondan en cada presentación de los albirrojos. No obstante, la performance de Lautaro Andreis estuvo lejos de influir en el resultado.

En la previa, uno iba a la cancha con la idea de que Villa Mitre lo iba a exigir al máximo al dueño de casa. Y, en la primera de cambio, lo demostró: Dauwalder casi desarma el travesaño con un bombazo, Mora enganchó el rebote y Arroyo pellizcó la pelota antes que Stefanof.

¿Y ahora? Sansinena tuvo que salir o salir y, en ese desafío, Bowen fue el que más brillo. El 7 es un punta ligero, de poca estatura, pero a la altura de las circunstancias.

Las tres chances del local para empatar el partido, incluido el gol, tuvieron a Chucky como el más maldito de la cancha. Primero, sacó un remate bien dirigido que controló Tavoliere; luego, forzó el penal de Arroyo, que fue muy bien atajado por el 1 tricolor ante el remate de Machaín, hasta que en la tercera marcó el 1-1. Curiosamente, el gol fue de cabeza y a la salida de un córner...

De ahí en más, las balanzas se equilibraron y las situaciones de peligro ni aparecieron en Cerri. Villa Mitre iba a tener alguna, y tuvo dos: un cabezazo de Rodrigo Sánchez y, ya en el segundo tiempo, una aparición de Nungeser. En ambos casos, los postes fueron los mejores aliados de los anfitriones.

Como ante Sporting, a Sansinena no le sobró nada y hasta se lamentó con los cuatro minutos de adición. Pero, en la lucha por el título, también hay que saber sufrir.