Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

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"Siempre fui loco por las zapatillas"

El policía le pide a Kiessling que abra el bolso; y empieza a tantear. ¿Qué lleva acá? Zapatillas. ¿Qué lleva acá? Zapatillas. ¿Acá? Zapatillas. ¿Y acá? Zapatillas. Bueno, va a tener que dejarme un par. ¡Ni loco!. Zapatillas no te dejo. Aparte no te andan.
"Siempre fui loco por las zapatillas" . Deportes. La Nueva. Bahía Blanca


 El policía le pide a Kiessling que abra el bolso; y empieza a tantear.


 --¿Qué lleva acá?


 --Zapatillas.


 --¿Qué lleva acá?


 --Zapatillas.


 --¿Acá?


 --Zapatillas.


 --¿Y acá?


 --Zapatillas.


 --Bueno, va a tener que dejarme un par.


 --¡Ni loco!. Zapatillas no te dejo. Aparte no te andan.


 Juan Christian Kiessling venía viajando en la caja de una camioneta de brasileños, de regreso desde Paraguay, adonde fue --haciendo dedo-- con su amigo Julián Carrozzino, exclusivamente a comprar zapatillas. Y traía nada menos que seis pares para uso personal. Era en 1988. Actualmente guarda 25 pares, amontonados en un ropero.


 "Siempre fui loco por las zapatillas. Cuando me preguntaban qué quería para los cumpleaños siempre respondía lo mismo. Y preferentemente bajas", aclara Christian, casado con María Laura, con quien espera el nacimiento de Juan Bautista para octubre.


 Las más cómodas asegura que son unas Asics que le trajeron de Alemania.


 "Las zapatillas siempre las disfruté, nunca sufrí gastarlas. Eso sí, cuando salía a bailar me molestaba que me pisaran", confiesa.


 Desde que se le despertó el interés por este tipo de calzado, Christian admite que le gustan las de colores o formatos llamativos.


 "Cuando salieron las Pony altas, todos compraban las blancas con tiras azules y yo elegí unas de gamuza azul con el logo blanco. No las usaba nadie. Eran muy sucias. Mi Vieja se enojaba cada vez que llegaba de la cancha", reconoce.


 El hobby, está claro que no es de los más económicos.


 "Cada vez que salía un par de Topper nuevo hacía lo imposible para comprarlo. Todas las semanas mis Viejos nos daban algo de plata a mi hermano y a mí, aunque siempre gastaba a cuenta", rememora Kiessling.


 Cuando concurre a la cancha o mira una película sus ojos inmediatamente apuntan hacia abajo.
"Lo primero que me fijo es en las zapatillas que tienen los protagonistas", afirma.



 "Si me preguntás cuántos jeans tengo, no sé, dos, porque no le presto atención a la ropa. Pero las zapatillas me enloquecen", afirma.


 Su pasión por las zapatillas no significa que el tiempo le haya hecho cambiar algunas formas.


 "De pibe hacía b..., como jugar un tiempo con cada par, algo que ya no hago", aclara.


 De todos modos, siempre fue cuidadoso.


 "Después de jugar las limpiaba y, de vez en cuando, las lavaba", afirma.


 Acaso el paso de los años haya sido uno de los motivos que cambiaron el gusto de Christian, quien advierte que por más que le siguen gustando las zapatillas, no encuentra demasiados modelos que lo atraigan.


 "De todos los pares que tengo, solo cinco o seis están en condiciones", dice.


 También, el mismo interés lo tiene por los relojes, de los cuales guarda cerca de 30.


 "Generalmente intento regalar lo que a mi me gusta, por lo que trato de elegir zapatillas o relojes".


 Christian, ¿me dejás ser tu amigo...?

Michael Jordan y una historia de película




 Cada jugador corre con una historia diferente. Como la de Calvin Cambridge, un jovencito de 14 años, huérfano, de escasos recursos, a quien le encanta el básquetbol y tenía el sueño de convertirse en jugador famoso. Pero su principal problema era la baja estatura para un juego dominado por grandes.


 Y allí surgen las zapatillas. Calvin encontró un par muy viejo, con las iniciales MJ en las lengüetas, lo cual le permitió cumplir su sueño y ser uno de los Mini Campeones, tal cual el nombre de la película.


 Y hablando de Jordan, excelente negocio hizo Nike con él, cuando en 1990 la entonces estrella de los Bulls los salvó de la quiebra ya que, a partir de su modelo, ese año alcanzaron a vender 110 millones de pares.


 El mejor jugador de todos los tiempos, aparentemente tendría su sucesor. El joven LeBron James, drafteado con el número uno por Cleveland, sin haber jugado en la NBA, acordó un contrato con la firma de la olita por 90 millones de dólares.


 Mucho dinero para hablar de una potencial estrella, poco si logra serlo. Juegos del mercado, en el que a veces se gana y otras...

"Beto", el elegido




 El recordado Alberto Pedro Cabrera abrió grande los ojos cuando le llegaron a sus manos un par de Converse que se las enviaba nada menos que el Dr. "J"


 "Recuerdo que yo todavía era soltero y presenciábamos las prácticas de los Sixers. Un día le adelanté a Julius Erving (Doctor `J') que le presentaría a Cabrera y le expliqué lo que significaba para el básquetbol argentino", sostuvo Jorge Severini, bahiense radicado en Philadelphia.


 Y siguió contando la anécdota.


 "Algunos días después que lo conoció, Julius me pidió su dirección porque quería enviarle un par de zapatillas Converse, que más tarde se las entregué personalmente en Bahía", recordó.


 "Beto", inolvidable...

"Pepe" se llenó el bolso




 El bahiense Juan Ignacio Sánchez, actualmente en Detroit Pistons, aprovechó el viejo "negocio" de las zapatillas para tener algún ingreso económico durante el tiempo que permaneció en la Universidad de Temple, por lo que cargaba sus bolsos y en nuestra ciudad "facturaba".

Sus pasos




 Kiessling tiene 33 años. Mide 1m98 y calza 49. A los 8 años empezó a jugar en Argentino y después jugó en 9 de Julio (donde está actualmente), Villa Mitre, Gimnasia y Federación Deportiva (Comodoro Rivadavia), San Martín (Esquel), Bahiense del Norte, Argentino (Trenque Lauquen) e Independiente (Neuquén).

Las de Donald Jones




 "Un modelo que siempre quise tener fue un par que le veía siempre a Donald Jones cuando venía con Atenas. Eran todas blancas y atrás tenían una franja negra. Nunca las conseguí, pero tampoco me desesperé. Tendría que haber viajado a Estados Unidos para conseguirlas, porque no me gusta encargar".

El deseo




 "Un ídolo que tuve por las zapatillas fue Dominike Wilkins. Usaba un par de Brooks, blancas, amarillas y rojas. Las busqué y nunca las conseguí".

Ideales
"Con las que mejor me fue eran unas de Barkley, cuando jugué en Gimnasia de Comodoro. Ganamos la zona y tuve las mejores estadísticas. Era la B de entonces, que ahora es el TNA".

Sobre gustos...







 "Cuando Jordan estaba en su mejor momento lo odiaba porque hacía todo. Y lo aprendí a valorar cuando estaba en el ocaso y seguía haciendo cosas increíbles. Aunque parezca paradójico, me gusta Olajuwon, que no es farolero; Shaquille O'Neal me parece un perro, nada más que es inmenso. Me gusta mucho más Duncan. ¿Yo? Soy un base frustrado. Me encanta pasar y tener contacto con la pelota".

Fernando Rodríguez