Múltiples factores para un final no tan sorpresivo
Cuestiones políticas, operativas y hasta de gestión fueron confluyendo para que ayer, finalmente, dejara su cargo el jefe de Gabinete municipal, Gustavo Mena, quien presentó por escrito su renuncia, pocos días después de cumplir un año en la función. Su salida se verifica tres días después de la renuncia del titular de la Guardia Urbana Municipal (GUM), Rafael Alvarez López y del subsecretario de Desarrollo, Pablo Reynafé, como consecuencia de una supuesta irregularidad en un control de tránsito.
Mena, quien no concurrió a su despacho en toda la semana, hizo llegar la dimisión al intendente municipal, Gustavo Bevilacqua, a través de un tercero y, según pudo conocer este diario, el jefe comunal la habría aceptado de manera inmediata.
Los términos del escrito fueron definidos como "formales" por parte del secretario privado del jefe comunal, Martín Laplace, mencionando lo que consideraba "un ciclo cumplido" y agradeciendo "la confianza dispensada" en el tiempo que se desempeñó en la labor.
De esta forma el gabinete municipal se quedó sin una de las personas que tomó a cargo varios de los temas más complejos de los últimos tiempos, por caso la instrumentación del Programa de Movilidad Sostenible, la salida de Altec en el manejo del estacionamiento medido y pago, la desafectación de Covelia en la recolección de residuos, la puesta en marcha de Bahía Ambiental Sapem cuyo directorio preside- y la conformación y puesta en servicio de la GUM.
La llegada de Mena al gobierno se dio en agosto de 2012, luego de una serie de "encuentros casuales" con el intendente Bevilacqua, según los definió el titular del Ejecutivo. Al anunciar su incorporación a la administración, el intendente mencionaba que era "una buena noticia para la ciudad".
Mena se había desempañado en el gabinete de Cristian Breitenstein, como secretario de Salud, primero, y de Gobierno, luego, hasta su renuncia, "por razones familiares", en enero de 2009.
Los recortes. El ahora exjefe de Gabinete había comenzado su nueva etapa en el municipio con la perspectiva de tener gran protagonismo, al punto que en sus primeras semanas se convirtió en el reemplazante de Bevilacqua en muchos anuncios y actos oficiales, así como su vocero en distintas circunstancias.
Sin embargo, con el correr de los meses ese papel comenzó a diluirse, al tiempo de trascender que mantenía algunas diferencias con otros miembros del gabinete.
Uno de los primeros temas que dejó de estar en su ámbito fue el manejo de la rescisión del contrato con Altec y la instrumentación del sistema medido en manos de Bahía Transporte Sapem, cuestión que pasó a ser manejada por la secretaría de Gobierno que lidera Gustavo Lliteras.
Poco después comenzó a tener limitaciones y cuestionamientos para la instrumentación del Programa de Movilidad Sostenible normativa aprobada por el Concejo Deliberante buscando ordenar el tránsito urbano-, al tiempo que una de las iniciativas implementar ciclovías en varias arterias- fue "cajoneada" apenas se elevó a consideración del intendente.
"No es prioridad resolver ese tema", señaló en ese momento Laplace. El golpe de gracia se registró el último lunes, cuando el jefe comunal confirmó que también la GUM dejaba de depender de su jefatura para pasar a la órbita de Lliteras, al disponer el traspaso de esa fuerza al área de Defensa Civil.
Al anunciar ese cambio, Bevilacqua dejó entrever que, a su criterio, lo ocurrido con la Guardia Urbana debía tener un responsable político, ya que demoró más de diez días en que el hecho llegara a su conocimiento.
Lo sucedido con la Guardia Urbana, según fuentes cercanas al gabinete municipal consultadas ayer, afectó el ánimo de Mena, sobre todo considerando que Alvarez López asumió esa responsabilidad por su exclusiva sugerencia y a quien respaldó fuertemente dos meses atrás, en ocasión de la renuncia del entonces director de logística de ese cuerpo, Ernesto Moccia.
La política. Si bien Mena siempre se manifestó "alejado de las cuestiones políticas", preocupado por "la gestión municipal", no fue ajeno a la decisión del principal referente del justicialismo local, Dámaso Larraburu, cuando dejó las filas del Frente para la Victoria para sumarse a las del intendente de Tigre, Sergio Massa.
Si bien Mena dijo "no preocuparse" por esas determinaciones, remarcó su "alineamiento con el gobierno nacional" y comentó que un eventual corrimiento del actual jefe comunal hacia el massismo lo hubiera llevado a "presentar su renuncia".
Lo concreto es que Mena ha cerrado una nueva gestión pública tras considerar que su ciclo estaba cumplido.