Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

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Grave estado de un joven baleado

Un joven se debate entre la vida y la muerte, debido a las lesiones sufridas luego de ser baleado en plena vía pública, en el barrio 9 de Noviembre, en un episodio que, aparentemente, contendría aristas pasionales. La víctima fue identificada como Guillermo Gustavo Bréser (22 años), domiciliado en El Caldén 1935, quien registra antecedentes penales y a fines de agosto de 2011, en ese mismo barrio, también fuera baleado aunque en aquella ocasión no resultó herido.

 Un joven se debate entre la vida y la muerte, debido a las lesiones sufridas luego de ser baleado en plena vía pública, en el barrio 9 de Noviembre, en un episodio que, aparentemente, contendría aristas pasionales.


 La víctima fue identificada como Guillermo Gustavo Bréser (22 años), domiciliado en El Caldén 1935, quien registra antecedentes penales y a fines de agosto de 2011, en ese mismo barrio, también fuera baleado aunque en aquella ocasión no resultó herido.


 El episodio se registró en las primeras horas de anteanoche, en la intersección de El Caldén y Matheu, y la policía intervino en el hecho a partir de un llamado recibido por el servicio telefónico de emergencias 911.


 "Nosotros tomamos conocimiento del hecho a las 19.36 y cuando un móvil llegó al lugar no había nadie. Luego, a las 20.10, desde el Hospital (Interzonal General de Agudos Doctor José) Penna nos informaron que había ingresado un herido de arma de fuego", comentó el subcomisario Alejandro Barreto, a cargo de la comisaría Cuarta.


 "Hay testimonios que imputan a una persona, con la que (la víctima) había tenido una diferencia por una chica del barrio", apuntó el jefe policial.


 Fue precisamente la madre de la víctima, identificada como María Rodríguez, quien trasladó al joven al hospital, en un vehículo particular.


 El disparo afectó la aorta (principal arteria del cuerpo humano) e inmediatamente ingresado al hospital provincial, a las 19.50, Bréser fue llevado al quirófano, para luego quedar internado en el sector de Terapia Intensiva, en muy grave estado.


 "Hubo que operarlo de urgencia para salvarle la vida; eso fue lo prioritario, porque sangraba mucho. Ahora veremos como evoluciona en las próxima horas, que son las más importantes", comenzó explicando el médico Lisandro Pendino, del sector de cuidados intensivos del nosocomio provincial.


 Bréser permanece internado en la cama Nº 18.


 "La bala perforó el estómago, en su parte anterior y posterior, y también la aorta. Ahora permanece con respirador artificial y en coma farmacológico. Está inestable y mantenido con drogas inotrópicas", amplió.


 Por el hecho fueron labradas actuaciones caratuladas como abuso de armas y lesiones reservadas, en las que tomaron intervención el fiscal José Emilio Marra, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 11, y el doctor Guillermo Mércuri, titular del Juzgado de Garantías Nº 2.

Hace tres años.






 Un dato peligrosamente curioso marca que es la segunda oportunidad en que Guillermo Gustavo Bréser sufre heridas de bala, aunque las circunstancias en que las padeció son distintas.


 Según el archivo de este diario, la víctima había resultado lesionada el 21 de agosto de 2010, también en la zona del barrio 9 de Noviembre, cuando se registró un tiroteo en su vivienda de El Caldén 1935, donde reside Bréser, en el marco de un ajuste de cuentas.


 Todo ocurrió cuando Luis Marcelo Arias y Facundo Fabián Vera llegaron al citado lugar en busca de Bréser, quien salió a atenderlos pero, dado el cariz que había tomado la discusión, decidió regresar al interior de la casa, siendo perseguido por sus agresores, que fueron imputados de los cargos de abuso de armas y lesiones.


 En esas circunstancias uno de los jóvenes le disparó en seis oportunidades a Bréser, aunque, afortunadamente, no logró herirlo.


 Cuando la policía llegó al lugar del hecho --alertada por los vecinos--, los sujetos ya se habían dado a la fuga, pero fueron aprehendidos poco después en las inmediaciones, precisamente en Marechal 220, gracias a la descripción sobre los agresores brindada por la víctima y algunos familiares.


 Por otra parte, Bréser cuenta con antecedentes policiales debido a que el 1 de agosto de 2010 resultó aprehendido junto a Gustavo Armando Beitía, Roberto Martín Eval, Jorge Daniel Peyrous y Pablo Adolfo Rutsh, luego de amedrentar con un arma a la empleada de un comercio ubicado en Rojas 1921, en el sector de Villa Amaducci y sustraer bebidas alcohólicas, galletitas y la caja registradora.


 Uno de los individuos esgrimió un arma y amenazó a la trabajadora, mientras que los demás se apropiaron de mercadería y de la caja con el dinero de la recaudación del día.


 Luego se dieron a la fuga, mientras la damnificada se comunicó con el 911 y dio cuenta de lo ocurrido.


Pedido de auxilio desde el corazón







 Sentada en el piso del amplio pasillo de acceso al sector de Terapia Intensiva y visiblemente golpeada por el dolor, María Rodríguez, en voz baja, se refirió al dramático suceso.


 "El problema habría sido por una chica y, aparentemente, ya se habían agarrado a trompadas cuatro días antes, porque le reclamó a mi hijo que tenía una relación con su exmujer".


 Producto de aquella reyerta el ejecutor del disparo "quedó enojado, según me dijeron los chicos, y apareció anteayer en la esquina".


 Instantes antes, María había pasado por la intersección de El Caldén y Matheu, "ya estaba este muchacho (por el agresor) en una moto que manejaba otro".


 "Al parecer, esta vez volvió a reclamarle, diciéndole `vos andás con la mujer de otro' y sacó el arma. Un chico me dijo `vos viste como es Guillermo'; así que no sé si mi hijo se le fue encima o qué pasó", contó la mujer.


 María asegura que "escuché el disparo y pensé que era un `cuete'. Y como yo siempre lo estoy vigilando a mi hijo, miré y no estaba. Al minuto salí y estaban todos los demás, incluida la moto", recuerda.


 La mujer comentó que cuando salió de su vivienda lo hizo "para llamar a Guillermo, para que viniera a bañarse; pero no vi el buzo de Guillermo. Entonces me acerqué para ver qué estaba haciendo o preguntarle a los chicos".


 La presencia de la mujer, produjo un rápido desbande.


 "En el grupo, más o menos, había diez chicos y cuando iba llegando, quedaron cuatro".


 Incluso, la progenitora se encargó de trasladar a su hijo hasta el nosocomio.


 "Después me comentaron que este chico (por el agresor) le gatilló a otros dos más; pero no sé bien porqué. Tal vez haya sido porque lo quisieron calmar; porque, según me dicen, estaba pasado de droga", especuló.


 A esta altura, y sin poder contener más el llanto, la mujer pidió que "hagan algo por los chicos. Se drogan y se matan entre ellos".


 "Mi hijo no consume desde hace cinco o seis meses, y cuando yo lo acompañé para pedir ayuda profesional no encontró respuesta. Los chicos se venden pastillas entre ellos para contrarrestar los efectos de la abstinencia. Ellos quieren salir, pero están convencidos que nadie los quiere ayudar".


 María pretende que "la policía se lleve a los chicos que están drogándose en una esquina. Es preferible eso, a que pase una desgracia. Porque no sólo se matan entre ellos, sino que también pueden matar a cualquiera que pasa por el lugar".


 La mujer considera que "los chicos consiguen la plata para comprar droga sacándosela a los padres o robando, y casi desgarradamente se pregunta "por qué no nos dan una mano, para que puedan salir".


 Ahora sólo espera que su hijo siga con vida y "la policía agarre al que disparó. Lo están buscando, pero me dicen que no tiene paradero fijo", completó.