La pesadilla de una madre, a un mes de la desaparición de Micaela

Redacción de La Nueva.

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La habitación de Micaela Ortega está intacta; sus útiles escolares, sus muñecas y sus fotografías se mantienen en el mismo lugar.

Mónica Cid, su madre, duerme cuando puede y acompañada siempre de su teléfono celular, a la espera de recibir la ansiada llamada que le indique dónde está su hija de 12 años, quien hace treinta días se fue de su casa en Belisario Roldán 2297 y hasta el momento nada se sabe de ella.

“El cuarto de Micaela está igual pero cerrado por pedido de los peritos, porque detectaron su ADN en la almohada. Desde el 23 de abril hasta hoy entré una sola vez para retirar unas carpetas. La justicia no me permite ingresar a ese lugar", comentó.

Desde el momento en que perdió todo contacto con su hija, la mujer estuvo diez sin dormir hasta que, a pedido de su hijo Brian, decidió consultar a un psiquiatra.

"Hubo noches que me dormía sobre la mesa unos minutos. Después del décimo día de haber desaparecido Micaela tuve que ir al médico porque no podía seguir así. Fui a una clínica psiquiátrica, donde me dieron una pastilla para dormir y un antidepresivo", admitió Cid y manifestó que “tengo el celular en la mano, encendido todo el día”.

“Y si hay una llamada perdida me comunico al instante para saber quien me llamó.

Es más, en mi cuenta de Facebook acepto a todas las amistades posibles porque pienso que pueden aportar alguna información sobre mi hija. La tecnología me supera, aunque de todas maneras estoy intentando hablar con la gente por ese medio".

Y aclaró que desde un principio sospechó que una persona se interpuso en la vida de su hija para convencerla de la fuga.

"Percibí algo malo cuando me di cuenta que Micaela se había llevado su documento. Alguien le dictó lo que tenía que hacer y se fue", recordando que la última vez que vio a su hija fue la noche del viernes 22 de abril.

"Yo estaba cuidando a mi nieta (Ema) de dos meses en la cama, hasta que llegó Micaela, me dio un beso y me dijo 'hasta mañana mamá, te amo'. De ahí en más, nunca más la volví a ver".

"Siento que ella está sufriendo, pero está viva y no voy a parar hasta encontrarla. Está en Bahía, retenida y desorientada", aseguró.

Con el presidente

Luego destacó que Claudio Ortega, el padre de Micaela, “es mi otra parte en esta intensa búsqueda. No coordinamos como pareja, pero como persona es un ser increíble, un buen hombre".

El próximo desafío de la familia es poder entrevistarse con el presidente Mauricio Macri, según comentó.

"Me gustaría que observe lo que está pasando en mi ciudad. No es lo mismo que yo viaje a la Casa Rosada y tenga una entrevista formal. Macri ya sabe, está en conocimiento, que hay una nena desaparecida en Bahía Blanca".

El mensaje enviado días pasados por Juan Carr, referente de Red Solidaria, revitalizó al circulo íntimo de Micaela.

"Nos dijo que existe un 90 por ciento de chances para que mi hija aparezca. Fue el momento más fuerte que vivimos en estos treinta días. Lo único que le pedí es que mi hija no esté incluida en el otro 10 por ciento. Esta agonía se tiene que terminar de la mejor manera", terminó diciendo Mónica Cid.

Llamados extorsivos

   Su mamá dijo que en los primeros días de la búsqueda recibieron "llamados extorsivos" para pedirle plata.

No hay indicios

   El intendente Héctor Gay dijo que “hay muchas chances de que Micaela no esté en Bahía Blanca”.

Cómo es

   Micaela es de contextura delgada, 1,55 metros, cabello rubio largo y tez blanca. Al momento de ausentarse de su casa del barrio Noroeste tenía jeans azul, zapatillas negras y una campera negra.

Recompensa

   La policía sigue con la búsqueda de Micaela y el gobierno provincial ofrece una recompensa de hasta $ 200.000 para quienes aporten datos que permitan encontrarla.

   Además, durante un allanamiento secuestraron una computadora desde donde se detectó una entrada a una de las cuentas de Facebook de Micaela.

Qué hacer

   Quienes puedan ayudar deben llamar al (0291) 154 444 284 (teléfono de la madre), (0291) 4555300 o (0291) 455 2984 (comisaría Quinta) o (0291) 156 457 020 (Missing Children).