Encontró a su amiga desmayada tras recibir una paliza

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

“A mi amiga le salvé la vida. Si hubiese tardado cinco minutos más se podría haber desangrado en la cama; estaba tirada y con vidrios de un vaso roto a su alrededor”, admitió ayer Estefanía Bravo (19), quien irrumpió en el momento justo en que Alan Fernández (21) ahorcaba a su pareja en una vivienda en calle Leopoldo Marechal 2877, del barrio San Jorge.

Víctima del violento episodio resultó ser Natali Posiaga (19), quien fue asistida en el Hospital Penna y luego derivada a la Comisaría de la Mujer y la Familia, en Berutti 664, para radicar la denuncia por maltrato.

“El hombre estaba sentado en un sillón, con una maza al costado, comiendo pan, diciendo que lo iban a matar. Luego empezó a dar vueltas. Por suerte entramos junto con la policía; yo traté de sacarla como pude y a él se lo llevaron detenido”, comentó la mujer a La Nueva.

“Fui con otro chico y una amiga. Él nos decía que 'Nati' no estaba ahí y que yo lo iba a matar. Es más, fue él quien llamó a la policía. Yo le insistía que me dejara verla. Traté de abrir la puerta, pero la cerró. Por eso le pedí por favor a la policía que entrara y lo hizo”, aclaró la joven.

Y explicó que “todo se generó porque el tipo empezó a amenazarme por Facebook de que la dejara ir a 'Nati'. Como le dije que no le tenía miedo me amenazó con mi hijo. Ahí me agarró la loca. 'Nati' se enojó por toda esta situación y se fue hasta su casa (en Marechal al 2800). A los qunce minutos salí yo atrás de ella”.

En esa circunstacias Estefanía halló a su amiga “inconsciente, tendida en la cama, con signos visibles de haber sufrido un golpe en la boca y marcas en el cuello, como de ahorcamiento".

“Tenía rajada la boca por dentro y estaba llena de sangre. Se ve que le partió un vaso en la cara; al costado de la cama había vidrios y sangre. Además no podía ver de un ojo, por lo visto le pegó una trompada también”, detalló la entrevistada.

Y sostuvo que “sabía que era medio loco, pero nunca pensé que era golpeador. De todos modos, 'Nati' nunca contó nada porque él amenazaba con que la iba a pasar mal y la iba a buscar por todos lados. Incluso, ni su madre sabía lo que pasaba y se enteró por las noticias”.

“El jueves se vino hasta mi casa llorando y diciendo que el novio la estaba persiguiendo y que tenía miedo. Por eso se quedó acá y el tipo apareció a molestar. Mi marido le pidió que se fuera y como no quería tuvimos que llamar a la policía. Nos quería romper toda la casa”, recordó.

“Después –-manifestó Estefanía--, nos enteramos que él no la dejaba que alimentara a sus perros, quería que estuvieran flacos como ella. La tenía encerrada y no le daba de comer”.

Finalmente, la chica reconoció que “por suerte, 'Nati' entendió el mensaje y no quiere saber más nada de este tipo. No tiene todos los caramelos en el frasco; una persona así no vale la pena”.