Bahía Blanca | Domingo, 19 de mayo

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La delincuencia golpeó otra vez a los más humildes

El Centro Social Natán, que a diario asiste a 40 chicos y a varias familias, sufrió el segundo delito. Dora Sensini aseguró que “no voy a bajar los brazos”.
Dora Sensini se mostró abatida por el segundo robo que sufre la institución a su cargo, que en enero cumplirá doce años de vida en el barrio Vista Alegre II.

Tras cortar los alambres de púa de un cerco perimetral y destruir una puerta trasera del Centro Social Natán, un comedor comunitario ubicado en el barrio Vista Alegre II, desconocidos lograron sustraer diversos efectos durante la tarde del lunes.

“Estoy desbordada de la impotencia”, admitió ayer Dora Sensini, ante la reiteración de robos que ha sufrido en los últimos tiempos el hogar benéfico de la calle Fabián González 2171.

“Llegué al comedor sobre las 16.15 (del lunes) y ya había un montón de chicos esperándome. Entré, di unas vueltas y descubrí que la puerta trasera estaba destrozada”, dijo la mujer.

“Después fue cuestión de revisar y darme cuenta de lo que había pasado; me agarré la cabeza y traté de serenarme”, agregó.

Los delincuentes se alzaron con un televisor plasma, un reproductor de DVD, cuatro garrafas y prendas, además de sillas y mesas.

“La institución tiene cinco salones y en el último hay una puerta, la cual fue forzada. Considero que estos tipos utilizaron un hacha”, dijo la responsable del comedor que el próximo 6 de enero cumplirá 12 años.

Se supo que el hogar asiste a 40 niños, entre recién nacidos y menores de 12 años, provenientes de Cerri, Villa Bordeu, Harding Green, Vista Alegre y Maldonado.

“De lunes a viernes les damos leche a los chicos, con apoyo escolar y microemprendimientos con salida laboral. Hay cursos de enseñanza a las madres que concurren al comedor y los viernes le entregamos verduras, carne, pan y ropa a más de 140 familias de la ciudad. O sea, ese día frecuentan el comedor alrededor de doscientas personas”, remarcó Sensini.

Y reconoció que “esto golpea mucho, porque afecta a la gente necesitada. Nosotros tenemos un portón con cadena y candado, que está protegido por alambre de púa y los ladrones lo cortaron y retorcieron”.

Sensini aseguró que “no voy a bajar los brazos. Bahía Blanca sabe que el centro colabora con chicos y familias carenciadas y se necesita de todo. Si alguno quiere aportar su granito de arena, será bienvenido y se lo agradeceré de todo corazón”.