Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Narcotráfico: "En Bahía no se puede dar un contexto como el de Rosario"

El comandante Ramón Galván, nuevo jefe de la Región V de Gendarmería, viene de luchar en esa ciudad contra Los Monos y otras organizaciones criminales.

Fotos: Emmanuel Briane y LN.

   El incremento progresivo de las causas judiciales por venta de droga en nuestra ciudad y de la cantidad de estupefaciente secuestrado siempre deja abierto el interrogante acerca de si Bahía Blanca puede llegar a adquirir en algún momento el perfil criminal que conmueve hoy a Rosario, en medio de una sangrienta lucha de poder entre narcotraficantes.

   El comandante mayor Ramón La Cruz Galván, nuevo jefe del comando Región V de Gendarmería Nacional, con asiento en Bahía, es una voz autorizada para abordar la temática, por haber prestado servicio en esa ciudad santafesina durante más de un año.

   Galván descartó por completo esa eventualidad, al asegurar que en este medio no operan organizaciones narcocriminales.

   “De ninguna manera se puede dar en Bahía Blanca una situación similar a la que existe en Rosario en cuanto a los cruentos enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes y una constante disputa por ganar territorios para la comercialización de estupefacientes”, manifestó el uniformado, que en Rosario se desempeñó como segundo comandante de Región desde noviembre de 2018 hasta el 24 de enero de este año.

   “Lo que sucede en Rosario con la droga es algo muy puntual. Por haber prestado servicio allí durante más de un año y tener cierta experiencia en el tema, esa problemática se produce nada más en aquella zona y desde hace ya bastante tiempo”, agregó.

   “No se trata solamente de lo que ocurrió allá el año pasado y este, sino que esa guerra narco se viene dando desde hace varios años. Primero comenzó con dos o tres familias que son muy conocidas en Rosario y a partir de ese momento comenzaron con las bocas de expendio de narcóticos”, continuó.

Ya son más de 50 crímenes en 2020

   El comandante, salteño y nacido hace 56 años, analizó el accionar de traficantes en Rosario. Dijo que es “difícil de combatir” y de hecho en más de una oportunidad fuerzas federales, como Gendarmería, Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, tuvieron que enviar refuerzos para trabajar en esa zona "caliente".

   En menos de 3 meses de 2020, en esa ciudad se registraron más de 50 homicidios vinculados con el crimen organizado.

   A entender de Galván, ninguna circunstancia tiene correlato en Bahía.

   “Si bien hace muy poco que estoy cumpliendo funciones en esta ciudad, y a cargo de la jurisdicción, desde la fuerza no hemos hecho ese análisis porque las características son diferentes”, opinó.

   “Primero porque Rosario está ubicada en un paso obligado y de mucho tránsito proveniente de zonas fronterizas, porque por ahí pasan rutas nacionales de gran importancia que conducen también a otros grandes centros urbanos como por ejemplo de la provincia de Buenos Aires”, dijo.

   El personal a su cargo, por el momento, no lleva adelante ninguna investigación que dé cuenta de la existencia de bandas narco en Bahía.

   Sin embargo, el gendarme confirmó que actualmente los agentes a su mando intervienen en causas vinculadas con la venta de droga a nivel local.

Se reactivaron células dormidas

   “Cuando hay una disminución de la cantidad de personal y los agentes deben replegarse, porque obviamente hay otros lugares que cubrir, nuevamente se constata un rebrote de los delitos ligados al narcotráfico”, sostuvo Galván.

   “Inclusive en la actualidad está surgiendo en Rosario una conflictividad parecida. Son enfrentamientos que terminan en homicidios entre integrantes de estas organizaciones criminales, que son de público conocimiento. Algunos de esos narcotraficantes están detenidos y cumpliendo condenas”, enfatizó.

   Células narco rosarinas que estaban adormecidas o contenidas se reactivaron en el último tiempo, y solo durante los primeros dos meses de 2020 se registraron más de 45 muertes violentas.

   La mayoría de ellas tiene conexión con la disputa por el territorio, extorsiones y ajustes de cuenta entre clanes de narcomenudeo de casi todos los barrios de Rosario y también en poblaciones vecinas.

   A criterio de la autoridad de seguridad, en Bahía tampoco se cometen asesinatos relacionados con la comercialización de drogas, y menos con una frecuencia cercana a la que se registran en Rosario.

Trata: Bahía, ciudad “de paso”

   Respecto de la trata de personas, el comandante mayor informó que en la dependencia local hay en curso algunas investigaciones ligadas a este delito en “zonas aledañas” a nuestra ciudad, aunque hasta el momento no se obtuvieron “resultados positivos”.

   “Bahía Blanca probablemente es una ciudad de paso de víctimas de tratantes hacia otros lugares situados más al sur de nuestro país, donde hemos realizado procedimientos que incluyeron allanamientos, incluso con la intervención de unidades de la institución de otras provincias con las que trabajamos en forma coordinada”, resaltó.

   “En general, las víctimas de esta clase de delitos son personas traídas de manera engañosa desde otras provincias, como por ejemplo de la región de la Mesopotamia”, precisó Galván, oriundo de la localidad de Nuestra Señora de Talavera.

   Un caso testigo de la operatoria descripta sucedió en enero del año pasado, cuando Gendarmería detuvo en Trelew a una mujer con domicilio en esta ciudad que en ese momento “custodiaba” a cuatro jóvenes paraguayas durante un viaje a Chile donde, se presume, las iban a explotar sexualmente.

   La justicia federal de la provincia de Chubut investigó conexiones entre una presunta red de trata de personas internacional y la detenida, identificada como Liliana Alcaraz, de 30 años y con doble nacionalidad paraguaya/chilena.

   Los investigadores además vincularon a la imputada con posibles ramificaciones de la organización delictiva en Punta Alta, donde vivió antes de radicarse en nuestra ciudad.

   Por el resultado del operativo, el juez federal de Rawson, Guillermo Lleral, procesó con prisión preventiva a Alcaraz, quien desde hacía aproximadamente 3 años tenía domicilio en inmediaciones de la terminal de ómnibus San Francisco de Asís.

   La maniobra se descubrió -casi de casualidad- el 12 de enero de 2019, cuando un grupo de gendarmes chequeó la documentación de los pasajeros de un colectivo con destino a Comodoro Rivadavia, en un control en el kilómetro 1448 de la ruta nacional 3, a la altura de Trelew.

   Al ver a los uniformados, una de las cuatro víctimas se quebró. En medio de llanto y una tensa situación, les aseguró que estaban siendo trasladadas contra su voluntad desde hacía tres días “por una red de trata con destino final incierto”, pero seguramente sería Chile.

   Las otras tres chicas rescatadas declararon encontrarse en la misma situación y también señalaron a Alcaraz como la encargada de conducirlas a tierras trasandinas. Por ese motivo el magistrado ordenó su detención.

   En ese momento las víctimas tenían entre 25 y 28 años y se las incluyó en el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas Damnificadas por el Delito de Trata.

Cómo es la operatoria

   “Reclutan a ciudadanas paraguayas en el departamento Caaguazú, Paraguay, las hacen ingresar en la Argentina, las retienen un tiempo en Buenos Aires y después las envían hacia el sur del país para cruzarlas a Chile, donde las explotan sexualmente en locales nocturnos de Punta Arenas”, informó en aquel momento el comandante general Manuel Caraballo, antecesor de Galván.

   “Una vez que están en Buenos Aires, las embarcan a Bahía Blanca, donde una persona de sexo femenino (por Alcaraz) aborda el colectivo y hace las veces de custodia o guía de las víctimas”, agregó.

   Las cuatro víctimas llegaron a Bahía en un micro de larga distancia procedente de la estación Retiro, en compañía de otro supuesto tratante que al parecer regresó a Buenos Aires luego de “entregarlas” a Alcaraz.

   “Bahía Blanca sería el lugar propicio para hacer un sistema de posta en el traslado de las víctimas desde el norte de Argentina y países vecinos, como Bolivia y Paraguay, previo a la explotación de las mujeres”, explicaron desde Gendarmería en esa oportunidad.