Los operativos tan necesarios
Las picadas y motos con escape libre son moneda corriente en distintos espacios de la ciudad.
Diez motocicletas y nueve automóviles secuestrados. Ese fue el resultado de un operativo llevado a cabo por inspectores municipales en el barrio Las Perdices, vecino a Los Chañares, detrás de la ruta de circunvalación.
El procedimiento respondió a reiteradas denuncias realizadas por los vecinos por encuentros de personas que circulaban en vehículos y motos con escapes antirreglamentarios, generando ruidos inadecuados y realizando maniobras peligrosas.
Este tipo de operativo se justifica sobre todo en el exceso en los niveles de ruido permitidos y para este caso puntual debieron actuar de manera conjunta efectivos de la Comisaría Séptima, la Policía Local, la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), el área de Tránsito Urbano y el Centro Único de Monitoreo.
Resulta realmente importante este tipo de controles, ya que son habituales estas reuniones de motociclistas que de manera descarada deciden transgredir la ley, afectando la tranquilidad vecinal y manteniendo esa conducta con una gran impunidad.
Es habitual que los propios vecinos sean los encargados de realizar las denuncias correspondientes con llamados al 911, y también resulta común que no encuentren una respuesta inmediata o que la misma sea esporádica.
Es conocido el caso de las calles laterales del Paseo de las Esculturas, donde desde hace años se reiteran las quejas vecinales por ruidos molestos, picadas y música a excesivo volumen.
Es increíble ver con qué facilidad estas personas se hacen amos y señores del lugar, imponen sus propias leyes de conducta y convivencia.
Son varios los sitios de la ciudad donde se generan estas reuniones, son muchas las denuncias que se reciben y quedan asentadas, todo el mundo conoce donde ocurren.
Lo ocurrido en el barrio Las Perdices no debiera ser noticia ni novedad, sino una acción corriente que deje en claro que ese tipo de acciones no tienen lugar en nuestra ciudad.