Inundaciones: análisis de situación en 1945
Sin el canal Maldonado habilitado, la ciudad mostraba toda su fragilidad.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 80 años, en junio de 1945, el ingeniero Elías Goligorsky, profesional de Obras Sanitarias de la Nación, publicó un informe sobre la situación de Bahía Blanca frente a las inundaciones.
Nuestra ciudad era víctima habitual de las crecidas del Napostá por lluvias registradas en su cuenca. En esos casos el agua invadía las calles, anegando casas y caminos. También afectaba la zona alta, arrastrando cultivos y perjudicando quintas, depósitos, comercios e industrias.
También si llovía en la ciudad era un problema. El agua dañaba el pavimento y los caminos, en particular de Bella Vista, Tiro Federal, Villa Mitre y Villa Obrera.
Otra causa de inundación eran las mareas extraordinarias al coincidir con fuertes vientos del sur, generando que el agua ingresara en Ingeniero White, creando situaciones angustiantes.
Goligorsky explicó que el Napostá se abría en abanico al llegar al parque de Mayo y cuando se generaba una creciente el agua quedaba contenida en ese embalse que era el bañado de Jiménez (actual parque de Mayo), el cual desaguaba en el arroyo Maldonado.
Ese funcionamiento se modificó en 1903, cuando el bañado fue urbanizado, quitándole al Napostá su aliviador natural. En ese estado, el arroyo no tenía capacidad siquiera para contener las crecidas ordinarias, afectada su capacidad además por los cercos vivos plantados por los vecinos y por la presencia de puentes estrechos.
El Maldonado, entretanto, tenía borrado su primer tramo y su cauce recién quedaba definido después de calle Don Bosco. Su recorrido se veía entorpecido por varias alcantarillas y por dos puentes ferroviarios, sobre todo por el de la línea a Toay.
Las diez inundaciones registradas en el siglo XX eran un índice claro de una situación que mejoró en 1951, con la construcción el canal Maldonado y la canalización del Napostá.