Mark Zuckerberg no puede tener Facebook
El homonimo, es abogado, vive en Indiana y al llamarse como el creador de la red social no le dejan activar su cuenta.
Mark Zuckerberg contra Mark Zuckerberg, así parece ser el enfrentamiento que está llevando a cabo este abogado de 38 años de Indianápolis que se llama exactamente igual que el creador de la red social, lo que le ha llevado a no poder activar su cuenta con su nombre real, debido a que la propia plataforma se lo rechaza.
El letrado, molesto por no poder tener su cuenta con nombre y apellido ha decidido iniciar acciones legales por incumplimiento de contrato.“Somos las únicas dos personas con ese nombre que puedo encontrar”, dice el abogado a una televisión local de Indiana. “Todos mis competidores se anuncian en Facebook, así que yo también tengo que hacerlo, y me anuncio en Facebook, toman mi dinero, pero luego me cierran la cuenta”, añade. El abogado asegura que pagó 9.500 euros en anuncios a la plataforma, que fueron inmediatamente cancelados.
En correos con Facebook que el abogado ha compartido con medios locales, indican que la compañía lo había acusado de no usar su “nombre auténtico”. Se defiende diciendo que había enviado su documento de identidad, sus tarjetas de crédito y varias fotos: el abogado es Mark Steven Zuckerberg, mientras que el ingeniero es Mark Elliot Zuckerberg. Pero las cuentas seguían siendo suspendidas una vez tras otra.
Desde la empresa indican que el error fue solucionado y que está gestionando lo necesario para que el inconveniente no vuelva a suceder: “Agradecemos la paciencia del señor Zuckerberg en este asunto y estamos trabajando para intentar que no vuelva a ocurrir en el futuro”, dice el comunicado de Facebook.
Una muestra de los inconvenientes a los que le ha llevado esta situación son las confusiones y problemas legales indirectos que tuvo que enfrentar: “Me demandó el estado de Washington por confusión de identidad porque pensaron que yo era el fundador de Facebook, acusado de poner en peligro a un adulto que necesitaba asistencia”. O “Recibo más de 100 solicitudes de amistad al día de gente que me confunde con el otro Mark Zuckerberg.”
Por ahora la situación parecer resuelta, pero llamarse igual que el creador de la red social puede traer más problemas que soluciones. (El País)