Bahía Blanca | Jueves, 10 de julio

Bahía Blanca | Jueves, 10 de julio

Bahía Blanca | Jueves, 10 de julio

Ya se puede nadar en el Sena: los Juegos Olímpicos ayudaron a París a recuperar su río

Por primera vez en más de un siglo, la gente puede disfrutar del curso de agua que atraviesa la capital francesa. 

Fotos: Getty Images, Ville de Paris y AP

Tres zonas de natación y esparcimiento —en Bras Marie, Bercy y Grenelle— abrieron oficialmente al público esta semana, a casi un año de que los atletas cruzaran el Sena a nado durante las competiciones olímpicas de triatlón y maratón.

Con aguas limpias y acceso seguro, estos sectores ofrecen no solo lugares para refrescarse del calor del verano, sino también un símbolo perdurable de lo que los Juegos Olímpicos pueden lograr cuando se alinean con las ambiciones a largo plazo de una ciudad.

Más que un recinto deportivo, el Sena se convirtió en el alma de París 2024. Albergó la Ceremonia de Apertura, donde miles de atletas navegaron por el río, y sirvió de escenario para varias competiciones más allá de que el triatlón debió demorarse por los altos niveles de contaminación.

De hecho, los días previos a los Juegos fueron muy controvertidos. Las autoridades se tiraron al río para demostrar que no había riesgos, pero las competencias previas debieron aplazarse y la incertidumbre permaneció. Incluso, varios atletas criticaron las condiciones de competencia aún finalizada la actividad.

Diario de viaje, día 0: itinerario de la Ceremonia, entre el sentido común y Céline Dion

La verdadera transformación ocurrió bajo la superficie, literalmente.

Hace un siglo, nadar en el Sena formaba parte de la vida cotidiana parisina, pero fue prohibido en 1923 debido a la contaminación. Los orígenes de las labores de limpieza se remontan a principios de los años 90. En 2015, la Autoridad de Saneamiento del Gran París anunció el plan para que el Sena fuera apto para nadar antes de los Juegos Olímpicos. Estas medidas se centraron en los obsoletos sistemas de alcantarillado, la escorrentía pluvial y el vertido de aguas residuales, a los que durante mucho tiempo se atribuyó la contaminación del Sena.

Un enorme depósito subterráneo de almacenamiento cerca de Austerlitz intercepta y retiene ahora los desbordamientos del sistema de alcantarillado durante las fuertes lluvias, evitando que el agua sin tratar se vierta al río. Tiene capacidad para contener más de 50.000 metros cúbicos (aproximadamente veinte piscinas olímpicas) de aguas residuales hasta que puedan tratarse de forma segura.

El Sena ahora funciona como un espacio público gratuito, seguro y refrescante. Los sitios ofrecen instalaciones totalmente accesibles, socorristas, duchas y solárium. Se pueden alquilar kayaks en Grenelle. Las zonas de baño están claramente delimitadas, la navegación se interrumpe temporalmente durante el horario de apertura y la calidad del agua se controla diariamente bajo estrictos protocolos de seguridad, comunicaron.

Estos sitios al aire libre, cuidadosamente integrados en el paisaje urbano con estructuras modulares desmontables, se diseñaron pensando en el futuro. También abordan una creciente necesidad climática: el acceso público a espacios de refrigeración a medida que aumentan las temperaturas urbanas.

La limpieza del Sena demuestra que los Juegos Olímpicos, cuando se planifican a conciencia, pueden acelerar mejoras en toda la ciudad y la región que afectan a todos los estratos de la sociedad. Si bien los esfuerzos ya estaban en marcha, los Juegos los aceleraron, lo que proporcionó un incentivo adicional y una fecha límite para completarlos a tiempo para el evento, ayudando a reconectar París con su río.

En consonancia con los objetivos de la Agenda Olímpica —la visión estratégica del COI para garantizar que los Juegos sean más sostenibles, más inclusivos y estén mejor integrados en el tejido de las ciudades anfitrionas—, París 2024 se convirtió en un poderoso catalizador para la regeneración urbana, el progreso ambiental y el beneficio social.

"El espíritu de los Juegos sigue vivo en las calles de París. Y ahora, en las aguas del Sena", declaró Anne Hidalgo, alcaldesa de París. 

Cuando una ciudad anfitriona ve los Juegos como un catalizador para el progreso a largo plazo, como lo ha hecho París, el impacto puede trascender las sedes y la competición. Se trata de reconectar a las personas con su entorno, crear valor público duradero y demostrar cómo la ambición y la colaboración pueden generar cambios. (con información de Olympics y AP).