Bahía Blanca | Sabado, 19 de julio

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Un ingeniero y otras dos personas irán a juicio por un grave accidente laboral

El incidente sucedió en 2019, cuando un obrero cayó desde un quinto piso en una obra de la primera cuadra de 19 de Mayo, tras una falla en el montacargas.

A 6 años de los hechos, la Justicia confirmó que un ingeniero, un capataz de obra y una inspectora de seguridad e higiene irán a juicio por el grave accidente laboral que sufrió un obrero de la construcción.

Por la responsabilidad profesional en la construcción, tendrán que responder Ricardo Raúl Trobiani Rognoni, David Humberto Silva Esparza y Marcela Elba Tourn.

La Cámara Penal rechazó una apelación de la defensa, que pedía el sobreseimento de los tres, y confirmó el debate por lesiones culposas, dispuesto por el juez de Garantías Nº 2, Guillermo Mércuri.

El 24 de julio de 2019, poco antes de las 10, se produjo el grave incidente.

Al llegar la Policía descubrió que en el edificio en construcción de 19 de Mayo 67, el operario Jhony Alfredo Zambrano Calderón (en ese momento de 34 años), cayó desde un quinto piso y sufrió la amputación total de su antebrazo izquierdo  y una fractura de peroné.

Se estableció que el hecho sucedió cuando el trabajador cargaba material y la correa de freno del montacargas que usaba se cortó, precipitándose.

Al realizar la apelación, la defensa consideró "sesgado" el análisis de la fiscalía y que los imputados no estaban en la obra el día del accidente, con lo cual no existiría una infracción al deber de cuidado.

Sin embargo, la Sala I de la Cámara Penal (votos de los jueces Natalia Giombi y Gustavo Barbieri) confirmó la decisión de primera instancia y ordenó que el caso vaya a juicio oral.

Entre las pruebas se tuvo en cuenta la declaración de la víctima: dijo que estaba revocando en el quinto piso y que su empleador, Silva Esparza, le pidió ayuda para subir bolsas de yeso del quinto piso al décimo.

Explicó que en un momento se cayó el montacargas y que él tenía un pie sobre el mismo. Producto del imprevisto, intentó agarrarse de algún objeto para no caer y en esas circunstancias perdió el brazo. Luego se desplomó el guinche y terminó en la planta baja. 
Zambrano Calderón quedó colgado de cabeza y "con el pie partido".

Remarcó que acataba directivas de su capataz, que Trobiani pasaba dos veces por semana, que el montacargas "era viejo y había fallado en varias oportunidades" y que esa situación "la sabían todos".

"Signos de desgaste"

La firma Orgeira Ascensores realizó una pericia del montacargas y confirmó la rotura del sistema de freno, que presentaba "importante deterioro" en el único cable de acero de suspensión.

Un perito mecánico oficial ratificó que "el equipo presenta signos de desgaste" con rotura progresiva  que fue debilitando el zuncho hasta que "le resultó imposible soportar el esfuerzo de tracción al que era sometido".

Los camaristas entendieron, a partir de los distintos estudios y testimonios, que con inspecciones periódicas se habría podido percibir la rotura progresiva del zuncho.

"Se puede concluir, al menos en esta etapa del proceso, que los coencausados Trobiani, Tourn y Silva Esparza, violaron los deberes de cuidado, conforme a la función que cada uno desempañaba en la obra", agregaron.

Entre los incumplimientos detallaron faltas de capacitación en materia de seguridad sobre el montacargas, de vallado y contención en cada nivel, de barandas en los accesos al guinche, de supervisión del arnés de seguridad, de carteles de advertencia de riesgos de obra, de limitación de áreas de riesgo.

"Si bien los coencausados Trobiani y Tourn no se encontraban al momento del hecho en la obra, tal circunstancia no los exime de responsabilidad, como lo pretende la defensa", sostuvo la Justicia.

El ingeniero dijo ser solo fiduciario, pero en los papeles figura como director ejecutivo y, según los obreros, recorría y ordenaba. 

Tourn fue contratada para asesorar en seguridad y no se acreditó que el montacargas tuviera las medidas requeridas, ni la cartelería de capacidad máxima, ni las puertas colocadas.

Por otra parte, quedó claro que cuando había desperfectos con el montacargas "lo arreglaba Silva Esparza" y al menos otras dos veces "había tenido caídas libres".

Las indagatorias

Delegaba. Trobiani dijo que era fiduciario y no director de obra y que la hacían "a través de terceros". Sostuvo que el montacargas "era de Silva Esparza", quien "debía controlar la ejecución de las medidas".

Seguridad. Marcela Tourn aseguró que el personal "sabía que no se podía subir al montacargas por la cartelería colocada". Dijo que Pedro Sarabia, a cargo del guinche, le dijo que "estaba en condiciones" y que el control del freno "era tarea de Silva Esparza".

Opinión. Según Silva Esparza, la víctima "no tenía el pie sobre el montacargas" y no se podía vallar el mismo "porque estaba en el hueco del ascensor". Confirmó que Trobiani iba a verificar el avance de obra y daba órdenes y que Tourn no revisaba el montacargas al "no entender de eso".